As¨ª los veo: formar a Josh Allen, ¨²nico objetivo de los Bills 2018
Lo clasificaci¨®n para los playoffs en 2017 fue un milagro irrepetible este a?o para un equipo con un quarterback por formar y con una l¨ªnea ofensiva de juguete.
data:image/s3,"s3://crabby-images/2f71b/2f71b71a79d6a063254aa8f70f163c20a5ad9e79" alt="ARLINGTON, TX - APRIL 26: Josh Allen of Wyoming poses with NFL Commissioner Roger Goodell after being picked #7 overall by the Buffalo Bills during the first round of the 2018 NFL Draft at AT&T Stadium on April 26, 2018 in Arlington, Texas. Tom Pennington/Getty Images/AFP
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Los Bills hicieron en 2017 lo imposible. ?Llegaron a los playoffs despu¨¦s de diecisiete temporadas de vac¨ªo absoluto! Todav¨ªa estamos frot¨¢ndonos los ojos. Fue impresionante ver su tercera temporada con r¨¦cord positivo en 18 a?os. Han necesitado mucho tiempo para llegar a su mayor¨ªa de edad, pero al fin lo han conseguido, aunque la clasificaci¨®n quedara resumida a un paseo de ida y vuelta por Jacksonville.
Ahora, la pregunta es si este viaje ha sido solo un accidente o marca una tendencia. Que nadie me diga que con esa defensa se puede llegar al fin del mundo. Ni siquiera fue para tanto, y aunque la secundaria jug¨® a un gran nivel, por tierra les corri¨® lo que quiso medio mundo. En 2014 ten¨ªan una mucho mejor, y dur¨® un a?o. Incluso entre 2003 y 2004, con Takeo Spikes como l¨ªder, formaron un grupo demoledor que dur¨® muy poquito. Lo ¨²nico cierto es que justo en esos tres momentos fue cuando consiguieron sus temporadas ganadoras, aunque no sirvieran para jugar en enero.
Lo malo es que en todos esos a?os de buenas defensas nunca consiguieron tener un ataque medianamente decente. Ni un quarterback. El mejor fue un Bledsoe ya de vuelta de todo. Los nombres de los dem¨¢s, enumerados de carrerilla, ponen los pelos de punta, as¨ª que os ahorro el disgusto. Es suficiente con decir que Tyrod Taylor ha aguantado tres a?os como titular. Un tipo que no merec¨ªa haber estado tres meses, que ha jugado bien tres veces, que se ve que es un paquete en tres horas, da a duras penas para tres minutos de highlights y se olvida en tres segundos. Incluso la frase ¡°es un quarterback cuya gran virtud no es el pase¡± se acu?¨® en su nombre (no recuerdo ahora el analista que dijo la genialidad), que conseguir jugar en la NFL como quarterback sin que tu mayor virtud sea el pase tiene un m¨¦rito de narices. Y por mucho que nos empe?emos, un quarterback est¨¢ ah¨ª para lanzar pases y lo dem¨¢s son milongas.
Ha costado, pero ya se han quitado de encima a Taylor, que como no pod¨ªa ser de otra forma a recalado en Cleveland, un universo paralelo en el que la gente camina con la cabeza, piensa con los pies y todo est¨¢ patas arriba. Han necesitado tres a?os para librarse de ¨¦l, que estaba agarrado como una lapa e incluso ten¨ªa una corte de defensores entre los aficionados. Libres de ese lastre, llegaron al draft en busca de un nuevo Jim Kelly y despu¨¦s de pagar dos segundas rondas a los Buccanners (que les habr¨ªan venido muy bien para otras necesidades) entregaron el alma al diablo eligiendo a un quarterback que seg¨²n muchos analistas necesitar¨¢ un par de a?os en el banquillo para madurar, y ni siquiera los m¨¢s optimistas se atreven a decir que pueda jugar con garant¨ªas este mismo a?o. El ¨ªnclito individuo responde al nombre de Josh Allen y fue elegido con el pick 7 global pese a que pocas semanas antes algunos mock draft ni siquiera le inclu¨ªan en la primera ronda por mucho que asombrara por la potencia de su brazo y su movilidad en la Combine y en su Pro Day. Un tipo que parece m¨¢s que verde, llegado de una universidad peque?a, que es una elecci¨®n arriesgad¨ªsima, casi suicida, y que, sin embargo fue elegido antes que un Josh Rosen que pocas semanas antes era el m¨¢ximo favorito para el n¨²mero 1 del draft.
