Garbrandt, ante su enemigo T.J. Dillashaw en su primera defensa
Garbrandt pone en liza por primera vez su t¨ªtulo del peso gallo. Lo hace su exompa?ero de equipo, T.J. Dillashaw. Ahora se odian y quieren resolverlo en el oct¨¢gono.Barcelona - Valladolid en directo: Copa del Rey de balonmano 2018
No hay peor enemigo que el que antes fue tu amigo. Conoce tus virtudes, pero tambi¨¦n tus debilidades y sabe por d¨®nde atacarte. Esa m¨¢xima se cumple m¨¢s todav¨ªa en los deportes de contacto, en los que un compa?ero de entrenamiento resabiado puede complicar todo. Ante eso van luchar Cody Garbrandt y T.J. Dillashaw y el campeonato de la UFC del paso gallo ser¨¢ el testigo. Los dos fueron durante muchos a?os compa?eros y amigos, pero la marcha de Dillashaw del equipo fue entendido por el campe¨®n como una traici¨®n. De amigos pasaron a enemigos, y ah¨ª est¨¢n enrocados.
Con esa premisa se entiende que sus careos previos hayan estado marcados por una gran tensi¨®n. Pero en juego sobre el oct¨¢gono hay m¨¢s cosas que esa rivalidad y el t¨ªtulo. Cody Garbrandt debe confirmarse, ya que por edad y estilo tiene visos de ser la futura estrella de la compa?¨ªa. Con s¨®lo 26 a?os ya es campe¨®n mundial, gan¨® ese t¨ªtulo el 30 diciembre de 2016, y es invicto en 11 combates. De ellos, nueve los ha ganado por KO y s¨®lo dos por decisi¨®n. Es decir, abandera el nuevo estilos de las MMA a la perfecci¨®n, en ¨¦l, la pegada gana protagonismo. Gana y gusta, por ello, la empresa quiere cuidarle. Puede ser el McGregor del futuro, es una apuesta.
Enfrente tendr¨¢ el peligro de un hombre que le conoce a la perfecci¨®n, pero hay que destacar que Garbrandt tiene mucho crecimiento todav¨ªa y que lo ha llevado a cabo desde que no est¨¢n juntos. Con 31 a?os, T.J. Dillashaw llega m¨¢s presionado. El campe¨®n debe confirmarse, pero el aspirante sabe que puede ser su ¨²ltima gran oportunidad. Perdi¨® hace tres combates y la oportunidad quiz¨¢ le llegue pronto, pero una rivalidad vende y ha pesado. La mayor de sus virtudes tambi¨¦n es la pegada, pero ha demostrado que se defiende en el suelo y en combates largos. Lo mismo que Garbrandt, que gan¨® el t¨ªtulo en las cartulinas. Puede ocurrir, pero el odio y la potencia de ambos no lo hacen presagiar. Los dos esperar¨¢n el fallo en una guerra sin cuartel. M¨¢s que un t¨ªtulo en juego, el honor por una 'traici¨®n'. Garbrandt y Dillashan tienen una cita en The Garden, el templo dictar¨¢ sentencia.?