Los Washington Capitals, a la final de la Stanley Cup
Alex Ovechkin alcanza, tras trece temporadas de decpeciones, el sue?o de poder jugar por el t¨ªtulo en la NHL. Les esperan los Vegas Golden Knights.
Un minuto y dos segundos se llevaban jugados del s¨¦ptimo partido de la final de la Conferencia Este de la NHL 2018 entre los Tampa Bay Lightning y los Washington Capitals cuando los segundos, los visitantes, anotaron el primer gol. A¨²n no hab¨ªa comenzado la progresiva reducci¨®n del griter¨ªo ensordecedor del inicio del encuentro cuando el Amelie Arena de Tampa solt¨® un "oooh" de disgusto y se sumi¨® en un extra?o silencio. 1453 kil¨®metros al norte, en un abarrotado Capital One Arena de Washington, estall¨® el j¨²bilo.
En 62 segundos Alex Ovechkin hab¨ªa refrendado con hechos lo que llevaba toda la semana diciendo con palabras. Lejos de huir de su etiqueta de perdedor, de gran jugador que jam¨¢s alcanz¨® la gran cima en la NHL, la gran figura rusa de 32 a?o abraz¨® su condici¨®n y tach¨® este s¨¦ptimo partido de "el m¨¢s importante de mi vida, "la ¨²ltima gran oportunidad" y de "ponerme nervioso s¨®lo de pensarlo". Demasiada sinceridad.
La que da, imagino, trece a?os de se uno de los mejores del mundo en tu deporte y no haber llegado nunca siquiera a la final de conferencia, mucho menos a la final de la Stanley Cup. 1003 partidos de temporada regular, 116 de playoffs y 663 goles hab¨ªan sucedido en su vida antes de esa anotaci¨®n que pon¨ªa a su equipo 0-1 ayer y que, a la postre, ser¨ªa el punto de partida de su noche m¨¢s grande.
Acabaron ganando 0-4 los Capitals, pero es un resultado que no se explica si no es por ese tempranero zambombazo. Porque los Lightning, desde ese momento, se lanzaron hacia la porter¨ªa de Braden Holtby, uno de los grandes h¨¦roes de los capitalinos en la noche.
El duelo se volvi¨® bronco. Mucho. Agarrones, camisetas arrancadas, peleas, golpes gigantescos. No falt¨® de nada, como no pod¨ªa ser menos en un duelo de esta relevancia. Los de Tampa Bay, enfrascados en su ataque sin fin, y sin ¨¦xito, con un par de fallos que les perseguir¨¢n todo el verano de lo claro que se ve¨ªa el gol, concedieron dos errores puntuales en sendos contraataques de los Capitals y Burakovsky los convirti¨® en gol en ambos casos. El 0-3 fue una losa que mat¨® cualquier ¨¢nimo que les quedar¨¢ a los de casa, al mejor equipo de la temporada en la Conferencia Este. El cuarto gol, ya en las postrimer¨ªas, fue una an¨¦cdota.
Los Washington Capitals, en el a?o en el que nadie contaba con ellos, han llegado a la final de la Stanley Cup. Cuando parec¨ªan destinados a la reconstrucci¨®n, cuando sus veteranas estrellas, sobre todo Ovechkin, aguardaban el adi¨®s a lo mejor de sus carreras, cuando se les dio por muertos, como siempre, en semifinales de confernecia ante su bestia negra hist¨®rica de los Pittsburgh Penguins, es cuando han acabado con todos sus fantasmas.
En las series a siete partidos por el t¨ªtulo se encontrar¨¢n, a partir del lunes, a la otra gran historia del a?o: Vegas Golden Knights. El equipo nuevo, de expansi¨®n, que se mete en la gran final en su primer a?o de existencia. Qu¨¦ contraste el de un conjunto reci¨¦n creado, que puede pensar que esto de ganar t¨ªtulos es de lo m¨¢s sencillo del mundo porque ha sido llegar y besar el santo, con el de los viejos perdedores que llevan toda una vida penando fracaso tras fracaso en los playoffs. Pues esa es la Stanley Cup este a?o, la que ver¨¢ coronarse a uno de los m¨¢s improbables campeones que se recuerdan, tanto si son los novatos Golden Knights como si son los Capitals y su legendario Ovechkin.