De momento, no parece que vaya a ser titular, aunque yo creo que s¨ª lo ser¨¢ m¨¢s pronto que tarde. Supongo que las dudas no est¨¢n entre ¨¦l o McCarron, sino en la posibilidad de que el elegido pierda la vida en menos de un mes detr¨¢s de una l¨ªnea ofensiva que se ha quedado en cuadro. Y claro, siempre es mejor sacrificar a los dioses a un macarr¨®n que est¨¢ de paso e intentar proteger tu inversi¨®n de futuro. Aunque me temo que, por muy verde que est¨¦, Allen tendr¨¢ que jugar en cuanto sea posible para evitar un levantamiento popular de una afici¨®n muy sufrida, pero que ya no est¨¢ para muchas bromas.
ATAQUE: literalmente, no hay l¨ªnea ofensiva.
Despu¨¦s de la alegr¨ªa de la clasificaci¨®n para postemporada, lleg¨® un ba?o de realidad con el anuncio de la retirada de Richie Inc¨®gnito. No exagero si digo que ¨¦l era el alma de la l¨ªnea ofensiva de los Bills, que no era nefasta gracias a ¨¦l, y a que Tyrod Taylor no ser¨ªa muy bueno, pero s¨ª parec¨ªa una lagartija esquivando defensas. Si fue la s¨¦ptima peor de la NFL con 47 sacks recibidos, imaginad lo que puede pasar este a?o sin Incognito y con un quarterback menos m¨®vil. El guard no es el ¨²nico en retirarse, tambi¨¦n ha colgado los trastos el center Eric Wood y se ha marchado el left tackle, Cordy Glenn, a los Bengals. Un solar. De los titulares de 2017 solo siguen Vladimir Ducasse y Jordan Mills, que ya puestos, mejor que se hubieran pirado. Al menos tienen a Dion Dawkins, que despu¨¦s de una temporada esperanzadora como rookie podr¨ªa ser un left tackle s¨®lido. En la agencia libre ficharon a Russell Bodine (C) y Marshall Newhouse (G), en 5? ronda del draft eligieron a Wyatt Teller (G) y ten¨ªan como suplentes a John Miller y Ryan Groy. Con todos esos ingredientes tienen que montar una OL que, salvo milagro, parece una pel¨ªcula de terror.
El grupo de receptores tambi¨¦n est¨¢ en cuadro, y reforzarlo en sexta y s¨¦ptima ronda no parece lo m¨¢s adecuado. Kelvin Benjamin est¨¢ en el l¨ªmite para ser considerado un receptor n¨²mero 1 de garant¨ªas y no para de lesionarse, Zay Jones decepcion¨® en su a?o de rookie y no est¨¢ claro si volver¨¢ despu¨¦s de intentar tirarse desnudo desde 30 pisos de altura durante la offseason, Rod Streater y Andre Holmes promet¨ªan mucho hace tres o cuatro a?os cuando empezaban en Oakland, pero desde entonces no se les ha visto¡ Solo se salvan Jeremy Kerley como receptor de slot y Charles Clay como Tight end, que tampoco es que sean nada del otro mundo.
En este ataque solo tiene aut¨¦ntico empaque LeSean McCoy, que a sus 30 a?os sigue incombustible, aunque el a?o pasado firm¨® 4.0 yardas por intento, la peor cifra de su carrera. Para compensar, recuper¨® su faceta de receptor desde el backfield. El problema es que salvo milagro con McCarron o irrupci¨®n milagrosa de Allen, volver¨¢ a estar m¨¢s solo que la una como arma ofensiva de los Bills.
