?Qu¨¦ fue de Laura Mu?oz, la Reina de Casablanca?
Fue la primera espa?ola en deportiva de proyecci¨®n mundial, la primera en lograr un 10, mientras su profesora le suspendiese la educaci¨®n f¨ªsica
A finales de los a?os setenta era la sensaci¨®n deportiva en el Barrio de La Concepci¨®n de Madrid: una ni?a con coletas que era capaz de hacer acrobacias inusitadas a los ojos de los otros usuarios de la instalaci¨®n, en la que conviv¨ªan los gimnastas de Jes¨²s Bedoya y Merche Vernetta con los equipos de baloncesto del Dribling, y de voleibol de La Concepci¨®n y Covadonga. Carlos Sevillano, exjugador de baloncesto del Real Madrid, director de la instalaci¨®n deportiva, ten¨ªa que atemperar las cr¨ªticas de los equipos de sala, porque se escurr¨ªan a consecuencia de la magnesia, pero esa era otra historia. La real es que la mayor¨ªa se pegaba a la cristalera para ver a las jovencisimas Laura Mu?oz y Sonia Cuesta en los aparatos.
Porque Laura Mu?oz (Madrid, 1970) empez¨® a ir al polideportivo con su hermana Celia, tres a?os mayor. La idea era aprender a nadar, pero Laura prefer¨ªa las volteretas, se apunt¨® ella, y arrastr¨® a su hermana. Como alev¨ªn fue campeona de Madrid, y acab¨® sexta en el Campeonato de Espa?a de Vilanova y Gelt¨², donde ya estaba Montse Ub¨ªa como entrenadora del club local aportando talentos para la Selecci¨®n. Acab¨® la temporada con Javier Cano de entrenador, y en 1980 Jes¨²s Carballo la llev¨® al equipo de j¨®venes que en el INEF preparaban para el futuro de la Selecci¨®n.
Con once a?os, en 1981, Laura debutaba como internacional, en una competici¨®n en Varna (Bulgaria); ya era la campeona de Espa?a infantil, y se ve¨ªa que iba a tener una influencia en el equipo nacional. De hecho entr¨® en una Selecci¨®n femenina de calidad, con Irene Mart¨ªnez, Margot Est¨¦vez, Virginia Navarro, Marta Artigas y Ana Manso, y con la aportaci¨®n de Marisol del Hierro y Encarna Adsuar. Durante un ciclo ol¨ªmpico fueron las gimnastas fundamentales de Espa?a, las que formaron el primer equipo espa?ol que por primera vez en la historia acudi¨® a Los Angeles 84 con un sexteto completo. En el Mundial de Budapest de 1983 las chicas acabaron en el puesto 13, pero Corea del Norte ya hab¨ªa anunciado que no ir¨ªa a Estados Unidos, aunque a la postre, por aquello de los boicoteos, faltaron m¨¢s pa¨ªses.
El a?o antes Laura hab¨ªa debutado a lo grande en los Juegos del Mediterr¨¢neo de Casablanca en una ¨¦poca en la que se daba un enorme relieve a esta competici¨®n: logr¨® tres oros y una plata, la mejor en una general en la que hab¨ªa tres espa?olas; por primera vez un pa¨ªs copaba el podio. Fue la gran gesta de las chicas espa?olas, entre las que destacaba Laura, la m¨¢s joven del grupo, tambi¨¦n la m¨¢s diminuta, pero que se convirti¨® incluso en un fen¨®meno social en Marruecos.
Con esa fama lleg¨® a Lo Angeles, donde Laura ya ten¨ªa un ejercicio de salto de alto nivel, un yurchenko en plancha con pirueta que s¨®lo hac¨ªan tres gimnastas ?En los Juegos, con un desenlace extra?o, en el que se encumbr¨® la estadounidense Mary Lou Retton, con la rumana Caty Szabo segunda, soportando los desaires de la organizaci¨®n para que ganase la estrella local, Laura acab¨® en el puesto 14, extraordinario para una ni?a de catorce a?os. Curiosamente, aquella gimnasta que era la envidia de Espa?a no ten¨ªa precidamento con su profesora de educaci¨®n f¨ªsica, que le suspend¨ªa la asignatura, lo que se convirti¨® en un esc¨¢ndalo nacional.
El siguiente ciclo ol¨ªmpico ten¨ªa que ser el de Laura. Gan¨® los campeonatos de Espa?a de 1984, 1985 y 1987 (el de 1986 no particip¨®), y precisamente en este ¨²ltimo campeonato iba a conquistar el primer 10 de toda la gimnasia nacional (Maisa Lloret lo consigui¨® un a?o despu¨¦s en r¨ªtrmica): en Sabadell, en salto, con su yurchenko. "En el primer intento lo hice bien, pero me dieron un 9,90 porque di un pasito; me dije, si lo clavo, me dan el 10. Y lo clav¨¦", rememora la madrile?a.
Se encontraba en plena forma un a?o de Se¨²l. La prueba est¨¢ en los Juegos del Mediterr¨¢neo en Latakia, donde la Reina de Casablanca se gan¨® el apodo de La Emperatriz, se colg¨® cinco medallas de oro de seis posibles; s¨®lo se qued¨® sin premio en la barra de equilibrios.
Por tanto, volv¨ªa a ser la esperanza espa?ola, ahora en Seul. Con la Selecci¨®n femenina, de nuevo completa, entraba ya Eva Rueda, a la postre la mejor en la clasificaci¨®n individual (18), con el Laura en el puesto 23. Al regreso de Se¨²l, operaci¨®n de codo, y el inicio del final de la carrera, porque aunque segu¨ªa entren¨¢ndose, le lleg¨® el desarrollo como mujer, y en la ¨¦poca de las gimnastas lib¨¦lulas, no ten¨ªa cabida. Se dio un tiempo para sopesar su futuro, volvi¨®, pero se rompi¨® una mano en v¨ªsperas de un Campeonato de Europa en 1990. En marzo de 1991 dijo basta "porque a Barcelona 92 hab¨ªa que ir en plena forma, no se trataba de ir por ir". Laura dej¨® el liderato de Espa?a en manos de Eva Rueda, su sucesora natural, y durante algo m¨¢s de un a?o trabaj¨® como entrenadora del equipo nacional.
Tras dejar definitivamente el gimnasio, regres¨® a los libros, acab¨® COU, entr¨® en la Universidad para sacar adelante Magisterio, luego Psicopedagog¨ªa con su curso doctoral, y empez¨® a trabajar en algunos colegios adem¨¢s de colaborar como comentarista en una cadena de televisi¨®n en las transmisiones de gimnasia. Divorciada, sin hijos, trabaja en la Fundaci¨®n Madrid por el Deporte, donde atiende las necesidades de los deportistas de ¨¦lite madrile?os, aunque tambi¨¦n ha pasado por el cargo de asesor de Javier Hern¨¢ndez cuando era viceconsejero en la Comunidad de Madrid.
Y la gimnasia, que siempre est¨¢ ah¨ª para ella, que ha visto evolucionar su deporte, la tiene como vicepresidenta de la Federaci¨®n Espa?ola que preside Jes¨²s Carballo, el hijo del entrenador que la tuvo de referencia en el gimnasio durante ocho a?os.