Kameda pudo con Medina y le arrebat¨® su sue?o mundial
Tomoki Kameda venci¨® por decisi¨®n un¨¢nime (116-112, 116-112 y 117-111) a Abigail Medina por el Mundial WBC interino del peso gallo. El japon¨¦s ir¨¢ por Rey Vargas.

Abigail Medina se qued¨® a las puertas en Tokio. El hispano dominicano cay¨® por decisi¨®n un¨¢nime (116-112, 116-112 y 117-111) ante el japon¨¦s Tomoki Kameda, que se proclam¨® campe¨®n interino del peso supergallo por el Consejo Mundial de Boxeo. El nip¨®n domin¨® la primera parte del combate y aunque en la segunda fue mejor Medina, largas combinaciones de golpes de Kameda hac¨ªan las delicias del p¨²blico y tambi¨¦n influy¨®, aunque su triunfo fue justo. Ahora, con el interinato WBC, el japon¨¦s pone sus miras en Rey Vargas, monarca absoluto de ese organismo en la divisi¨®n.
La pelea comenz¨® con los dos p¨²giles con cabeza y respeto. Plantados, con poca movilidad y jugando con la cintura. Kameda utiliz¨® el jab mucho y as¨ª gan¨® los tres primeros asaltos. Medina decidi¨® estudiar a su rival, ver por d¨®nde iban los tiros y a partir del tercero comenz¨® a soltar su derecha con criterio. La velocidad para tirar manos y moverse del japon¨¦s era un problema, pero el principal inconveniente era la cabeza. Kameda embest¨ªa cuando se pon¨ªa en la corta distancia y por m¨¢s que el hispano-dominicano protest¨® no pas¨® nada. Hubo permisividad.
Desde el cuarto asalto Medina tom¨® el ring. El p¨²gil de Gallego Prada deb¨ªa mandar y presionar y a ello se dedic¨®. Vari¨® los planos de golpeo, fue con cautela, pero tambi¨¦n con contundencia. Pese a ello, hasta el sexto asalto no comenz¨® a sentirse c¨®modo. En ese round tambi¨¦n, las contras de Kameda fueron claves. Llegaba con manos claras, que encend¨ªan al p¨²blico, y cuando no las encontraba lanzaba largas r¨¢fagas que ten¨ªan la misma respuesta de los fans. Cada vez estaba m¨¢s claro que la victoria deb¨ªa llegar por KO, m¨¢s cuando en el en¨¦simo cabezazo Kameda cort¨® a Medina. No fue a m¨¢s la brecha, pero hab¨ªa que apretar.
Lo hizo Abigail Medina y desde ese momento (s¨¦ptimo asalto) la pelea fue suya. Presi¨®n, manos contundentes arriba y abajo para sacar la otra versi¨®n de Kameda. El japon¨¦s trababa la pelea cada vez que recib¨ªa un golpe claro. Se mov¨ªa sin casi tirar manos, quer¨ªa la guerra, pero a cuenta gotas. El d¨¦cimo asalto fue cuando peor lo pas¨®. Incluso la televisi¨®n japonesa, que se afan¨® en s¨®lo poner repeticiones de los golpes del suyo, tuvo que incluir en los mejores momentos ¨²nicamente lo golpes del hispano-dominicano. Kameda sufri¨®, tanto que en la esquina lo 'ducharon'. Fue efectivo, porque en los dos ¨²ltimos rounds volvi¨® a trabar la pelea y a moverse, dos bazas que aderez¨®, de nuevo, con sus r¨¢pidas r¨¢fagas. No eran efectivas, pero s¨ª presionaban a los jueces. Medina no se cans¨® de perseguir el KO, pero no lleg¨®. Su sue?o mundial tendr¨¢ que esperar. La oportunidad, volver¨¢.