As¨ª los veo: no todo se arregla en San Francisco con un Garoppolo

Antes de empezar, no puedo menos que desearles garoppolos d¨ªas a todos los aficionados de los Niners. S¨ª, todos esos que llevan todo el siglo XXI agarr¨¢ndose al Kaepernick de turno y que ahora, de repente, sonr¨ªen sin saber por qu¨¦ mientras se comen la magdalena en el desayuno, silban entre dientes mientras viajan al trabajo en transporte p¨²blico e incluso le han encontrado el gustillo de delicatesen al s¨¢ndwich envasado de m¨¢quina del almuerzo. Y es que cuando pones un quarterback en tu vida, pero uno de verdad de la buena, los d¨ªas son m¨¢s luminosos, los problemas se vuelven oportunidades, las verrugas se transforman en bonitos lunares y las noches de insomnio se deben a las juergas.

Siempre habr¨¢ aguafiestas que digan que estamos haciendo un mito de un tipo que solo ha jugado siete partidos como titular en la NFL. Vale, s¨ª, es verdad, pero el t¨ªo no conoce la derrota. En los dos que jug¨® con New England se nos cayeron los palos del sombrajo y en los cinco que dirigi¨® a los Niners el equipo consigui¨® sumar cinco de las seis victorias de la pasada temporada. Las primeras por los pelos contra rivales asequibles, pero las dos ¨²ltimas contra las imponentes defensas de Jaguars y Rams, que recibieron sin vaselina la friolera de 44 y 34 puntos respectivamente. As¨ª que, mientras nadie diga lo contrario y Belichick siga con acidez de est¨®mago por haber tenido que traspasarlo, Jimmy Garoppolo es el mes¨ªas y punto. Tiempo habr¨¢ para flagelarlo si a la hora de la verdad no sabe multiplicar panes y peces.

En pleno subid¨®n, John Lynch, general manager del equipo, se lio la manta a la cabeza para fichar a Richard Sherman, durante muchos a?os gran estrella defensiva de los Seahawks, rivales divisionales. El movimiento no solo mejora exponencialmente la secundaria; que un veterano de 30 a?os como Sherman eligiera la Bah¨ªa son¨® como la confirmaci¨®n de que dentro de la liga el run-run es que este proyecto puede empezar a aspirar a cosas serias en muy poco tiempo. ?La pera!

Toda esa felicidad que inundaba el coraz¨®n de los seguidores de San Francisco recibi¨® un terrible jarro de agua fr¨ªa cuando durante la offseason salt¨® un esc¨¢ndalo que parec¨ªa augurar un abrupto final para la carrera de Reuben Foster como jugador de la NFL: ¡°Ahora que tenemos ataque nos vamos a quedar sin defensa¡±. Durante algunas semanas, la naci¨®n Niner, en un sube y baja de emociones, dej¨® de darse los garoppolos d¨ªas y se puso a llorar en todas las equinas. Pero cuando el viento sopla de cara las cosas se arreglan solas. Y John Lynch pas¨® de cerrarle la puerta a Foster si hab¨ªa algo de verdad en su denuncia por maltrato a recibirle con los brazos abiertos cuando se supo que todo era falso. Y Foster, que debe aprender de la experiencia porque lleva mucho tiempo viviendo en el alambre en su vida personal, solo se perder¨¢ los dos primeros partidos de la temporada en una sanci¨®n que parece una broma comparada con las habituales en casos similares para el gatillo f¨¢cil de Goodell.

Por tanto, que nadie me hable de expectativas excesivas, locura medi¨¢tica ni milongas. Garoppolo ha llegado a San Francisco para convertirse en un arma de destrucci¨®n masiva en manos de Kyle Shanahan, la mente ofensiva m¨¢s retorcida, imaginativa y de moda de la NFL actual. Y chico, qu¨¦ quieres que te diga, el a?o que viene no me voy a perder un partido de San Francisco en las primeras jornadas. Y luego Dios dir¨¢. Que en el fondo, muy en el fondo, los que empezamos a ver NFL en los ¡¯80 tenemos un trocito de coraz¨®n de los 49ers y la p¨®cima que se est¨¢ cocinando en la Bah¨ªa tiene una pinta deliciosa, espectacular. Ya solo falta por saber el tiempo de cocci¨®n que le falta a la mezcla para volverse explosiva.

