Leinster, tetracampe¨®n en la fiesta de San Mam¨¦s
Gan¨® el duelo de pateos a Racing (15-12) en una final ajustado y con muchos errores. Los parisinos pierden su segunda final en tres a?os.

Dos equipos pueden presumir de haber levantado cuatro veces la Champions Cup (antes Heineken), la leyenda francesa de Toulouse y desde hoy, despu¨¦s de la gran fiesta de San Mam¨¦s, tambi¨¦n Leinster. Tres veces hab¨ªa llegado el cuadro dublin¨¦s a un final y en todas ellas hab¨ªa ganado. Entonces lo hizo con Leo Cullen como capit¨¢n en el campo, ahora lo consigui¨® como m¨¢ximo responsable t¨¦cnico. Derrot¨® Leinster a Racing (15-12), guarismos m¨²ltiplos de tres, se?al inequ¨ªvoca de un partido resuelto con pateos a palos. No fue un encuentro brillante para el espectador, no hubo ensayos, pero en una final no hay lugar para el riesgo. Hay que sumar, y entre Sexton y el veterano capit¨¢n Nacewa sumaron un pase entre palos m¨¢s que Iribaren por los celestes.
La posesi¨®n, como era de prever, fue para el nuevo campe¨®n. Pero Racing le present¨® un choque incomod¨ªsimo. No encontraba fisuras el rodillo irland¨¦s, el partido estaba donde quer¨ªan los Laurent (Labit y Travers), la dupla de t¨¦cnicos parisina. Con Machenaud lesionado de gravedad, la historia daba una oportunidad a Teddy Iribaren, con antepasados en San Juan Pie de Puerto, en la Baja Navarra, al otro lado de la frontera. Ten¨ªa en Bilbao, en Euskal Herria, su momento. Y fue el protagonista gran parte del choque. Pas¨® el primer pateo a los tres minutos, aunque antes Racing hab¨ªa perdido al springbok Lambie (Carter hab¨ªa causado baja una hora antes del partido). Tal¨¨s pasaba de la grada a ser el centro de los focos. Nacewa intentaba romper la l¨ªnea, pero era imposible. Muchas indisciplinas, y todas ellas dirigidas a palos. Placajes altos, fueras de juego... Sexton pon¨ªa la igualada al cuarto de hora e Iribaren respond¨ªa en el 21'. De nuevo Racing por delante. Wayne Barnes perdon¨® la amarilla a Nakarawa por un avant voluntario en el corte del oval, pero s¨ª pit¨® la infracci¨®n y Sexton hizo el empate antes del descanso.
El sue?o del magnate Lorenzetti segu¨ªa siendo posible. Y Racing sali¨® m¨¢s enchufado de vestuarios. Iribaren pon¨ªa el 6-9 y Sexton se probaba a continuaci¨®n desde el centro del campo. Fallaba. Surg¨ªan los primeros nervios. A la mano tampoco pod¨ªa Leinster. Sexton se vengaba para el 9-9 en el 52' y el partido continuaba. Sexton marraba un pateo, pero tambi¨¦n Iribaren. Hasta en eso igualaban. Llegado el tramo final, en los ¨²ltimos diez minutos, ambos buscaban forzar pateos.
Ni Nacewa ni Thomas, los finalizadores a los que todos apuntaban, ten¨ªan el camino despejado para el ensayo. Iribaren pasaba el oval en el 70'. Con el 9-12 a Leinster se le echaba el tiempo encima. Pero forz¨® la m¨¢quina en delantera y Racing sigui¨® pecando. Nacewa tom¨® el testigo en un partido clave para su despedida profesional. Hizo la igualada en el 72' y cuando el choque parec¨ªa abocado a la pr¨®rroga (s¨®lo hubo dos antes en 22 ediciones), se rompi¨® esa opci¨®n con otro pase entre palos del oce¨¢nico.
A Racing le quedaba un minuto y medio por delante. Forz¨® el golpe, pero no lo consigui¨®. Y con el tiempo cumplido, Tal¨¨s se prob¨® con un drop que habr¨ªa hecho historia... pero de haber pasado. Fall¨®. Y Leinster agrand¨® su leyenda. El catal¨¢n Jordi Murphy, titular y que en breve se marchar¨¢ a Ulster, levantaba la Champions Cup junto con Nacewa.