La insolente universidad que se autoproclam¨® campeona

El acto m¨¢s revolucionario del a?o en el deporte norteamericano lo ha protagonizado la universidad de Central Florida (UCF). En un claro momento digno de "de perdidos al r¨ªo", toda la instituci¨®n, desde los m¨¢s altos directores hasta el ¨²ltimo de los estudiantes, se han embarcado en una ilusi¨®n colectiva que es ajena a lo que pasa en el resto del mundo: se han autoproclamado campeones de la NCAA.

Tal cual suena.

Para explicar esta historia hay que empezar describiendo como funciona la competici¨®n de la NCAA en su modalidad de f¨²tbol americano. Dado que hay 130 universidades en lo que podr¨ªamos llamar la primera divisi¨®n, y tan s¨®lo doce jornadas de temporada regular, es evidente que no todos pueden jugar contra todos. As¨ª que hay un comit¨¦ que se encarga de seleccionar a los cuatro mejores para que jueguen los playoffs, la Final Four.

S¨ª, s¨ª, seleccionar.

Esas 130 universidades se organizan en diez conferencias, m¨¢s algunas escuelas que son independientes. Aqu¨ª tambi¨¦n hay clases, pues cinco de las conferencias son mucho mayores, y se las conoce como las "Power Five", y las otras cinco, mucho menores, tienen el t¨ªtulo de "Group of Five".

Lo que esto conlleva, a la hora de la verdad, es que el comit¨¦ apenas si tiene que elegir a sus cuatro participantes en el playoff entre los cinco campeones de las "Power Five" y un par m¨¢s de equipos que hayan acabado el a?o con s¨®lo una derrota. Por eso, y aunque el sistema parece muy ca¨®tico, sobre el terreno casi nunca hay m¨¢s de cinco o seis candidatos a la Final Four, y tres de ellos suelen ser muy obvios. Hay controversias, claro, pero en el fondo no es m¨¢s que eso.

Sucede que UCF, como habr¨¦is imaginado, pertenece a una de las conferencias de los "Group of Five" y eso hace que no sean considerados para los playoffs casi bajo ninguna circunstancia. Los rivales contra los que juegan no son de campanillas, sus jugadores no son estrellas y se les puede echar en cara eso de "vosotros contra quien hab¨¦is empatado" para dar la lata a los m¨¢s grandes.

A modo de limosna, para ser justos dir¨¦ que gigantesca limosna, al mejor equipo del a?o de esas peque?as conferencias se les invita a una de las grandes Bowls de a?o nuevo. Es lo que sucedi¨® con UCF en 2017; como ganaron todos sus partidos, acabando 12-0 la temporada regular, se ganaron un puesto en la Peach Bowl para enfrentarse a la poderosa Auburn.

Y aqu¨ª comenzaron los problemas para la NCAA y el maravilloso surrealismo de la UCF campeona: los de Central Florida ganaron a Auburn. Oh. Y en un partido magn¨ªfico. Oh. Cielos.

Auburn, por su lado, hab¨ªa ganado en la temporada regular tanto a Georgia como a Alabama, que resultaron los dos finalistas del playoffs. Alabama gan¨® la final a Georgia, en concreto. Y en UCF siguieron el siguiente silogismo: Auburn gan¨® a Alabama y Georgia, nosotros hemos ganado a Auburn, nadie nos ha ganado a nosotros y hemos acabado la temporada invictos... ?somos los campeones!

En la NCAA se rieron de ellos. Ese tipo de argumentos son absurdos, les dijeron, as¨ª que no deis la paliza. Y ah¨ª podr¨ªa haber muerto la historia, como tantas veces en esta competici¨®n.

Ah¨ª va el clickbait: lo que sucedi¨® a continuaci¨®n os sorprender¨¢.

Los directores de UCF decidieron autoproclamarse campeones de la NCAA 2017 con todas las consecuencias.

De esta manera, todos los entrenadores y miembros de la gesti¨®n del departamento deportivo han cobrado sus bonus por alcanzar el campeonato y organizaron un desfile de campeones para los jugadores por DisneyWorld.

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Han mandado hacer anillos para todos los miembros del equipo, van a colgar una banderola conmemorativa en el estadio y han desatado una guerra en Wikipedia para que aparezca que son los campeones de la temporada. Todo tal y como si hubiesen ganado.

El gesto puede parecer una tonter¨ªa, pero no lo es en absoluto.

Primero porque sirve para que todos los implicados celebren el a?o como merece. Ellos han ganado todo lo que se les ha puesto por delante y no han podido hacer absolutamente nada m¨¢s para ser considerados campeones. Bien se merecen un momento de comedia y felicidad pura como este.

Y, segundo, porque la osad¨ªa va a obligar a la NCAA a abrir los ojos ante los equipos del "Group of Five" y sus m¨¦ritos, de tal manera que el siguiente que tenga una temporada perfecta va a tener mucha mayor publicidad y el comit¨¦ m¨¢s presi¨®n para considerarles en serio.

Incluso en el tema de prestigio y econ¨®mico, esencial en la competici¨®n, se van a convertir en un sitio al que los chavales van a querer ir a jugar y numerosas grandes universidades les van a contactar para jugar contra ellos en futuras temporadas, lo que les har¨¢ mejorar en todos los ¨®rdenes.

La audacia de UCF, por lo tanto, no quedar¨¢ sin recompensa. Ellos creen que son campeones y el resto del mundo puede pensar lo que les de la gana al respecto. A veces no es tan importante lo que opinen de ti los dem¨¢s, y esta universidad lo ha llevado al extremo.