As¨ª los veo: defensa y Deshaun Watson, poci¨®n m¨¢gica de Texans
Vuelven JJ Watt y Mercilus, Tyrann Mathieu irrumpe en la secundaria y solo falta que Deshaun Watson est¨¦ sano y al nivel de 2017 para que Houston sea un gallito.
Hay previas que se escriben solas. Fluyen de los dedos al teclado con ideas claras y conceptos bastante obvios, pero otras se atascan y no acaban de arrancar. Al principio parecen sencillas, evidentes, pero cuando empiezas a escribir todo se complica, y lo sencillo se enmara?a, las ideas se mezclan y lo ¨²nico que quieres es darle unos pocos muletazos al toro y entrar a matar antes de que empiecen los silbidos.
Lo curioso es que ese bloqueo me suceda con los Texans, un equipo que vive eternamente en un bloqueo similar que le impide alcanzar las expectativas casi cada a?o. El equipo del ¡®casi¡¯. Casi siempre es aspirante a jugar los playoffs, casi tiene un buen entrenador, casi asusta con una defensa infranqueable, casi siempre su plantilla est¨¢ muy equilibrada y casi nunca terminamos de cre¨¦rnoslo. Es un equipo que le cae bien a casi todo el mundo y esa es muy mala se?al, porque significa que no le ha dado disgustos a casi nadie si exceptuamos a sus propios seguidores. Como veis, un empacho de ¡®casis¡¯.
Un a?o m¨¢s llegan con much¨ªsimas expectativas despu¨¦s de una temporada 2017 imposible de juzgar tras un r¨¦cord 4-12 enga?oso. Antes del Bye en la semana 7 llevaban un 3-3 esperanzador, pero en menos de un mes perdieron a JJ Watt y Whitney Mercilus para que su defensa quedara tocada de muerte y a Deshaun Watson para que su ataque se volviera de juguete.
Despu¨¦s de esas tres bajas Houston solo fue capaz de ganar un partido de diez, pero ellos estaban con la cabeza en otra cosa. Relami¨¦ndose con la certeza de que por fin han encontrado la tuerca que le faltaba a la m¨¢quina. Deshaun Watson se lesionar¨ªa, pero su irrupci¨®n fue mete¨®rica, salvaje. Pareci¨® uno de esos quarterbacks con los que sue?an todos los equipos, con una visi¨®n del campo exquisita y magn¨ªficas lecturas. Por primera vez en su historia, los Texans sienten que tienen un pasador con talento para convertirse en estrella de la NFL.
Las sensaciones fueron fant¨¢sticas, pero se reducen a siete partidos que pillaron con el paso cambiado a todos sus rivales. Aparentemente no ha pasado nada para que en su regreso no confirme las expectativas, pero yo no me fiar¨ªa por ahora. Lo mejor de Watson fue su capacidad para encontrar pases da?inos, de esos que hieren de muerte a las defensas, pero necesita mejorar su precisi¨®n y sus rivales han tenido tiempo de sobra para estudiarlo. Casi siempre el segundo a?o es el aut¨¦ntico term¨®metro del valor de un quarterback y seguir a Watson ser¨¢ otro de los deberes ineludibles de cualquier aficionado en la temporada 2018.
Por lo dem¨¢s, los Texans han cargado con el lastre de no tener elecciones de primera y segunda ronda del draft, y se han centrado casi exclusivamente en dos objetivos: el primero ha sido intentar formar una l¨ªnea ofensiva que mejore el quinteto espantoso que el a?o pasado permiti¨® 54 sacks y 117 golpes a su quarterback, los peores n¨²meros de cualquier equipo exceptuando a los Colts; el segundo ha sido mejorar una secundaria que no estuvo a la altura de sus nombres en 2017 y demasiadas veces desbarat¨® el trabajo de un front seven 3-4 que s¨ª rindi¨® magn¨ªficamente pese a la baja de Watt y Mercilus.
Antes de revisar con lupa el ataque y la defensa, otra consideraci¨®n. Bill O¡¯Brien lleg¨® en 2014 a los Texans como alumno aventajado de Bill Belichick. Desde el primer d¨ªa ha intentado emular a su maestro y crear en Houston una estructura similar a la de New England. Gran parte de su staff de estos a?os tambi¨¦n se form¨® a la sombra de Belichick con Romeo Crennel como mano derecha. Al principio eso cre¨® muchas expectativas a su alrededor. Sin embargo, casi nunca ha sabido lidiar con los problemas de su vestuario como su maestro y, aunque no creo que su puesto peligre salvo hecatombe, ya queda muy poco del halo con el que lleg¨® a Houston. 2018 puede ser para ¨¦l un a?o clave.
ATAQUE: otros que son esclavos de su l¨ªnea.
Por muy bueno que pueda ser Deshaun Watson, si vuelve a sufrir 19 sacks en siete partidos lo m¨¢s normal es que vuelva a lesionarse y que esta vez no sea en un entrenamiento, con lo que empezar¨¢ de inmediato el run-run de que sus rodillas son de cristal, por mucho que el problema pueda ser otro. Los Texans han entrado a saco en el asunto y, para empezar ya no est¨¢n en el equipo Su¡¯a-Filo y Chris Clark, con lo que el lado izquierdo titular del a?o pasado ha volado. De hecho, el ¨²nico que parece tener el puesto asegurado es el center Nick Martin. Han fichado a Zack Fulton (G), Seantrel Henderson (RT) y Senio Kelemete (G), y han elegido en el draft a Martinas Rankin (3? ronda). Con ellos y lo poco que se salva del a?o pasado (quiz¨¢ Julie¡¯n Davenport y Kendall Lamm), tendr¨¢n que montar una l¨ªnea en tiempo r¨¦cord. Vista la calidad de los fichajes, yo solo me fiar¨ªa de Martin y si fuera Watson subir¨ªa la cuant¨ªa de mi seguro de vida.