ATAQUE: centrados en reforzar l¨ªnea ofensiva.

Una vez lanzados todos los fuegos artificiales, sorprende que los 49ers, que a d¨ªa de hoy siguen estando sobrados contra el cap, tuvieran una agencia libre tan poco agresiva en ataque. Por supuesto, su prioridad fue hacerle un contratazo a Garoppolo, pero la llegada de estrellas veteranas ha brillado por su ausencia. Han fichado poco y, sobre todo, tipos que necesitan reivindicarse despu¨¦s de un inicio de carrera decepcionante o marcado por la lesiones. Dejar marchar a Carlos Hyde como corredor titular quiz¨¢ tenga sentido si, como dicen, no tiene el perfil de corredor que le gusta a Kyle Shanahan, pero Matt Breida no parece llegarle a las suelas de los zapatos y Jerick McKinnon, por mucho que ahora lo est¨¦n comparando en la bah¨ªa con Devonta Freeman, es una inc¨®gnita y una apuesta muy atrevida. Por si acaso, yo lo intentar¨¦ fichar en mis ligas fantasy, pero sin poner en duda su capacidad para salir a recibir, se me hace complicado creer que pueda rendir mejor que Hyde corriendo con el bal¨®n. Como siempre, Shanahan seguir¨¢ apostando por jugar mucho con full back y tendr¨¢ a su disposici¨®n a Kyle Juszczyk, uno de los mejores de la NFL.

Tambi¨¦n sorprende que su ¨²nico refuerzo en el grupo de receptores haya sido la elecci¨®n de Dante Pettis en segunda ronda del draft. Y m¨¢s con la cantidad de estrellas que hab¨ªa en la agencia libre. Si hacemos caso a lo que explican los analistas de San Francisco, Shanahan quiere en su plantilla jugadores muy obedientes, capaces de correr muchas rutas y de adoptar en cada momento papeles diferentes. Por eso ha huido de las grandes estrellas del mercado. Garcon, Goodwin, Trent Taylor y el novato Pettis quiz¨¢ formen un grupo muy al gusto del entrenador, pero al que le falta algo de empaque por mucho que Garcon vuelva en plena forma despu¨¦s de una lesi¨®n que le hizo perderse toda la segunda mitad de la temporada 2017. No se puede decir lo mismo de los Tight ends, una posici¨®n que Shanahan adora y con la que hace diabluras. George Kittle tuvo una magn¨ªfica temporada de rookie y este a?o podr¨ªa empezar a tener tambi¨¦n valor fantasy, as¨ª que no hay que perderle de vista. Y hasta Garrett Celek parece mejor en esta nueva etapa.

La mayor preocupaci¨®n de Lynch ha sido reforzar la l¨ªnea ofensiva y, aunque el mayor agujero parec¨ªa estar dentro, lo cubri¨® con veteranos que no ofrecen demasiadas garant¨ªas mientras que eligi¨® al tackle Mike McGlinchey en primera ronda, una posici¨®n que parec¨ªa perfectamente cubierta por Joe Staley en la izquierda y Trent Brown en la derecha. Nada m¨¢s elegir a McGlinchey, traspasaron a Brown a los Patriots, que se encontraron con un regalazo inesperado por un pick de 3? ronda. A priori no se entiende muy bien el movimiento. Staley tiene 34 a?os y los Niners tendr¨¢n que encontrarle relevo en muy poco tiempo mientras que Brown ten¨ªa futuro y estaba jugando de lujo. Al menos se han librado de Daniel Kilgore, el peor jugador de esa l¨ªnea en 2017, que ser¨¢ sustituido por Weston Richburg, un buen center con un peligroso historial de conmociones. Laken Tomlinson y Josh Garnett repetir¨¢n como guards, aunque han fichado a Jonathan Cooper que pelear¨¢ con ellos por el puesto de titular en una l¨ªnea que por dentro sigue pareciendo bastante fr¨¢gil.

