Y Loki baj車 a la tierra para que reinaran la locura y los Vikings
Los Vikings perd赤an por un punto a falta de 10 segundos, cuando un pase de 61 yardas de Keenum a Diggs par車 el mundo de la NFL en un instante fabuloso. Dallas Cowboys vs Indianapolis Colts en vivo: NFL, Semana 15
Ya no hablamos de milagros. Eso se ha quedado corto. Los imposibles no son nada despu谷s de lo que vimos el domingo en Minnesota, cuando a falta de 10 segundos los Vikings perd赤an 24-23 despu谷s de haber ido casi siempre por delante y se arrastraban en unos 迆ltimos segundos de agon赤a intentado llegar a ninguna parte mientras toda la grada era llanto y crujir de dientes.
Keenum ten赤a el bal車n en la propia yarda 39. La end zone rival estaba al otro lado del Atl芍ntico y la patada a palos obligaba a sacar el bal車n de 車rbita. La defensa de los Saints maltrataba a la l赤nea ofensiva de los Vikings que no le daba a su quarterback ni un segundo. Estaban lejos los primeros minutos de partido, cuando el marcador reflejaba un 17-0 cero a favor de los morados y Brees solo hab赤a completado un pase. Ya nadie se acordaba de las dos intercepciones al quarterback de los Saints, ni del dominio insultante ni del control del reloj. La segunda parte hab赤a sido como una lenta agon赤a en la que los Vikings se hac赤an peque?os al mismo tiempo que los Saints crec赤an y Brees fabricaba fuego con su brazo incorrupto.
Esa es la maldici車n de los Vikings. El equipo que casi siempre lo merece todo, pero siempre se queda corto. La franquicia de las derrotas rid赤culas, de la heroicidad incomprendida, de las ocasiones perdidas y de las agon赤as intensas. Quedaban diez segundos y otra vez se abr赤a el suelo bajo sus pies para llevarlos al infierno. Otra vez se romp赤a la magia y ganaba el maleficio que volv赤a a hacer un nudo en la garganta y borraba la sonrisa.
Los Vikings volv赤an a pensar que no merec赤a la pena ser feliz tan poco tiempo para terminar sintiendo un sufrimiento tan intenso. Y todos pensaban en el ojo de Zimmer, la rodilla de Bridgewater y la otra rodilla de Bradford. Y miraban con odio y cari?o por igual a un Keenum que ha sido pr赤ncipe por un a?o, pero se convirti車 en verdugo con un pase innecesario lanzado en el tercer cuarto y que le dio la vuelta al partido e inici車 la pesadilla.
Quedaban diez segundos. Pero eran como un a?o. Un siglo. Una eternidad en el purgatorio para una afici車n de sufridores que merecen ir al cielo de cabeza. Ya han pagado por todas sus culpas. Ya han sufrido lo suficiente. Su color es el morado y desde hace muchos a?os han visto a los suyos ganar y ganar hasta que llegaba el d赤a importante, cuando todo terminaba.
Y entonces Keenum levant車 la vista. Nueve. Y lanz車 el bal車n a Diggs por si sonaba la flauta. Ocho, siete y seis. Y el receptor cog赤a el bal車n y Markus Williams se ca赤a redondo. Y segu赤an los llantos y las maldiciones. Pero algunos deten赤an lo hipidos y alzaban la mirada incr谷dulos al ver que el sol volv赤a a brillar. Cinco y cuatro. Diggs arrancaba a correr. Ten赤a el bal車n abrazado, casi acunado con amor, y frente a 谷l no hab赤a nadie. Y el Atl芍ntico desaparec赤a y la end zone estaba ah赤, a un paso. Y empezaban los aullidos, la locura. No pod赤a estar pasando. Por una vez los dioses no daban la espalda al equipo morado. Thor y Odin mandaron a Loki a la tierra para que reinara la locura. Tres y dos. Tan acostumbrados est芍n en Minneapolis a los disgustos que algunos no quieren mirar. ?Y si se tropieza? ?Y si le da un infarto? ?Y si no llega a la end zone y nos morimos en la orilla? Uno y cero. ?????LOS VIKINGS HAN GANADO!!!!! ?Qui谷n dijo inmaculada recepci車n? Una broma comparada con lo que hicieron Keenum y Diggs. Un momento casi vulgar si lo medimos junto a la atrapada perfecta. La recepci車n de todos los tiempos. La conexi車n improbable y el touchdown imposible. Una remontada para la historia del football americano.
Y que nadie piense que es un milagro. Hay que inventar otra palabra m芍s solemne para lo que contemplamos con estos ojos que se comer芍n los gusanos.
Y que les aproveche.