La mejor Carolina Mar¨ªn tira de ¨¦pica y jugar¨¢ por su 3? Mundial
Remont¨® en semifinales a la anfitriona china He Bingjiao (13-21, 21-16 y 21-13). Este domingo, a por su tercer Mundial en la reedici¨®n de la final ol¨ªmpica ante Sindhu.
Y Carolina Mar¨ªn lo volvi¨® a hacer. La onubense jugar¨¢ su tercera final del Mundial para alzar el tercer t¨ªtulo (tras los de 2014 y 2015) como la mejor jugadora de b¨¢dminton del planeta. Lo har¨¢ tras recuperar su mejor versi¨®n, la de aquella jugadora irrumpi¨® en el circuito desde un pa¨ªs con nula tradici¨®n en la ¨¦lite de un deporte que parec¨ªa reservado a las jugadoras asi¨¢ticas, en un escenario como China, donde su deporte es tan popular. Poco le import¨® tener enfrente a la sensaci¨®n del campeonato, con el p¨²blico chino apoyando a la anfitriona He Bingjiao, que a pesar de llevarse el primer set con autoridad acab¨® sucumbiendo ante el cicl¨®n onubense (13-21, 21-16 y 21-13) en 69 minutos de un precioso e intenso partido. Este domingo, otra batalla, y ante un vieja conocida como la india Pusarla Sindhu en la reedici¨®n de la final ol¨ªmpica de 2016 que signific¨® el oro de la espa?ola.
Un partido al que llega tras derrotar a Bingjiao, que se presentaba como una rival de ¨®rdago. No s¨®lo ten¨ªa el apoyo del p¨²blico sino que ven¨ªa de eliminar a la gran favorita y n¨²mero uno del mundo, Tai Tzu Ying. Demostr¨® ese cartel en la primera manga, donde Carolina no encontraba forma de superar la presi¨®n que ejerc¨ªa en la red. "Sigue el plan de juego", le repet¨ªa Fernando Rivas, entrenador de la espa?ola.
Un plan que empez¨® a ejecutar a la perfecci¨®n en el segundo set, una manga que arranc¨® con un punto espectacular de la espa?ola, con las dos jugadoras tiradas en la pista. Se avecinaba una batalla gigante, donde Carolina deb¨ªa sacar su mejor versi¨®n. Y no s¨®lo lo logr¨®, sino que empez¨® a 'comerse' a su rival en todos los aspectos. Igual¨® el duelo (21-16) y llegaba a la manga decisiva lanzada.
Tanto, que tras unos primeros instantes de igualdad (5-5), Carolina comenz¨® a jugar en modo cicl¨®n, endos¨¢ndole un parcial sonrojante a la jugadora china, un 8-0 del que ya no se podr¨ªa recuperar. La onubense sacaba su peculiar grito de rabia a la vez que intentaba controlar esa ansiedad por ganar que tanto da?o le ha hecho en el pasado reciente. Su batalla mental (y de lesiones) le han exigido trabajar (y sufrir) hasta niveles alt¨ªsimo, pero el resultado no puede ser mejor: ha llegado al 100% a la gran cita del a?o.?