El Duna Arena lleva a Hosszu a su tercera medalla en Budapest

"Hungary, Hungary", gritaban los espectadores del Duna Arena cuando la megafon¨ªa pronunciaba el hombre de Katinka Hosszu. La nadadora afrontaba su tercera final en estos Mundiales de Budapest, despu¨¦s conseguir el oro en los 200 estilos y el bronce en los 200 mariposa. Otro 200, este de espalda, era la tercera oportunidad de saber al podio, aunque el reto era m¨¢s dif¨ªcil que los anteriores. Hosszu sal¨ªa por la calle 1, sin referencias, a por una medalla cara.

Como es habitual en su manera de entender la competici¨®n y los entrenamientos, la h¨²ngara desaf¨ªa su lactato imprimiendo un ritmo m¨¢ximo desde el comienzo de la prueba. En el primer 50, Hosszu pas¨® en segunda posici¨®n, junto a Kathleen Baker, que iba en la calle 3. Los 200 espalda es una modalidad en el que la estrategia es determinante. El dep¨®sito de gasolina no dura tanto, por lo que hay que regular largo a largo. Hosszu segu¨ªa en la cabeza y pas¨® primera por el 100. Los decibelios de la piscina aumentaron. Hubo un peque?o terremoto en la vera del Danubio.

La prueba se puso emocionante. En el paso por el 150, solamente Hosszu y Baker bajaron de 1:34. Pero en la final hab¨ªa una nadadora que domina como pocas el ¨²ltimo 50, quien nad¨® de la manera m¨¢s inteligente para alcanzar el oro. A la australiana Emily Seebohm le quedaba una marcha m¨¢s y la utiliz¨® en este largo. Logr¨® nadar el ¨²ltimo 50 en 31.38 para detener el cron¨®metro en 2:05.68 (r¨¦cord de Ocean¨ªa). Hosszu lleg¨® con la lengua fuera (2:05.85), pero se colg¨® una plata y logr¨® un r¨¦cord personal. Y la estadounidense Baker fue bronce (2:06.48).

La alegr¨ªa de Hosszu fue acompa?ada por la del Duna Arena, que aplaud¨ªa al ver la felicidad de su nadadoras y de su entrenador y marido, Shane Tusup, que empez¨® su actuaci¨®n atrayendo a las c¨¢maras. Hosszu se sube al podio por tercera vez. Y este domingo cierra la competici¨®n con los 400 estilos, prueba en la que es favorita al oro.