DEFENSA:

El fichaje de Richard Sherman marca una offseason en la que los Niners no han terminado de arreglar todos sus problemas defensivos, que les lastr¨® con uno de los bloques menos fiables de la pasada temporada. A sus 30 a?os, el antiguo miembro de la ¡®Legion of Boom¡¯ formar¨¢ un buen tr¨ªo de cornerbacks con Ahkello Witherspoon, que tuvo un buen debut en 2017, y el resucitado K?waun Williams, que jug¨® en el nickel a un gran nivel la pasada temporada tras estar al borde de la retirada en 2016 por una grav¨ªsima lesi¨®n de rodilla. Los Safeties ser¨¢n Adrian Colbert y Jaquiski Tartt, aunque Tarvarius Moore, elegido en tercera ronda, competir¨¢ con Colbert por el puesto que deja libre Eric Reid. El caso de Reid es peculiar. Es un safety bastante bueno cuyo corte parece inexplicable. Sorprende todav¨ªa m¨¢s que no lo haya fichado ning¨²n equipo. Los ¨²ltimos interesados fueron los Titans, que seg¨²n parece prefirieron a Vaccaro despu¨¦s de que Reid no pudiera llegar a la entrevista a Nashville tras la cancelaci¨®n de varios vuelos. La realidad es que Reid fue uno de los jugadores m¨¢s comprometidos con las protestas de Kaepernick, y sigui¨® arrodill¨¢ndose tras la marcha del quarterback. Que cada uno piense lo que quiera, pero Reid ha denunciado a la NFL.

Ahora que la vuelta de Reuben Foster es segura, parecen solucionarse gran parte de los problemas del grupo de linebackers que, sin embargo, queda cojo con Eli Harold y Malcolm Smith por fuera, que son muy poquita cosa. Han fichado a Jerry Attaochu en la agencia libre y eligieron a Fred Warner en el draft, y parece que de entrada habr¨¢ much¨ªsimos relevos por fuera una vez que tienen bien anclado el middle linebacker con Foster.

Los Niners fueron en 2017 uno de los equipos que menos presion¨® a los quarterbacks rivales. Solo consigui¨® 30 sacks, con Dumervil, que adem¨¢s ha sido cortado, como mejor man-eater con 6,5. Solomon Thomas, su elecci¨®n de primera ronda en 2017 (pick 3 global), solo consigui¨® tres y no jug¨® como se esperaba. Ser¨¢ clave para ellos que mejore una barbaridad para no convertirse en un fracaso. Arik Armstead, el otro end, tambi¨¦n fue una elecci¨®n de primera ronda que lleva en la NFL tres temporadas sufriendo lesiones que no le han permitido jugar nunca como se esperaba. DeForest Buckner, uno de los dos tackles, es el tercer jugador de primera ronda de esta l¨ªnea, aunque ¨¦l s¨ª que est¨¢ jugando fenomenal. Earl Mitchell, que no es gran cosa, completa una l¨ªnea que deber¨ªa ser temible pero que por ahora es un misterio.

CONCLUSI?N:

Los Niners tienen un entrenador revolucionario y un quarterback que podr¨ªa ser el gran referente de la posici¨®n en la pr¨®xima d¨¦cada. Todo lo dem¨¢s son promesas, proyectos y esperanzas. ?Puede salir bien? S¨ª, pero tambi¨¦n horriblemente. Con ellos entramos en el territorio de los ¡®ysis¡¯. ?Y si todas las elecciones de primera ronda juegan como se esperaba? ?Y si McKinnon es de verdad como Freeman? ?Y si un grupo de receptores sin garant¨ªas se convierte en imparable? La experiencia nos dice que tantos ¡®ysis¡¯ no son un buen augurio. Incluso creo que aun har¨¢n alg¨²n fichaje que cambie algo el mapa que he dibujado en esta previa. El mejor term¨®metro de sus opciones ser¨¢ el mes de septiembre, en el que tienen que jugar tres partidos como visitantes, en Minnesota, Kansas City y LA (Chargers) y recibir a los Lions. Si ganan dos o tres de ellos habr¨¢ que mirarlos con lupa, porque habr¨¢n abierto la puerta a la lucha por los playoffs. Si pierden la mayor¨ªa, pelear¨¢n por un record equilibrado para acabar de cimentar el proyecto en la pr¨®xima offseason. Dicho lo cual, les deseo a todos ustedes unas garoppolas noches.