Es oficial: Keuchel y Greinke han regresado a la ¨¦lite
Despu¨¦s de un a?o catastr¨®fico como fue en 2016, ambos pitchers est¨¢n disfrutando de un inicio de temporada fabuloso.
En el competitivo mundo de los pitchers, tenemos la sensaci¨®n de que aquellos que forman parte de la ¨¦lite, que son la referencia en la posici¨®n, han tenido la virtud de permanecer en ese estatus de forma inalterable y se mantienen ah¨ª contra viento y marea, por mucho aumento ofensivo v¨ªa home run que se est¨¦ experimentando en las Mayores.
M¨¢s all¨¢ de aquella ocasional bola que se marcha a la grada, son lanzadores dise?ados para dominar desde la lomita.
Nos podemos encontrar con la referencia por antonomasia, un Clayton Kershaw que ha iniciado su carrera deportiva como nadie en la historia, que se encuentra en su propio universo y del que podremos presumir dentro de muchos a?os de haberle visto brillar y que le convierte en un artista en s¨ª, capaz de hacer que los mejores bateadores de este deporte parezcan peleles sin opci¨®n alguna ante cualquiera de sus env¨ªos.
Tambi¨¦n tenemos a Max Scherzer, Madison Bumgarner, Masahiro Tanaka, Corey Kluber o Justin Verlander, cuyos m¨¦ritos son de sobra conocidos por los amantes del pasatiempo nacional.
Y s¨ª, tambi¨¦n tenemos que volver a colocar en este selecto grupo tanto a Dallas Keuchel como a Zack Greinke.
En ambos casos, estamos hablando de dos jugadores que realizaron portentosas campa?as en 2015, que fueron seguidas por un 2016 que s¨®lo se puede catalogar como de inmensa decepci¨®n, aunque es verdad que estamos hablando de circunstancias totalmente distintas.
Los antecedentes
En el caso de Dallas Keuchel, que gan¨® el Cy Young de la Liga Americana con los Houston Astros en 2015 con un a?o en el que lider¨® en victorias (20), entradas (232) y que se confirm¨® como un basti¨®n para los texanos en el Wild Card Game, abrumando a los Yankees en el propio Yankee Stadium.
Pero llegaron los problemas f¨ªsicos, unas molestias en el hombro que quiz¨¢s fueron consecuencia de los esfuerzos realizados un a?o antes, cuando se vio exigido hasta m¨¢s all¨¢ de lo razonable y que hizo que su campa?a acabase en el mes de agosto, con su equipo ya descartado por volver a jugar en octubre.
Luego est¨¢ el caso de Zack Greinke, con aquel descomunal contrato de 206 millones de d¨®lares por 6 a?os que le llev¨® al desierto de Arizona tras su glorioso a?o en los Dodgers y que le convertir¨ªa en el factor diferencial que llevar¨ªa a los Diamondbacks a ser una de las opciones m¨¢s atrevidas y factor en la postemporada.
Sin embargo, sucedieron diversos factores, siendo el principal lo insostenible que era mantener la efectividad de 1.66 en el favorable Dodger Stadium y que se transform¨® por la altitud y el entorno del Chase Field en 4.37, que fue sintom¨¢tico de la decepci¨®n que supuso Arizona la temporada pasada.
?Qu¨¦ se pod¨ªa esperar para 2017?
De hecho, se trataba de dos casos distintos. Uno (Keuchel) que se basaba en que la salud respetase, que le permitiese lanzar sin incomodidad y percutir en la zona baja de la zona de strike con un arsenal variado y mortal desde todos los puntos de vista. El otro (Greinke) es la reinvenci¨®n ante una presunta p¨¦rdida de velocidad que hizo saltar las alarmas durante un spring training en el que su recta parec¨ªa preocupantemente vulnerable.
Dallas Keuchel ha sido una roca en la rotaci¨®n de los Astros, con un hombro izquierdo totalmente sano, que le ha permitido llegar hasta un r¨¦cord de 6-0, con una efectividad de 1.69 mientras lidera su liga en entradas, ya con 58. Su innata capacidad para sobrevivir sin superar las 90 millas por hora lo compensa haciendo picar a los rivales para que persigan lanzamientos fuera de la zona de strike y as¨ª lucir su Guante de Oro en numerosas oportunidades.
Para muestra, su soberbia actuaci¨®n frente a los Yankees hace apenas unas horas.
Por su parte, es verdad que Greinke no lanza tan duro como anta?o tal como nos aportan nuestros amigos de Fangraphs, con una recta que promedia 90.6 millas por hora, pero que puede llegar puntualmente a las 93 o 94, pero que es compensado con un mayor uso del slider y el resto de un arsenal que nos permite ser optimistas de cara a su madurez.
Tan dominante se mostr¨® Greinke ante los Pirates, que un ¨²nico error frente a Gregory Polanco se transform¨® en home run y evit¨® un potencial no-hitter, algo que no vemos en las Mayores desde el logrado por Jake Arrieta en 2016.
Asimismo, le convierte en una interesante pieza para el mercado de pitchers abridores en el verano (o durante la offseason), pese a que todav¨ªa le restan 126.5 millones de d¨®lares a partir de esta temporada.
Lo que queda claro es que los que salimos ganando somos los aficionados al b¨¦isbol, con dos verdaderos artistas que pintan su lienzo cada cinco d¨ªas y con los que sus equipos pueden so?ar con cotas m¨¢s elevadas, hasta incluso con una participaci¨®n en octubre.