Con Yankees en picada: ?Es momento de vender o comprar?

No hace mucho, el Bronx era la zona m¨¢s alegre de Nueva York. Aaron Judge, Luis Severino y los j¨®venes Yankees hac¨ªan lucir a su gerente, Brian Cashman, como un genio digno de otra pel¨ªcula protagonizada por Brad Pitt.

Aquel 12 de junio, un triunfo 5-3 en Anaheim, coloc¨® a los Yankees con una portentosa marca de 38-23, buena para .623 y cuatro juegos de ventaja en el Este de la Liga Americana. Yankee Stadium sent¨ªa una brisa oto?al.

Y entonces, cay¨® la noche.

Tambi¨¦n los Yankees fueron cayendo como moscas, uno a uno: Jacoby Ellsbury, Aaron Hicks, Tyler Austin lesionados. El irresoluble problema en la inicial en donde Chris Carter ofrece m¨¢s preguntas que respuestas. Un bullpen repentinamente vulnerable. Un Masahiro Tanaka convertido en un enigma para la organizaci¨®n, no as¨ª para los bateadores rivales.

El abismo se acerc¨® r¨¢pidamente y no lo vieron venir. Los j¨®venes Yankees cayeron en una mala racha de 6-15, que le dio un giro de 8.5 juegos al liderato divisional. De tener cuatro de ventaja sobre el segundo lugar, ahora est¨¢n a 4.5 de Boston. Todo eso en 23 d¨ªas.

Nunca es bueno caer en un bache, pero hacerlo antes de la Pausa del Juego de Estrellas y a menos de un mes de la fecha l¨ªmite de cambios del pr¨®ximo 31 de julio es a¨²n m¨¢s complicado.

No hay una respuesta correcta.

S¨ª, la mala racha es innegable. Pero los Yankees est¨¢n a tan solo 4.5 juegos de Boston en el Este y gozan de la cuarta mejor marca de la Liga Americana, buena para un wild card. Esa es la buena noticia. La mala es que Minnesota y Kansas City est¨¢n a un juego de distancia, los Rays a juego y medio y b¨¢sicamente todos los equipos del joven circuito est¨¢n a menos de 10 juegos de distancia del primer comod¨ªn, es decir, se mantienen en la pelea al menos de forma matem¨¢tica.

Eso significa dos cosas. Primero, que los Yankees tendr¨ªan mucha competencia en el mercado, por lo que quedarse como est¨¢n ser¨ªa una opci¨®n muy arriesgada si realmente quieren adelantar un proceso que avanza a pasos agigantados de la mano de Luis Severino, Gary S¨¢nchez y Judge.

Y segundo, no va a ser f¨¢cil encontrar buenos refuerzos en un mercado en donde no hay muchos equipos dispuestos a bajar los brazos.

Hay varios nombres intrigantes que podr¨ªan estar disponibles. Ya se habla de que Justin Verlander y Sonny Gray podr¨ªan ser fichas de cambio al precio correcto. Marco Estrada o Todd Frazier resolver¨ªan algunas de las urgencias de los Yankees, lo mismo Gerrit Cole, Jeff Samardzija o Jos¨¦ Bautista.

Pero ?qu¨¦ tanto est¨¢ dispuesto a sacrificar Cashman por un a?o en donde no hay garant¨ªas m¨¢s all¨¢ de unos cu¨¢ntos d¨ªas de b¨¦isbol adicional? Tal vez ni siquiera el mismo Cashman tenga la respuesta... a¨²n.

Por otro lado, Cashman ha logrado avances significativos en su intento por rejuvenecer la plantilla y podr¨ªa arriesgar los playoffs una vez m¨¢s, deshaci¨¦ndose de algunos veteranos a cambios de m¨¢s prospectos. Para una franquicia como los Yankees, dejar pasar la postemporada siempre es una opci¨®n dolorosa, pero no es nada a lo que no est¨¦n habituados. Despu¨¦s de todo, solo tienen un partido de playoffs en las ¨²ltimas cuatro temporadas.

Este ser¨ªa un panorama complicado y arriesgado, incluso para alguien como Cashman que en los ¨²ltimos a?os ha hecho quedar en rid¨ªculo a m¨¢s de un gerente. ?Tienen contratos malos de los que les urja deshacerse? Sin duda. Pero a Chase Headley est¨¢ firmado por un a?o m¨¢s, Masahiro Tanaka hasta 2020 y el esperpento de Ellsbury hasta 2021.

Sin duda Cashman estar¨ªa m¨¢s que dispuesto a canjear a alguno de ellos, pero es poco probable que su tel¨¦fono suene para preguntar ?Cu¨¢nto por los 84 millones restantes a Ellsbury? En cambio, no es tan f¨¢cil desprenderse de sus jugadores disponibles.

Los abridores CC Sabathia y Michael Pineda, y el relevista Tyler Clippard est¨¢n en su ¨²ltimo a?o de contrato. Todos ellos podr¨ªan ser ¨²tiles para un equipo que crea estar a una o dos piezas del campeonato. Pero ninguno de los tres jugadores comanda un cambio por prospectos que est¨¦n listos para generar un impacto en un par de campa?as.

No hay mucho que vender, no hay mucho que comprar.

Respetar el proceso, por otro lado, viene con la menor cantidad de riesgos. Los j¨®venes siempre tienen la opci¨®n de retomar su buen paso de inicio de campa?a, entrar a playoffs y hacer quedar bien a toda la organizaci¨®n. A fin de cuenta, siempre que se trabaja con j¨®venes y proyectos la palabra clave es ¡°paciencia¡±.

En el peor de los escenarios, los Yanquis conservan su base, no se vuelven locos y navegan en su mar de inconsistencia hasta quedarse fuera de postemporada. ?No era ah¨ª donde los ten¨ªan los pron¨®sticos iniciales? Cierto. Y ahora con un a?o m¨¢s de experiencia, el panorama de 2018 ser¨ªa muy distinto.

Tu turno, Cashman.