El grupo de receptores cuenta con DeAndre Hopkins, uno de los grandes astros de la NFL actual, que el a?o pasado roz¨® las 1400 yardas pese a tener que vivir m¨¢s de media temporada con Savage y Yates lanzando pizzas. Hopkins acapara lanzamientos, pero tambi¨¦n facilita el trabajo a un Will Fuller que debe confirmar en 2017 las buenas sensaciones transmitidas en sus dos primeros a?os y a Bruce Ellington. El puesto de tight end tambi¨¦n deb¨ªa ser mejorado y lo han intentado en el draft con Jordan Akins.
El backfield no es deslumbrante pese a la tradici¨®n del equipo, y menos si la l¨ªnea no ayuda. D¡¯Onta Foreman (3? ronda de 2017) deber¨ªa dar ya el salto para ser el titular, pero viene de una grave lesi¨®n del tend¨®n de Aquiles y a¨²n no se sabe si estar¨¢ al ciento por ciento en septiembre. Mientras tanto, Lamar Miller seguir¨¢ siendo el referente por tercer a?o, pero parece ir a menos y sus 3,7 yardas por intento en 2017 parecen un s¨ªntoma de decadencia precoz por mucho que la l¨ªnea ayudara poco.
Al final, este ataque dar¨¢ de s¨ª lo que consigan Deshaun Watson y DeAndre Hopkins. Si ambos tiran del carro, todos acabar¨¢n rindiendo por encima del a?o pasado, pero como esa pareja falle, no parece haber nadie m¨¢s que se pueda echar el equipo a la espalda.
DEFENSA: un front seven de dibujos animados
Si hubo una buena noticia para los Texans en 2017 en el aspecto defensivo fue la irrupci¨®n espectacular de Jaedeon Clowney. El n¨²mero 1 del draft de 2014 se convirti¨®, por fin, en la bestia que todos auguraban hace cuatro a?os. Si a eso le sumamos que JJ Watt retornar¨¢ en 2018 en el mejor estado de forma desde hace varios a?os, es para que los rivales se echen a temblar. Sin olvidar que Whitney Mercilus tambi¨¦n est¨¢ de vuelta completamente recuperado, y el hecho de que todos los te¨®ricos titulares del front seven repiten, con Heath, Reader y Watt delante y Mercilus, Cunningham, McKinney y Clowney detr¨¢s. La 3-4 de Houston parece inmejorable, tremenda. Verles puede ser uno de los grandes espect¨¢culos de la temporada y deber¨ªan volver a ser el aut¨¦ntico motor sobre el que crezca todo el equipo.
Otra cosa es la secundaria, que en 2017 fracas¨® pese a los nombres y ha sido reforzada. Johnathan Joseph seguir¨¢ siendo el cornerback n¨²mero 1 a sus 34 a?os, con Kareem Jackson como eterno n¨²mero 2 m¨¢s que fiable. El problema es que Kevin Johnson, primera ronda del draft de 15, no acaba de arrancar por culpa de las lesiones. Por eso, y para dar m¨¢s profundidad a la posici¨®n, han fichado a Aaron Colvin, que seguramente ocupar¨¢ el slot.
El refuerzo m¨¢s importante de la secundaria, y de todo el equipo, ha llegado con el fichaje de Tyrann Mathieu, uno de los backs m¨¢s espectaculares de la NFL, con una velocidad endiablada y una capacidad asombrosa de estar en todas partes y anticiparse a la jugada. Los Cardinals no pudieron retenerle y Houston encontr¨® un chollo que debe multiplicar el octanaje de su secundaria. Adem¨¢s, solo tiene 26 a?os y estar¨¢ acompa?ado por un s¨®lido Andre Hal como free. En tercera ronda del draft eligieron a Justin Reid, que seg¨²n muchos analistas fue uno de los robos de este a?o. Si rinde como se espera, los Texans podr¨¢n hacer diabluras poniendo en el campo tres safeties de relumbr¨®n.
CONCLUSI?N:
La defensa debe seguir siendo el alma de estos Texans en 2018. Tanto el front seven como la secundaria deber¨ªan estar entre las mejores de la NFL. El problema es que el ataque est¨¢ algo cogido por los pelos pese a que parece haber encontrado el quarterback a?orado durante tantos a?os. Aunque la AFC Sur se est¨¢ complicando por momentos con Jaguars y Titans convertidos en gallitos, el calendario de Houston parece bastante sencillo a priori. Si Deshaun Watson confirma la impresi¨®n que transmiti¨® en 2017 y se mantiene sano, pueden superar las 10 victorias y luchar por el t¨ªtulo divisional, si el quarterback no es para tanto, creo que les faltar¨¢ pegada y volver¨¢n a navegar en torno a las ocho victorias. Y entonces O¡¯Brien tendr¨¢ que poner las barbas a remojar.