Su Majestad el Rey Felipe VI se dirigi¨® a los espa?oles, desde el Palacio de La Zarzuela, tras los acontecimientos ocurridos en relaci¨®n al 1-O. El discurso de esta noche ha sido el primero que el monarca ha realizado m¨¢s all¨¢ del que tradicionalmente transmite en Navidad.
Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democr¨¢tica. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los espa?oles. Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Catalu?a, con la pretensi¨®n final de la Generalitat de que sea proclamada ?ilegalmente?la independencia de Catalu?a.
Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Catalu?a, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constituci¨®n y su Estatuto de Autonom¨ªa, que es la Ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones hist¨®ricas y su autogobierno.
Con sus decisiones han vulnerado de manera sistem¨¢tica las normas aprobadas legal y leg¨ªtimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Catalu?a.
Han quebrantado los principios democr¨¢ticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armon¨ªa y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ©¤desgraciadamente©¤ a dividirla. Hoy la sociedad catalana est¨¢ fracturada y enfrentada. Esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unir¨¢n al conjunto de los espa?oles; y con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad econ¨®mica y social de Catalu?a y de toda Espa?a.
En definitiva, todo ello ha supuesto la culminaci¨®n de un inaceptable intento de apropiaci¨®n de las instituciones hist¨®ricas de Catalu?a. Esas autoridades, de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia. Han pretendido quebrar la unidad de Espa?a y la soberan¨ªa nacional, que es el derecho de todos los espa?oles a decidir democr¨¢ticamente su vida en com¨²n.
Por todo ello y ante esta situaci¨®n de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales, es responsabilidad de los leg¨ªtimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Catalu?a, basado en la Constituci¨®n y en su Estatuto de Autonom¨ªa.
Hoy quiero, adem¨¢s, transmitir varios mensajes a todos los espa?oles, particularmente a los catalanes.
A los ciudadanos de Catalu?a ¨Ca todos? quiero reiterarles que desde hace d¨¦cadas vivimos en un Estado democr¨¢tico que ofrece las v¨ªas constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democr¨¢tica posible en paz y libertad, ni en Catalu?a, ni en el resto de Espa?a, ni en ning¨²n lugar del mundo. En la Espa?a constitucional y democr¨¢tica, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos.
S¨¦ muy bien que en Catalu?a tambi¨¦n hay mucha preocupaci¨®n y gran inquietud con la conducta de las autoridades auton¨®micas. A quienes as¨ª lo sienten, les digo que no est¨¢n solos, ni lo estar¨¢n; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los espa?oles, y la garant¨ªa absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos.
Y al conjunto de los espa?oles, que viven con desasosiego y tristeza estos acontecimientos, les transmito un mensaje de tranquilidad, de confianza y, tambi¨¦n, de esperanza.
Son momentos dif¨ªciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro pa¨ªs y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democr¨¢ticos son fuertes, son s¨®lidos. Y lo son porque est¨¢n basados en el deseo de millones y millones de espa?oles de convivir en paz y en libertad. As¨ª hemos ido construyendo la Espa?a de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Y as¨ª debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinaci¨®n. En ese camino, en esa Espa?a mejor que todos deseamos, estar¨¢ tambi¨¦n Catalu?a.
Termino ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo espa?ol, para subrayar una vez m¨¢s el firme compromiso de la Corona con la Constituci¨®n y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre espa?oles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de Espa?a.