DEFENSA: m¨¢s ruido que nueces
Lo m¨¢s dudoso en la defensa de los Bills el a?o pasado era el grupo de Linebackers. En este draft, adem¨¢s de encontrar el te¨®rico l¨ªder del ataque para la pr¨®xima d¨¦cada, pueden haber encontrado su l¨ªder defensivo para los pr¨®ximos a?os. A sus 20 a?os, Tremaine Edmunds es un gigante vers¨¢til y tremendamente agresivo que puede dominar todo el campo desde el middle linebacker... aunque tambi¨¦n llegue a la NFL demasiado verde y necesite mejorar sus lecturas. A su lado estar¨¢n Matt Milano, que tuvo un prometedor a?o de rookie, y Lorenzo Alexander, que a sus 34 a?os se est¨¢ quedando sin gasolina, con sus tres sacks qued¨® muy lejos de los 12,5 del a?o anterior, y necesitar¨¢ ser relevado en la pr¨®xima offseason.
En realidad, la defensa de Buffalo no destac¨® el a?o pasado por el n¨²mero de sacks. Al contrario, fue la tercera peor de la NFL con solo 27. Sin embargo, eso se debi¨® en parte al baj¨®n de rendimiento de Edmunds y a que no pudieron contar con Trent Murphy, un end que en 2016 hab¨ªa conseguido nueve sacks en Washington, ni al ciento por ciento con Shaq Lawson, su elecci¨®n de primera ronda de 2016, que consigui¨® cuatro sacks, pero no alcanz¨® las expectativas por culpa de una lesi¨®n de hombro que le impidi¨® hacer su primera pretemporada como profesional y le hizo perderse los siete primeros partidos. Este a?o, por fin, ambos podr¨¢n debutar por fin y luchar con Jerry Hughes por la titularidad en una posici¨®n de defensive end que parece muy bien cubierta. La posici¨®n de tackle tambi¨¦n tiene tres nombres para dos posiciones. Han fichado a Star Lotulelei, que no est¨¢ mal, han renovado a Kyle Wiliams, que a sus 35 a?os es una sombra del que fue y en tercera ronda eligieron a Harrison Phillips, que ya puede darse prisa para ponerse a tono porque Adolphus Washington tampoco acaba de arrancar.
Lo mejor de largo de esta defensa fue la secundaria, que puede sufrir un golpe letal tras la marcha a Cleveland de E.J. Gaines. En Buffalo deben calcular que se perdi¨® un tercio de la pasada temporada y no se not¨® demasiado gracias a la tremenda irrupci¨®n del novato de primera ronda Tre¡¯Davious. Sin embargo, falta profundidad en la posici¨®n. El fichaje de Vontae Davis no garantiza nada a sus 30 a?os y despu¨¦s de perderse la mayor¨ªa de la temporada 2017 por una lesi¨®n en la ingle. Tambi¨¦n ficharon a Phillip Gaines, que ni siquiera era titular en Kansas City. Taron Johnson y Siran Neal, elegidos en 4? y 5? ronda del draft, parecen m¨¢s que una soluci¨®n para ya, disparos de postas a ver si alg¨²n perdig¨®n da en la diana. Por suerte, Micah Hyde, que resucit¨® en Buffalo el a?o pasado, y Jordan Poyer forman una pareja magn¨ªfica de safeties.
CONCLUSI?N
Que me perdonen sus seguidores, pero los Bills me parecen uno de los peores equipos de la NFL 2018. Me sigue pareciendo incre¨ªble que se clasificaran para playoffs el a?o pasado y, con ese ataque, y una defensa con tantos frentes abiertos, creo que ser¨¢ complicad¨ªsimo que sean medianamente competitivos salvo que suceda un milagro. Su calendario es temible con cinco visitas en los primeros siete partidos y ser¨ªa un ¨¦xito que terminaran el a?o con m¨¢s de cuatro o cinco victorias. En realidad, su aut¨¦ntico objetivo es que Josh Allen se asiente como quarterback de futuro. Si consiguen eso, que me parece un milagro, la temporada habr¨¢ sido un exitazo. Yo sospecho que en dos o tres a?os volver¨¢n a buscar un quarterback en el draft¡ con un staff t¨¦cnico diferente. En el fondo, lo habitual en Buffalo.