Los Eagles masacran a los Vikings y jugar¨¢n la Super Bowl
Los Vikings se adelantaron en el marcador, pero desde ese momento el partido fue un festival de los Eagles, que aniquilaron a sus rivales en ataque y defensa. Rams vs Saints en vivo: NFL, NFC Conference Championship
Definitivamente, todos nos hemos equivocado. Cuando Wentz se lesion¨® en la semana 14 contra los Rams pensamos que los Philadelphia Eagles estaban acabados. Igual que se acabaron los Raiders de 2016 cuando se lesion¨® Derek Carr. Pero no ha sido as¨ª. Foles le ha ocupado el puesto de quarterback no solo con solvencia. Ante los Vikings incluso fue brillante, genial. Tanto en la ejecuci¨®n como en la inteligencia en los momentos decisivos.
Pero el verdadero secreto de este equipo est¨¢ en la banda. Doug Pederson, su entrenador principal, Frank Reich, su coordinador ofensivo, y Jim Schuartz, el defensivo, forman un tridente portentoso, fenomenal, que plantea cada partido con una inteligencia superior y una habilidad asombrosa. Y as¨ª, se sobreponen a sus te¨®ricas debilidades para sacar el m¨¢ximo partido de las de sus rivales. Incluso parecen encontrar algunas que quien se enfrenta a ellos ni siquiera sabe que tiene.
Los Vikings empiezan anotando
Y eso que el partido contra los Vikings empez¨® para ellos de la peor manera posible. La primera serie de Minnesota fue, sencillamente, perfecta. 4 minutos y 46 segundos en los que jugaron un football de fantas¨ªa. Cuando Rudolph anot¨® el touchdown que inauguraba el marcador (7-0) nada hac¨ªa presagiar que a partir de ese momento solo habr¨ªa un equipo en el campo, los Eagles, mientras que el equipo morado se convirtir¨ªa en un alma en pena.
Los Eagles no se amedrentaron tras el mete¨®rico arranque rival y su poco esperanzadora serie consiguiente. Apretaron los dientes en defensa y a partir de ah¨ª empezaron a crecer para darle la vuelta a la tortilla. Primero fue una intercepci¨®n a Keenum que lanz¨® el bal¨®n descontrolado por la presi¨®n asfixiante de la defensa para que cayera suavemente en los brazos de Patrick Robinson, que atraves¨® el campo de lado a lado para culminar un retorno de 50 yardas que empat¨® el partido (7-7).
Comienza el rodillo de los Eagles
Fue como un mazazo para Minnesota. Los de Zimmer se quedaron helados tras el ¡®pick six¡¯ y ya no levantaron cabeza. Inexplicablemente, la anotaci¨®n min¨® su moral hasta el tu¨¦tano y ya nunca parecieron ellos mismos. Su l¨ªnea ofensiva era atropellada por el ¡®front seven¡¯ de Philadelphia y su defensa, que casi nunca pierde el sitio y parece imposible de quemar, se com¨ªa con patatas los lanzamientos largos de Foles y tampoco era capaz de frenar el chaparr¨®n de pases r¨¢pidos y cortos que ven¨ªan por todos lados.
La superioridad local comenz¨® a ser insultante en todos los aspectos del juego y era inevitable que los puntos de Philadelphia fueran cayendo. Blount anot¨® un touchdown de carrera de 11 yardas que adelant¨® a su equipo 14-7 y en la siguiente serie de los Vikings se produjo el hecho que mat¨® definitivamente el partido. Keenum recuper¨® la confianza para dirigir una serie larga y exitosa hasta la yarda 16 rival, pero entonces sufri¨® un sack con fumble recuperado por sus rivales. Los Eagles no solo pararon en seco a sus rivales cuando empezaban a recuperarse, tambi¨¦n les atravesaron el coraz¨®n con un touchdown de Jeffery tras un pase de Foles de 53 yardas (21-7).
Un regalo antes del descanso
Quedaba un minuto para el descanso y lo l¨®gico habr¨ªa sido que los Vikings se tomaran la cosa con calma para lamerse las heridas y volver con renovada fuerza, pero corrieron un riesgo innecesario cuando estaba completamente groguis, y devolvieron el bal¨®n a los Eagles que, en 30 segundos, llegaron a distancia de field goal para dejar el partido sentenciado (24-7).
El resto del partido sobr¨®
Por si fuera poco, en la primera serie del tercer cuarto Foles volvi¨® a lanzar una bomba de 41 yardas y Torrey Smith ampli¨® m¨¢s la diferencia (31-7). El resto del encuentro era ya un tr¨¢mite. Los Vikings, convertidos en zombies, luchaban sin ninguna fe y se quedaban a siete yardas de reducir distancias. Unos Eagles en estado de gracia no les daban ni un respiro y enlazaban una serie muy larga de siete minutos que culminaba con otro touchdown de Jeffery (38-7).
La paliza hab¨ªa alcanzado un grado m¨¢s y ya era una masacre. Y tambi¨¦n una pena. Minnesota ha completado una temporada magn¨ªfica, sobreponi¨¦ndose a momentos muy complicados y rindiendo a un nivel inesperado, pero tuvo que esperar a la final de conferencia para jugar su peor partido. Para tener esa actuaci¨®n que casi todos le auguraban semana tras semana, pero que ellos consegu¨ªan conjurar. Los que saltaron al emparrillado del Lincoln Financial Field no eran ellos, o al menos no lo parecieron. Y el sue?o de jugar la Super Bowl en su propio estadio termin¨® al mismo tiempo que eran atropellados.