Los Seahawks se interesan por Kaepernick y RG3

El principal problema de los Seattle Seahawks para aspirar a ganar la Super Bowl es que tienen una l¨ªnea ofensiva porosa. El adjetivo es un eufemismo estupendo. De la horrible, terrible, espantosa OL (ahora mejor) se derivan sus dos siguientes males, que es un juego de carrera sospechoso desde la marcha de Marshawn Lynch y que Russell Wilson tiene que jugar m¨¢s por conservar la vida que por hacer mover las cadenas a su equipo. Como Wilson saca lo mejor de s¨ª mismo en jugadas rotas y en movimiento, sin duda su especialidad, se nota un poco menos todo el embrollo que provoca esta situaci¨®n.

Una derivada evidente de lo anterior es que los Seahawks necesitan un muy espec¨ªfico tipo de quarterback suplente porque no se puede contar con que Wilson est¨¦ sano todas las semanas debido a la multitud de golpes que recibe, y el que salga ha de ser capaz de sobrevivir en un entorno tan hostil.

Es por eso que Seattle ha sido nombrado, de forma constante, como un equipo estupendo para un par de veteranos sin equipo: Colin Kaepernick y Robert Griffin III.

Estas insinuaciones le fueron preguntadas directamente a Pete Carroll, entrenador de los Seahawks, en una entrevista radiof¨®nica realizada ayer, y ¨¦ste no se escondi¨® a la hora de confirmar las sospechas: "S¨ª, estamos estudiando la opci¨®n de sumar a esos jugadores. Estamos valorando nuestros problemas en el puesto, as¨ª como nuestro espacio salarial, pero siendo sinceros he de decir que nos hemos fijado en ambos".

La l¨®gica, como he explicado antes, es aplastante.

El caso de RG3 es complejo porque lleva demasiado tiempo sin poder jugar en la NFL debido a las lesiones. En Washington fue mandado al banquillo por Kirk Cousins y nunca recuper¨® la titularidad, y en Cleveland se rompi¨® al poco de comenzar la temporada. No parece que su cuerpo le vaya a permitir ser titular de forma continua en la liga, pero quiz¨¢s s¨ª ser un muy ¨²til suplente. Tambi¨¦n es cierto que no ha aprendido a protegerse de los grandes golpes, y eso es un handicap que en Seattle podr¨ªa ser intolerable por lo que he explicado de los problemas de la OL.

El caso de Kaepernick es m¨¢s complejo desde un punto de vista pol¨ªtico y social. Ser el emblema de la lucha contra la discriminaci¨®n de los afroamericanos le ha convertido en el centro de un debate que nada tiene que ver con lo deportivo y que ha llevado a numerosos opinadores a considerar que la NFL le est¨¢ boicoteando y por eso a¨²n no tiene equipo.

S¨ª tiene que ver con lo deportivo que sus ¨²ltimas campa?as han sido mediocres, de nuevo un eufemismo generoso, y que en su equipo se han acumulado las derrotas sin parar. Adem¨¢s, a mitad del a?o 2015 fue mandado al banquillo en favor de Blaine Gabbert, y hablamos de casi un a?o antes de cualquier pol¨¦mica pol¨ªtica, ante la aquiescencia de la gran mayor¨ªa de analistas, opinadores y aficionados. Gabbert, ahora mismo, cobra 900.000 d¨®lares en los Arizona Cardinals.

Desde el punto de vista social, en Seattle no se producir¨ªa ning¨²n rechazo a Kaepernick. La ciudad del estado de Washington pasa por ser una de las m¨¢s progresistas, abiertas y tolerantes de todo Estados Unidos, imagen que comparten las cabezas pensantes de los Seahawks, esto es, Pete Carroll, John Schneider (general manager) y Paul Allen (propietario) conocidos por ser personas en las ant¨ªpodas de quienes puedan tener problemas con que una persona muestre en p¨²blico sus inclinaciones ideol¨®gicas.

Kaepernick, al contrario que RG3, s¨ª que parece capacitado para estar sano tras una OL como la de Seattle. Estar¨ªa por ver qu¨¦ clase de dinero aceptar¨ªa por ser, sin asomo de dudas, un suplente que s¨®lo ver¨ªa el campo en caso de que Wilson se lesionara.?