Kyle Shanahan quer¨ªa a Kirk Cousins, no a Jimmy Garoppolo

?Os gustan las historias tristes con final feliz? Pues esta os va a encantar.

Kyle Shanahan no quer¨ªa a Jimmy Garoppolo, quer¨ªa a Kirk Cousins. Sin asomo de dudas ni asomo de verg¨¹enza. Tanto, que es el d¨ªa de hoy que tiene al primero y no al segundo y, a pesar de eso, no esconde sus sentimientos. No es el entrenador de los San Francisco 49ers una persona con dobleces, y va tan de cara como puede. A¨²n as¨ª, hay veces que es de una sinceridad nada com¨ªn en el mundo del deporte profesional.

Ha contado John Lynch, general manager de los 49ers, que cuando hizo el traspaso que mand¨® una segunda ronda a los New England Patriots a cambio de Jimmy Garoppolo, Shanahan entr¨® en un estado "de luto". De duelo por lo que hab¨ªa perdido y no de alegr¨ªa por lo que hab¨ªa ganado. Nunca ocult¨® el entrenador que su objetivo al hacerse cargo de los de San Francisco era poder convertir a Cousins en su gran fichaje, en su quarterback franquicia. Con el traspaso de Garoppolo eso quedaba en el espejo retrovisor, y le convirti¨® en un hombre triste durante unas semanas.

No olvidemos que Kyle Shanahan era el coordinador ofensivo de los Washington Redskins que convenci¨® a su padre, y a toda la franquicia, de elegir en el draft a Kirk Cousins en cuarta ronda a¨²n contando con que hab¨ªan dado un potos¨ª por escoger a Robert Griffin III en el 32 global.

Ya el a?o pasado tuvo esa misma dicotom¨ªa entre manos. Cuando Cousins recibi¨® el contrato de "jugador franquicia" por los Washington Redskins supo que ten¨ªa que esperar un a?o. En ese momento, en la Combine, habl¨® con Belichick acerca de Garoppolo y el entrenador de los Patriots le dijo que se olvidara, que no estaba en venta a ning¨²n precio.

As¨ª que aparc¨® el asunto durante todo un a?o. O eso pensaba ¨¦l. Con toda la raz¨®n del mundo, preve¨ªa que los Redskins no ofrecer¨ªan a Cousins lo que ped¨ªa, y que los 49ers tendr¨ªan espacio salarial suficiente para afrontar el fichaje de su quarterback. Adem¨¢s, el enamoramiento era de doble direcci¨®n: el jugador tambi¨¦n habr¨ªa ido encantado hacia los brazos de su mentor en la agencia libre.

El problema es que Lynch vio abierta la opci¨®n de Garoppolo en octubre y por una segunda ronda, y no dud¨® un instante. Con gran criterio, por supuesto, porque es un precio rid¨ªculo por el que apunta a gran estrella de la NFL.

El periodo de luto no dur¨® en exceso en la casa de los Shanahan. Tras un periodo de adaptaci¨®n respetable, puso a Garoppolo a jugar en los ¨²ltimos partidos de la temporada y llegaron las victorias. Con las victorias, el respeto como franquicia. Con ¨¦l, el inter¨¦s de los agentes libres y sus firmas. Y la certificaci¨®n de que Jimmy Garoppolo es el gran quarterback franquicia de los San Francisco 49ers para los pr¨®ximos a?os, de ah¨ª que le dieran el mayor contrato de la historia de la NFL, 27,5 millones al a?o y 137,5 globales en 5 a?os, superado un mes despu¨¦s, qu¨¦ cosas, por el de Kirk Cousins, de 28 millones anuales y 84 garantizados en 3 a?os.

Es por eso que esta historia tiene un final feliz para todos. Para John Lynch, que acert¨® en el momento del traspaso. Para Kyle Shanahan, que se convenci¨® del acierto y aprob¨® la renovaci¨®n multimillonaria. Para Jimmy Garoppolo, que se gan¨® a su entrenador en el campo. Y tambi¨¦n para los aficionados de los Minnesota Vikings que no tienen muy claro que su equipo se haya gastado el pastizal que se ha gastado en Kirk Cousins: Kyle Shanahan, que sabe de football m¨¢s que vosotros, que nosotros quiero decir, tambi¨¦n lo hubiera gastado. Aqu¨ª gana todo el mundo.