Ocho cuartos y cero TDs despu¨¦s, Andy Dalton seguir¨¢ de titular
Marvin Lewis, entrenador de los Cincinnati Bengals, sali¨® al paso de cualquier tipo de rumor sobre el puesto de quarterback en el equipo tras perder contra Texans.

Los Cincinnati Bengals han jugado dos partidos, ocho cuartos, en su propio estadio para comenzar la NFL 2017 y han conseguido la impresionante cifra de cero touchdowns. No uso el adjetivo con cinismo aqu¨ª. Es de todo punto impresionante que un equipo profesional no consiga una anotaci¨®n por la v¨ªa del touchdown en su casa en dos partidos seguidos. No pasaba para empezar la temporada, desde 1939, algo que perpetraron los Philadelphia Eagles y, huelga subrayarlo, aquellos eran otros tiempos.
Marvin Lewis, entrenador de los Bengals, sabe lo que eso significa: diez d¨ªas seguidos, hasta el pr¨®ximo domingo, de zozobra emocional en el grupo y de preguntas acerca del ataque. Sin descanso. El centro de atenci¨®n ser¨¢, es, Andy Dalton, el quartarback titular. As¨ª que al acabar el partido contra los Houston Texans de ayer quiso sacar de la conversaci¨®n la posibilidad de poner al QB suplente, A.J. McCarron, a jugar.
No, Andy Dalton seguir¨¢ siendo el titular. Lo seguir¨¢ siendo a pesar de los abucheos incesantes de su afici¨®n. Lo ser¨¢ aunque haya lanzado cuatro intercepciones en el primer partido y haya sido incapaz de armar m¨¢s que un drive decente en el partido de ayer que, como ya ha quedado dicho, ni siquiera pudo rematarse con seis puntos.
Le asiste la l¨®gica a Lewis. Los problemas del ataque de los Bengals son profund¨ªsimos. Han perdido a dos de los mejores hombres de su l¨ªnea ofensiva, Kevin Zeitler y Andrew Whitworth, y no han sido sustituidos de manera adecuada. Detr¨¢s de esas ausencias el pocket se colapsa. No hay juego de carrera sostenible a pesar de tener tres running backs competentes en Jeremy Hill, Gio Bernnard y el muy talentosos rookie Joe Mixon. A.J. Green se lleva dobles y triples coberturas de continuo por no tener ning¨²n compa?ero que asuste a las defensas en el cuerpo de receptores, y el tight end Tyler Eifert es de una desesperante irregularidad.
Andy Dalton no se salva del hundimiento del grupo, por supuesto. En este estado de nervios, de que no salen las cosas y de tener que pensar m¨¢s en sobrevivir que en jugar, muestra todas sus costuras y se convierte en un jugador huidizo e inconsistente, con pocos recursos.
?Ser¨ªan mejores sin ¨¦l? Marvin Lewis cree que no y, francamente, y a¨²n asumiendo el desastre que han sido en ataque en estos dos partidos, es muy dif¨ªcil llevarle la contraria. Habr¨ªa que arreglar tantas cosas antes, o al menos a la par, que el quarterback que da la sensaci¨®n de que estamos ante el final del camino de este proyecto.
Y si no lo estamos ya, si las preguntas inc¨®modas van a tener respuestas contundentes de forma inmediata como ha hecho el entrenador con el nonato debate del quarterback titular, esperad a dentro de dos lunes. Ese d¨ªa, los Bengals acabar¨¢n de jugar en Lambeau Field ante los Green Bay Packers. No les arriendo la ganancia. Ni el dolor de cabeza que van a tener que soportar si se ponen 0-3 y las ruedas de prensa, las columnas de opini¨®n y las redes sociales de los aficionados estallan con peticiones de cabezas. La primera, la de Dalton. ?La segunda? La de Lewis, por supuesto.