Mitch Trubisky s¨ª puede ser el salvador de los Chicago Bears
Ahora todo el mundo critica el draft de los Bears, y Mitchell Trubisky es abucheado en la cancha de los Bulls, pero en Chicago necesitan quarterback desesperadamente.Cowboys-Chiefs
Los Bears llevan buscando quarterback m¨¢s de 50 a?os. Medio siglo. Se dice pronto. En la ciudad del viento no han vuelto a catar un pasador como Dios manda desde que se proclamaron campeones del mundo en 1963 con Billy Wade en el puesto (y Mike Ditka como receptor estrella). S¨ª, lo s¨¦, al fondo de la clase veo a varios que levantan la mano contrariados, con ganas de gritar ¡°??qu¨¦ pasa con Jim McMahon?!¡± y quiz¨¢ tengan raz¨®n. Sin embargo, McMahon estuvo m¨¢s tiempo lesionado que sano. Adem¨¢s, vivi¨® a la sombra de Walter Payton, tal vez el mejor corredor de todos los tiempos, y de una defensa tan incre¨ªble que convirti¨® a ¡®The Monsters of the Midway¡¯ en el equipo m¨¢s temido del universo. No creo que McMahon, a pesar de ser apodado Darth Vader, fuera mucho m¨¢s que un jugador peculiar, m¨¢s famoso por sus excentricidades que por su juego, dentro de una de las maquinarias m¨¢s perfectas que ha dado la NFL en toda su historia.
Hasta tal punto que, si echamos un vistazo a los rankings de mejores quarterbacks de Chicago en la era de las Super Bowls, el primero que aparece en casi todas las listas es Jay Cutler casi inevitablemente. S¨ª, le¨¦is bien. Cutler posiblemente haya sido el mejor quarteback que ha vestido el uniforme de Chicago en los ¨²ltimos 50 a?os. As¨ª de fuerte.
Cada vez menos ¡®Monsters¡¯
Tras la etapa dorada de la segunda mitad de los a?os ¡¯80, en la que Ditka dirigi¨® una maquinaria destructiva temible, buscaron perpetuar el ¨¦xito en su alma defensiva. La f¨®rmula no funcion¨®. ¡®The Monsters¡¯ eran cada vez menos monstruosos y m¨¢s caricatura de s¨ª mismos. Cinco clasificaciones para playoffs en los ¨²ltimos veinticinco a?os son buena prueba de ello. Y s¨ª, llegaron a una Super Bowl. Solo para perder miserablemente ante los Colts de Peyton Manning y con Rex Grossman (s¨ª, ese) en el puesto de quarterback. En realidad, el sue?o de dominar la NFL desde la defensa muri¨® el d¨ªa que Ditka dej¨® de ser entrenador del equipo en 1993, aunque no se hizo oficial hasta que se retir¨® Brian Urlacher al final de la temporada 2012.
La despedida de Urlacher signific¨®, adem¨¢s, el final de ese gran enga?o colectivo. Fue como un despertar con resaca. El d¨ªa en que los aficionados de los Bears, y la propia familia Halas, propietaria de la franquicia, descubrieron que llevaban demasiado tiempo enga?¨¢ndose. Y so?ando con reinar desde la defensa en una NFL en que no hay vida sin juego de pase.
Jay Cutler les hizo so?ar
A pesar de todo, en Chicago s¨ª hubo un momento de euforia ofensiva incluso antes de la retirada de Urlacher. Ocurri¨® en la pretemporada de 2009 cuando, como ca¨ªdo del cielo, Jay Cutler lleg¨® a la franquicia como un regalo inesperado de Josh McDaniels y procedente de Denver. Uno de los mejores quarterbacks j¨®venes de la NFL llegaba a los Bears. Un tipo con talento de Hall of Fame y car¨¢cter ganador indiscutible. Sea por lo que sea, ocho a?os despu¨¦s Cutler ha sido el mejor quarterback de Chicago de los ¨²ltimos 50 a?os¡ y tambi¨¦n una de las mayores decepciones de la historia de la segunda franquicia m¨¢s antigua de la NFL despu¨¦s de los Cardinals.
