Los Eagles demuestran que tambi¨¦n son temibles con Foles

Muchos apost¨¢bamos porque estos Eagles con Foles estar¨ªan a a?os luz del bloque m¨¢ximo favorito al anillo que eran antes de la lesi¨®n de Wentz. Pero nos equivoc¨¢bamos. Pederson nos ha cerrado la boca a todos primero, y luego nos ha dejado boquiabiertos con un planteamiento de partido magistral en el que Foles, con todas sus limitaciones, hizo perfectamente su trabajo para que Philadelphia fuera siempre muy superior a Atlanta. Los locales dominaron el partido en ataque y en defensa y ahora se han ganado el respeto de toda la NFL. No importa que no est¨¦ Wentz. Con la direcci¨®n de Pederson, el ataque inteligent¨ªsimo de Frank Reich y la defensa de Jim Schwartz han demostrado que siguen siendo muy serios aspirantes al anillo.

El partido empez¨® con una pizza de Foles convertida en interferencia defensiva y con un fumble de Ajayi en la siguiente jugada. Arranque surrealista que no hizo justicia al magn¨ªfico espect¨¢culo que vino a continuaci¨®n. Ese no fue el ¨²nico error importante de los Eagles en la primera mitad. Ese primer bal¨®n perdido les pudo costar tres puntos porque ya estaban a distancia de field goal; m¨¢s tarde estuvieron a punto de perder el bal¨®n en la yarda 1 rival con otro fumble y, por fin, un tercero en retorno de punt fue la antesala al primer touchdown de Atlanta.

Al final, todas esas jugadas marcaron un duelo en el que los Eagles jugaron mejor, pero que nunca consiguieron romper porque se fueron dando tiros en el pie en los momentos m¨¢s inoportunos.

La l¨ªnea ofensiva de los Eagles, decisiva

Atlanta solo tuvo un drive relativamente c¨®modo, y fue el primero del partido. Ryan completaba pases con cierta facilidad sin meterse en grandes l¨ªos y Coleman hac¨ªa mucho da?o con sus carreras exteriores. El field goal que adelant¨® a Atlanta parec¨ªa poco premio por lo que hab¨ªamos visto, pero fue solo un espejismo. Desde ah¨ª, y hasta los ¨²ltimos minutos, los visitantes nunca tuvieron la frescura necesaria para mover las cadenas ante una defensa de los Ealges que en todas las jugadas se multiplicaba con una velocidad endiablada. Hasta el punto que parec¨ªa imposible que tuvieran sobre el emparrillado solo once jugadores.

Con el ataque de Philadelphia ocurri¨® todo lo contrario. En un principio parec¨ªa oxidado con un Foles con cara de asustado y un juego de carrera acomplejado despu¨¦s del fumble inicial. Hasta el punto que los Falcons se atrevieron a jugarse un cuarto down en medio campo, tal vez pensando que el ataque rival no era demasiado peligroso. Sin embargo, todo cambi¨® cuando terminaba el primer cuarto. Ah¨ª comenz¨® una serie m¨¢gica de casi 7 minutos durante la cual la l¨ªnea ofensiva dio un recital abriendo autopistas a la carrera de Ajayi, dando todo el tiempo del mundo a Foles para lanzar y, al final, allan¨¢ndole el camino a Blount para que anotara el primer touchdown del partido que se qued¨® en 6-3 despu¨¦s de que Elliott estrellara el extra point en un palo.

Atlanta y los equipos especiales

El partido se hab¨ªa dado la vuelta y era Atlanta la que parec¨ªa superada por los acontecimientos. Philadelphia dominaba el partido a los dos lados del bal¨®n y lo que en un principio parec¨ªa un leve dominio pas¨® a ser una superioridad manifiesta. Entonces el dios de las jugadas de equipos especiales volvi¨® a sonre¨ªr a los Falcons, como ya lo hab¨ªa hecho la semana pasada ante los Rams, los Eagles perdieron el bal¨®n en el retorno y Matt Ryan no dej¨® escapar la oportunidad de adelantar a su equipo lanzando un pase a la end zone a Freeman cuando ya parec¨ªa placado (10-6).

El resultado parec¨ªa injusto para lo que hab¨ªamos presenciado, y los Eagles consiguieron equilibrarlo un segundo antes del descanso, con un field goal de 53 yardas. 9-10 en el luminoso que hac¨ªa m¨¢s justicia a lo ofrecido por unos y otros hasta el medio tiempo.

Tras el descanso surgi¨® Foles

Durante el tercer cuarto el partido se equilibr¨®. Ni unos ni otros parec¨ªan jugar c¨®modos despu¨¦s de los ajustes, pero cuando menos se esperaba surgi¨® Foles de la nada. Despu¨¦s de haber estado bastante inseguro e impreciso en la primera mitad, comenz¨® a completar pases en tercer down que mantuvieron vivo un drive que hab¨ªa comenzado con su ataque pegado a su propia end zone y que logr¨® llegar a distancia de field goal para que su equipo se adelantara 12-10. La defensa de Atlanta comenzaba a estar con la lengua fuera y visto lo que estaba sucediendo sobre el emparrillado, esa diferencia de dos puntos val¨ªa su peso en oro. Matt Ryan estaba dando palos de ciego, intentando salvar sus series con la magia de Julio Jones, pero incapaz de imponer su autoridad sobre una defensa de los Eagles que cada minuto que pasaba parec¨ªa m¨¢s a gusto y le agobiaba m¨¢s.

La diferencia se ampli¨® a¨²n m¨¢s a favor de los Eagles tras otra serie casi perfecta de Foles, con Ajayi corriendo casi a placer gracias a que, una vez m¨¢s, la l¨ªnea ofensiva local se estaba dando un fest¨ªn con el front seven visitante. Se quedaron a tres yardas de anotar un touchdown que habr¨ªa sentenciado el choque a falta de 6 minutos, pero el 15-10 en el marcador obligaba a los Falcons a atravesarse el campo con una serie ofensiva s¨®lida, algo que no hab¨ªan conseguido en todo el enfrentamiento.

La magia de Ryan y Julio Jones no fue suficiente

Y no fue porque los Falcons no lo intentaran. A punto estuvieron de remontar in extremis. A base de pases milagrosos a Julio Jones llegaron a la yarda dos rival en cuarto down y con 1:05 por jugar. Otra vez taquicardias en la grada, otra vez con todos mirando la televisi¨®n de pie, incapaces de sentaros. Nos qued¨¢bamos sin u?as mientras ve¨ªamos football en estado puro y Matt Ryan luchaba por sobrevivir ante un front seven que le maltrataba en cada jugada y le golpeaba una y otra vez. Se la jugaron a vida o muerte con un pase de Matt Ryan a Julio Jones mientras toda la defensa persegu¨ªa al quarterback. Pero no pudo ser. Incompleto y final del partido. Los Eagles sin Wentz tambi¨¦n son muy grandes. Foles puede ser suficiente para ganar el anillo si sigue teniendo alrededor un regimiento de gigantes.