Depresi¨®n, alcohol, drogas y NFL: el calvario de Johnny Manziel

Johnny Manziel quiere volver a jugar en la NFL. Han pasado tres a?os desde que estuvo en un campo de f¨²tbol por ¨²ltima vez y cree que todo lo que ha pasado, todo lo que ha vivido, todo lo que ha descubierto sobre s¨ª mismo, es suficiente como para que alguien le de una nueva oportunidad. Por eso se ha abierto en canal en una serie de entrevistas por los medios de comunicaci¨®n norteamericanos y por eso Johnny Football vuelve hoy a nuestras vidas.

Es dif¨ªcil que nadie le haya olvidado. Desde que Texas A&M, universidad para la que jug¨® en la NCAA, ganase a Alabama en un memorable partido del quarterback, ha ocupado el centro de los focos de los seguidores de este deporte. A pesar de verse envuelto en no pocos esc¨¢ndalos, alguno tan inocente como vender art¨ªculos firmados y otros m¨¢s serios, con fiestas llenas de sustancias prohibidas, fue elegido en primera ronda del draft por los Cleveland Browns. Los Dallas Cowboys convencieron, in extremis, a Jerry Jones para que no le eligiera. Qu¨¦ diferente podr¨ªa haber sido la historia para todos.

En Cleveland jam¨¢s trabaj¨®, jam¨¢s pele¨®, jam¨¢s entendi¨® el sacrificio f¨ªsico que requer¨ªa ser un jugador de la NFL. Lleg¨® borracho a los entrenamientos. Pas¨® de una sesi¨®n de v¨ªdeo para irse a un partido de la NBA. Perdi¨® su libro de jugadas. Tuvo encontronazos con la justicia. Se pele¨® con su novia de forma p¨²blica y ostentosa.

Un a?o y medio despu¨¦s estaba fuera de la NFL y, desde entonces, su tel¨¦fono, ni el de su agente, ha sonado. No es que necesite el dinero, pues proviene de una rica familia del mundo del petroleo de Texas, pero al tocar fondo ha descubierto lo que echa de menos la que quer¨ªa que fuese su profesi¨®n.

Manziel ha declarado que es bipolar, que se est¨¢ medicando por esta enfermedad, y que su abuso de drogas y alcohol le llev¨® a una profunda depresi¨®n. Que beb¨ªa y sal¨ªa de fiesta para luchar contra ella y que eso s¨®lo agravaba el problema. Acab¨® bebiendo s¨®lo en su casa y siendo presa de una oscuridad vital absoluta.

Asegura que lleva un a?o sobrio y que se va a tomar este pr¨®ximo cap¨ªtulo de su vida completamente en serio.

No es balad¨ª que salga justo a mitad de febrero a decir estas cosas. Dentro de un mes los equipos de la NFL pasar¨¢n de 53 miembros a 90, por lo que las opciones de que alguien le de alguna oportunidad son mayores en esta ¨¦poca del a?o.

No obstante, cuesta imaginar que Johnny Football tenga un sitio en la liga, ahora mismo, tras las que li¨®, tras el reguero de decepciones que acumul¨®. Es por eso que el mejor camino que puede emprender es el de irse a la liga canadiense (CFL), demostrar que puede no s¨®lo jugar sino ser riguroso y disciplinado con su d¨ªa a d¨ªa y, entonces, quiz¨¢s, afrontar un campo de entrenamiento en la NFL.?

En ese sentido, ya tiene una oferta. Los Hamilton Tiger-Cats les han ofrecido un contrato. No ser¨ªa el primer quarterback que se va a jugar a Canada y vuelve a la NFL; ese camino ya lo emprendieron gente del nivel de Warren Moon, Jeff Garc¨ªa o Doug Flutie. Y, ahora mismo, parece su opci¨®n m¨¢s evidente.

El primer paso para recuperarse, siempre, es admitir todo lo que uno ha hecho mal. Johnny Manziel ha comenzado por ah¨ª, pero ese s¨®lo es el inicio del camino. Si de verdad quiere ser un jugador profesional de f¨²tbol americano, algo para lo que se requiere mucho, much¨ªsimo, m¨¢s que tener un cierto talento f¨ªsico, deber¨¢ demostrarlo desde ya, y no s¨®lo con palabras.