El ¨²ltimo gran triunfo de Mike McCarthy en Green Bay
La elecci¨®n de Brian Gutekunst como nuevo general manager de los Packers, por delante de Russ Ball es un voto de confianza al entrenador.
![DETROIT, MI - DECEMBER 31: Head coach Mike McCarthy of the Green Bay Packers watches his team against the Detroit Lions during the first quarter at Ford Field on December 31, 2017 in Detroit, Michigan. Gregory Shamus/Getty Images/AFP
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Mike McCarthy, el entrenador de los Green Bay Packers, firm¨® una extensi¨®n de contrato hace apenas quince d¨ªas para seguir siendo el preparador principal del equipo las pr¨®ximas dos temporadas. De hecho, la firm¨® durante la temporada regular y se hizo p¨²blico hace apenas unos d¨ªas, justo a la vez que el que era su jefe directo, el ya ex general manager de los Packers Ted Thompson, diera un paso al lado y se convirtiera en un consejero o asesor en la franquicia; un jarr¨®n viejo, vaya.
Es importante toda esta sucesi¨®n de hechos porque se dir¨ªa que McCarthy ha obtenido la mayor victoria de la a¨²n joven offseason en la franquicia con la elecci¨®n del nuevo general manager.
El elegido es Brian Gutekunst y, seg¨²n todas las informaciones que se filtran del entorno de Green Bay, se trata de un hombre de la cuerda del actual entrenador.
Gutekunst llevaba siendo un directivo importante en los Packers desde el a?o 2012. Entonces se convirti¨® en el jefe de ojeadores. Desde el 2015 ha ido teniendo ofertas para ser general manager en la NFL. Se le ha tratado de entrevistar, a veces con permiso de los queseros y otras veces siendo denegado, por los Philadelphia Eagles, los Tennessee Titans y, m¨¢s recientemente, los Buffalo Bills y los San Francisco 49ers.
En el ¨²ltimo caso, y antes de que eligieran a John Lynch para ese puesto, ¨¦l mismo se retir¨® de la carrera y volvi¨® a Wisconsin con alegr¨ªa. Aquello se interpret¨® como que hab¨ªa conseguido dos cosas: un aumento de sueldo en su franquicia y la promesa del presidente, Mark Murphy, de que era el heredero de Thompson cuando el d¨ªa llegase.
Sin embargo, ese d¨ªa lleg¨® y tal promesa tard¨® en ejecutarse. Su principal rival estaba en casa. Se trataba de Russ Ball, el hombre encargado de los contratos y el control salarial en la franquicia. Ball es justo la otra cara de la moneda. Si Gutekunst es el hombre de football, el ojeador, el que se quema las pesta?as viendo v¨ªdeos de promesas y veteranos en la agencia libre, Ball es el ejecutivo que quiere hacer las cosas de manera un poco diferente y moverse m¨¢s en el plano te¨®rico.
Darle todo el poder a Russ Ball era poner contra la espada y la pared a McCarthy, pues la relaci¨®n entre ambos no es la mejor, seg¨²n se cuenta. Y d¨¢rselo a Gutekunst era reforzarle. El triunfo de este ¨²ltimo es tambi¨¦n el del entrenador.
De hecho, en declaraciones recientes, McCarthy ha dicho que ha estado muy activo en la elecci¨®n de su pr¨®ximo jefe, algo que no tiene mucho sentido porque, bueno, va a ser su jefe, y Murphy ya ha dejado claro que Gutekunst tiene la potestad absoluta y exclusiva de despedir al entrenador si as¨ª lo estima oportuno.
Es m¨¢s, el presidente del equipo se ha involucrado m¨¢s que nunca en este proceso y, al contrario de lo que pasaba con Thompson, ha decidido cambiar la estructura de poder de los Packers para que los tres hombres, Gutekunst, Ball (que ha sido ascendido a presidente de operaciones) y McCarthy respondan directamente ante ¨¦l.
El gran perdedor de todo el proceso ha sido Eliot Wolf, que part¨ªa con las mismas expectativas que Gutekunst y Ball y, a la vista de lo ocurrido, ha decidio entrevistarse con John Dorsey, general manager de los Cleveland Browns y hombre tambi¨¦n de la factor¨ªa de los Packers, para irse con ¨¦l como segundo de a bordo en su nuevo proyecto.
La conclusi¨®n es que Mike McCarthy ha ganado esta batalla. De general manager est¨¢ quien el quer¨ªa, y lo primero que ha dicho es que va a ser agresivo en la agencia libre, como no hab¨ªa ninguna duda que as¨ª ser¨ªa dados los resultados de los ¨²ltimos a?os y la "doctrina Thompson" de fiarlo todo al draft. As¨ª que miel sobre hojuelas. Eso s¨ª: se acabaron las coartadas. La exigencia ser¨¢ el anillo, y si no se consigue el a?o que viene sabe que su nuevo jefe, por amigable que sea, tiene el poder para despedirle sin consultar con nadie.