Sergio Garc¨ªa sigue su idilio con Valderrama, que ya muerde

La estad¨ªstica no miente. Sergio Garc¨ªa y Valderrama tienen un idilio. Se resume en 11 top-tens en el recorrido gaditano y una victoria. En este Andaluc¨ªa Valderrama Masters sigue esa relaci¨®n m¨¢gica entre el campo y el de Borriol, que ayer aguant¨® un d¨ªa duro en par y total de -5, a uno del l¨ªder Joost Luiten. ¡°Pele¨¦ lo que pude. El campo te exige mucho m¨¢s cuando las calles se ponen m¨¢s duras. As¨ª que hay que dar golpes muy precisos¡±, contaba Sergio, de una jornada de sol de oto?o y greenes de cristal.

Aunque Sergio lo niega, hay un intangible a su favor cuando hace estos 18 hoyos. Algo similar al factor psicol¨®gico que ya se reflej¨® en Augusta cuando gan¨® el Masters: ¡°Estamos haciendo mucho trabajo en ese sentido, en seguir peleando, en ser m¨¢s paciente. En ponerme pruebas y superarlas y eso hice ayer, pero no es algo que sea s¨®lo en Valderrama¡±. Los n¨²meros delatan su argumento. En C¨¢diz encuentra el confort, con un p¨²blico entregado, rodeado de su gente (familia y su pareja Angela Akins) y en un a?o en el que le han pasado ¡°cosas preciosas¡±: ¡°Este Sergio est¨¢ casado, va a tener una ni?a, ha ganado una Chaqueta Verde... Es la mejor temporada de mi vida¡±.

Otra frase de Sergio: ¡°Valderrama es Valderrama. Y es un campo muy tricky (lleno de trucos)¡±. Algo que deja lugar a momentos m¨¢gicos para jugadores experimentados como Luiten, que se marc¨® un tremendo albatros en el 11, y lo hace no apto para debutantes. Por eso, Jon Rahm se agobi¨® hasta descarrilar. El de Barrika, de 22 a?os y n¨²mero cinco del mundo, quiso agradar tanto a los vizca¨ªnos que fueron a verle, camisetas del Athletic incluidas, que su juego ¡°dej¨® de fluir¡±: ¡°Fue un problema mental. Me tens¨¦ demasiado. Ten¨ªa tantas ganas en cada golpe que intent¨¦ jugar bien para el p¨²blico y me olvid¨¦ de hacerlo para m¨ª mismo. Esto es golf¡±.

Y as¨ª se desactiv¨® el hipot¨¦tico duelo entre Rahm y Sergio, el experimentado que llev¨® al novato a su terreno y cay¨® en el gran feudo del de Borriol. Queda por ver si el idilio entre Valderrama y el de Borriol dura dos d¨ªas m¨¢s. Si eso sucede, Sergio a?adir¨ªa otra ¡°cosa preciosa¡± a su inolvidable 2017.