Fe, esperanza y caridad con los receptores de los Eagles
El cuerpo de wide receivers del equipo de Philadelphia de la NFL est¨¢ teniendo un campo de entrenamiento que invita al optimismo, racional o no.
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Creo conocer el momento exacto en el que Doug Pederson, entrenador de los Philadelphia Eagles, decidi¨® que no pod¨ªa seguir ni un minuto m¨¢s con un cuerpo de receptores lamentable. Apostar¨ªa a que fue el pasado 18 de diciembre en un partido jugado en casa frente a los Baltimore Ravens,
La temporada hab¨ªa sido una monta?a rusa. El equipo era lo suficientemente joven e ilusionante como para que los resultados no fueran lo m¨¢s relevante de la campa?a. El problema es que comenzaron como un tiro en septiembre y ganaron los tres primeros encuentros. Se desat¨® la fiebre propia de estos casos, aumentada por el virus del quarterback novato que pinta de f¨¢bula en Carson Wentz. El cielo, el l¨ªmite, la historia. Esas cosas.
Lleg¨® la realidad. Comenz¨® con la sanci¨®n por diez partidos de Lane Johnson, el fabuloso right tackle que hac¨ªa de esa l¨ªnea ofensiva una maravilla, y sigui¨® con la plaga que habr¨ªa de acompa?arles durante todo el a?o: el tiro en el pie que fueron sus receptores. Drops, malas rutas, malas manos, malas separaciones. Todo a la vez. En todos los jugadores.
El partido contra los Ravens fue la quinta derrota consecutiva. Y, estimo, el punto de inflexi¨®n. En concreto en la jugada final. Tras remontar nueve puntos en dos minutos, y con cuatro segundos en el reloj, el marcador se?alaba 26-27 a favor de los visitantes. Pederson no quiso saber nada de una pr¨®rroga y orden¨® jugarse la conversi¨®n de dos. Y, aqu¨ª est¨¢ la clave, quiso que la jugada fuese un pase y no una carrera desde la yarda dos. ?Un pase? ?A esta gente? Un pase. Porque s¨ª. Porque hab¨ªa que exorcizar los demonios.
Carson Wentz lanz¨® una mandarina infame. Mal ejecutada, con el brazo encogido, pill¨® demasiado adelantado a Jordan Matthews y ¨¦ste tampoco tuvo su mejor momento en el esfuerzo de la recepci¨®n. Jerraud Powers, el cornerback de los Ravens, puso las manos y el cuerpo suficiente como para que el bal¨®n acabase en el suelo. Incompleto. Derrota. Por un pase no completado. Los Philadelphia Eagles 2016.
Y Pederson dijo basta. Basta a 24 drops, un 4% de los pases lanzados. Basta a no tener una amenaza a¨¦rea real.
De ah¨ª a los fichajes de Alshon Jeffery y Torrey Smith s¨®lo hay un paso. Un genuino receptor estrella, de los que te pueden cambiar un ataque, y un veloz veterano que sabe de qu¨¦ va esto para complementar a un grupo que, como por arte de magia, parece haber florecido a su lado. Porque, gran verdad del football, cualquier cosa que modifiques afectar¨¢ al resto del equipo; es as¨ª. Y desde hace varios d¨ªas no paro de leer maravillas de los presentes en los entrenamientos de los Eagles. Maravillas referentes a su cuerpo de receptores. Como lo o¨ªs. Debe tratarse de algo incluso divino.
Fe
El salto de fe es Nelson Agholor. Fue primera ronda en el a?o 2015, as¨ª que pedigr¨ª no le falta. Le falta todo lo dem¨¢s. Y me estoy refiriendo a n¨²meros: s¨®lo 36 recepciones para 365 yardas el a?o pasado. A¨²n menos, 23 para 283, en 2015. Intolerable en un primera ronda que se precie. Dram¨¢tico que su porcentaje de atrapadas por balones lanzados hacia ¨¦l con posibilidad de ser cazados de poco m¨¢s del 50%; en ambas campa?as.
Su posici¨®n en el slot, como receptor interior, con la llegada de Jeffery y Smith, es de las m¨¢s agradecidas. El cambio entre que t¨² seas objeto de dobles defensas o lo sean tus compa?eros es abismal. Y lo que jam¨¢s le ha faltado es velocidad.
Que ha llegado como un tiro a la pretemporada. Que est¨¢ siendo el mejor receptor en el campo. Que no hay manera de pararle. Que sus rutas son precisas. Que sus manos dan se?ales de estar afinadas... no me pid¨¢is que me crea todo lo que leo de los training camps, pero tampoco me pid¨¢is que no tenga fe.
Esperanza
La esperanza la marca, por supuesto, Alshon Jeffery. 9,5 millones por un a?o es un contrato extra?o para alguien de su estatus. No todos los d¨ªas sale al mercado alguien que ha sobrepasado en dos ocasiones la barrera de las mil yardas a¨¦reas en una temporada.
Jeffery quiere demostrar a la liga que es ¨¦lite, de ah¨ª que no aceptase un contrato largo, de esos que s¨®lo benefician a los equipos, de medio pelo pudiendo aspirar a mayores cotas. Y esas cotas s¨®lo las alcanzar¨¢ con una gran temporada en los Eagles. Es, sin duda, el n¨²mero uno del grupo y el que ha de cambiarles a todos, en conjunto. Un buen rendimiento de Jeffery, algo para lo que est¨¢ capacitad¨ªsimo, har¨ªa brillar a todos los dem¨¢s. Esa es la esperanza con la que Pederson se lo lleva consigo.
Caridad
Caridad: actitud solidaria con el sufrimiento ajeno. Jordan Matthews, Zack Ertz, Torrey Smith, Brent Zelek, Darren Sproles: el equipo, los seguidores, Carson Wentz, Doug Pederson... todos os necesitan, en solidaria actitud, para ocupar vuestros puestos, vuestros roles, y acabar con tanto sufrimiento.
Todos ellos, en alg¨²n momento, han demostrado categor¨ªa para ser buenos objetivos de pases. Todos ellos han de ser mejores con Jeffery y el Agholor que se presume. Todos ellos ser¨¢n parte esencial de esta resurrecci¨®n del cuerpo de receptores (y amigos) de los Philadelphia Eagles en 2017.