Tannehill en el alambre ?Cu¨¢les son las opciones de Miami?

La peor pesadilla de un equipo se cristaliz¨® la ma?ana del jueves en Miami. Nadie quiere ver a su quarterback tendido en el c¨¦sped sujet¨¢ndose la rodilla. Y sin embargo, ah¨ª estaba Ryan Tannehill, en una escena que se ha vuelto familiar en el sur de Florida.

En diciembre pasado Tannehill se lesion¨® los ligamentos de la rodilla izquierda, y en un acto de valent¨ªa, por no llamarle irresponsabilidad, jugador y equipo optaron por evadir el quir¨®fano. Siete meses despu¨¦s, la escena se repite.

Tannehill se lesion¨® la rodilla durante un ejercicio sin contacto y, aunque la resonancia magn¨¦tica no revela un da?o estructural completo, si muestra un retroceso en el estado de los ligamentos de la rodilla, por lo que la plancha de operaciones podr¨ªa estar en el futuro cercano, y con ello, su ausencia durante toda la campa?a.

Eso pone a los Dolphins contra la pared.

Miami ven¨ªa de alcanzar la postemporada por apenas la primera ocasi¨®n desde 2008 y parec¨ªa tener todas las piezas en su sitio para hacer una nueva carrera hacia enero. Eso, hasta que se venci¨® la endeble rodilla de Tannehill.

Ahora, los Dolphins est¨¢n en una carrera contra el tiempo y contra un mercado sin mucho que ofrecer como reemplazo.

El primer punto en la agenda de Miami es conocer el grado de la lesi¨®n y el tiempo estimado de ausencia. El examen inicial no entreg¨® resultados concluyentes y al equipo le urge saber cu¨¢ndo podr¨¢ contar con su quarterback. En caso de que la pesadilla se materialice, tendr¨¢n que buscar un reemplazo.

Matt Moore jug¨® tres partidos la campa?a anterior despu¨¦s de que Tannehill se lesionara y concluy¨® con registro de 2-1 y la derrota en ronda de comodines ante Pittsburgh. A lo largo de sus nueve a?os en la liga, Moore ha iniciado 28 partidos y ha ganado 15 de ellos. Sus 41 touchdowns por 31 intercepciones son el mejor indicador del porqu¨¦ es suplente en la NFL.

Sin embargo, Moore ha demostrado ser un suplente confiable. Alguien capaz de defender el fuerte de manera temporal. Pero no es el tipo al que quieres como l¨ªder de una ofensiva joven y talentosa.

Las otras opciones no lucen mucho mejores.

De acuerdo a reportes, Jay Cutler estar¨ªa dispuesto a posponer su carrera como comentarista en caso de que su tel¨¦fono sonara y Adam Gase estuviera del otro lado de la l¨ªnea. Hay demasiadas interrogantes para una sola oraci¨®n en ese escenario.

Cutler tiene una excelente relaci¨®n con Gase de sus ¨¦pocas como coordinador ofensivo en Chicago en 2015, en la que Cutler tuvo su mejor temporada en relaci¨®n touchdowns-intercepciones con 21-11, nuevamente nada espectacular.

Sin embargo, Cutler viene de jugar solo cinco partidos la temporada anterior, de los cuales gan¨® solo uno, y reemplazar a un quarterback fr¨¢gil con un quarterback fr¨¢gil no parece lo m¨¢s inteligente del mundo.

Adem¨¢s de acuerdo con el reporte, Cutler siendo Cutler, solo aceptar¨ªa dejar el micr¨®fono apagado para ponerse casco y hombreras si se le garantiza la titularidad toda la campa?a y se le paga como tal. Parece que Cutler se confundi¨® a s¨ª mismo con Peyton Manning.

Fuera de esos dos planes, no hay mucho m¨¢s de d¨®nde echar mano. Est¨¢ el nombre de siempre disponible en el mercado, ese que rima con Rolin Traepernick, quien podr¨ªa llegar a un equipo en donde sus posturas pol¨ªticas no ser¨ªan noticia, de acuerdo con la filosof¨ªa adoptada a ¨²ltimas fechas por el due?o Steve Ross y el mismo Gase.

Tambi¨¦n quedar¨¢ lo que se vaya desechando de la pretemporada y nombres como Robert Griffin III, Johnny Manziel y miscel¨¢neos seguramente encontrar¨¢n la manera de abrirse paso hacia los reportes.

Tambi¨¦n podr¨ªan hacer un cambio con, digamos, Chicago, un equipo con dos veteranos y una alta selecci¨®n del draft, pero Mark Sanchez solo es respuesta a la pregunta ?Qui¨¦n solt¨® el bal¨®n al estrellarse con un liniero? Y no resuelve nada dentro del campo en Miami. Mike Glennon ser¨ªa muy caro para llegar en calidad de pr¨¦stamo.

?Jimmy Garoppolo a un rival divisional? No en esta vida.

Ninguno de esos escenarios resuelve el problema. A los Dolphins solo les queda rezar porque haya lo de Tannehill haya sido solo un susto, y no porque Tannehill sea un gran quarterback, sino porque las dem¨¢s opciones son mucho peores que ¨¦l.