El valor de un quarterback estrella
En estos ¨²ltimos a?os he presenciado con sorpresa un efecto curioso. En las redes sociales, y en los foros de NFL, un alto porcentaje de los aficionados que m¨¢s critican que se est¨¦ sobrevalorando el papel de los quarterback suelen ser seguidores de equipos que tienen en el puesto una superestrella. Siempre me ha divertido leer a fan¨¢ticos de los Packers criticando el famoso ¡®quarterbackcentrismo¡¯, cuando desde hace muchos a?os esa franquicia ha sido el paradigma del culto al quarterback como alfa y omega de su proyecto. Tienen 19 presencias en playoffs, dos Super Bowls ganadas, y seis finales de conferencia durante los ¨²ltimos 25 a?os con Favre y Rodgers como quarterbacks. En ese periodo los Patriots han ganado cinco Super Bowls, y han llegado a playoffs 18 veces, una menos que los Packers. S¨ª, lo s¨¦, en esos dos equipos ha habido casi siempre mucha m¨¢s enjundia que solo un quarterback sensacional, pero no encuentro ninguna franquicia con tanto ¨¦xito continuado sin el apoyo de un gran pasador. ?Sab¨¦is cuantas veces llegaron a playoff los 49ers durante los 18 a?os en que tuvieron como quarterback a Joe Montana y Steve Young? 16 veces. Solo fallaron en dos: la segunda temporada de Montana y la primera de Young. Ya es casualidad. Por el camino llegaron cinco Super Bowls ganadas y diez finales de conferencia disputadas. Ah¨ª queda eso.
No hace falta que os resuma los n¨²meros de la etapa de Marino en los Dolphins, de Kelly en los Bills, de Bradshaw o Big Ben en los Steelers, de Elway en los Broncos, Staubach o Aikman en los Cowboys¡ S¨ª, es verdad, todos ellos estuvieron rodeados de grandes plantillas y al mando de entrenadores sensacionales, pero cuando tienes un buen quarterback, encontrar todo lo dem¨¢s es mucho m¨¢s sencillo siempre porque desaparece la ansiedad. Construyes sobre seguro.
Chicago ech¨® un ¨®rdago al quarterback
Por eso, creo que en Chicago, aparte del caos que tienen formado en sus oficinas, con un general manager (Ryan Pace) que no planifica con el entrenador principal (John Fox), han decidido que lo ¨²nico que les importa es encontrar de una pu?etera vez un quarterback de verdad. Y no importa que la franquicia est¨¦ plagada de carencias en casi todas sus l¨ªneas. Tampoco importa que Fox no vaya a seguir como entrenador ni en sue?os despu¨¦s de esta temporada o que Pace tambi¨¦n pueda tener las horas contadas. Si de ellos dependiera, su plantilla para 2017 estar¨ªa formada por 53 quarterback entre los que encontrar a su a?orado pasador franquicia. Y no ser¨ªa tan mala idea.
Dudo mucho que en Chicago haya alguien enfadado porque se eligiera en primera ronda del draft a Mitch Trubisky despu¨¦s de haber pagado a Mike Glennon 45 millones de d¨®lares por tres a?os. Si lo pensamos, a la mayor¨ªa de las franquicias de la NFL les va a salir mucho m¨¢s cara la suma de los salarios de su quarterback titular y su principal suplente. El problema ha sido subir un puesto para llegar a por Trubisky; dejarse dos terceras y una cuarta ronda para conseguir algo que ya era suyo; ser considerados grandes perdedores del draft por casi todos los analistas; volver a sentirse hazmerreir de la liga. Gentecilla rid¨ªcula. Monstruos en ninguna parte...
El futuro dictar¨¢ sentencia
Si dentro de cinco a?os, por esos milagros que de vez en cuando ocurren en el deporte, el nuevo quarterback de Chicago es una estrella de la NFL, nadie se acordar¨¢ de Fox, ni de Pace, ni de esas terceras y cuartas rondas. Y Mitch Trubisky ser¨¢ ovacionado cuando vaya al United Center a ver un partido de los Bulls. Y fijaos lo que son las cosas, seguramente los Bears tendr¨¢n un entrenador magn¨ªfico y una defensa sensacional, y ser¨¢n aspirantes al anillo.
Y cincuenta a?os despu¨¦s, ¡®The Monsters of the Midway¡¯ volver¨¢n a apelar a su historia y tradici¨®n. Y a nadie le importar¨¢ que una vez hubiera un equipo que pas¨® m¨¢s de medio siglo buscando un quarterback.
?Seguro que Chicago se ha confundido tanto?