Madonna Buder, la triatleta de mayor edad del mundo
Es tambi¨¦n conocida como "La monja del hierro" al ser la mujer m¨¢s veterana en completar el Ironman de Hawaii. En 2014 logr¨® entrar en el USA Triathlon Hall of Fame.
Es en el silencio prolongado durante el recorrido de casi cuatro kil¨®metros a nado, ciento ochenta de pedaleo y cuarenta y dos de carrera, cuando la hermana Madonna se encuentra consigo misma y logra el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el alma que tanto desea. A pesar de su longeva edad de 86 a?os, el paso del tiempo solo ha conseguido arrugar su piel, pero no su alma. A pesar de las apariencias combina sus dos pasiones, servir a Dios y correr.
Esta monja nacida en 1930 en St. Louis se ha ganado el apodo de Monja de Hierro al completar una de las carreras m¨¢s duras del planeta: el Ironman de Hawaii. En 2005, al finalizar dicha competici¨®n se convirti¨® en la mujer de mayor en edad en lograrlo, que posteriormente mejorar¨ªa. Su leyenda comenzaba ah¨ª y todav¨ªa le deparar¨ªa m¨¢s por crecer.
SUS GRANDES VOCACIONES
La raz¨®n por la que Madonna Buder compite en pruebas tan exigentes a su edad tan avanzada puede encontrarse en su adolescencia. Modanna ven¨ªa de una familia acomodada, disfrutaba de un gran confort del que decidi¨® salirse. Fue a partir de los 14 a?os cuando se replanteo su futuro de vida y se empez¨® a encontrar con su vocaci¨®n de servir a Dios.
Fue en plena adolescencia y pasada la veintena de edad cuando decidi¨® oficialmente ponerse el h¨¢bito y convertirse en monja. Ve¨ªa con gran importancia estar al servicio de los dem¨¢s y poder ayudarles, aunque para ello tuviese que sacrificar su alto nivel de vida. Form¨® parte de las Hermanas del Buen Pastor a los 23 a?os, a partir de dicho momento se la conocer¨ªa como la hermana Madonna.
Fue en un encuentro con otros religiosos cuando descubrir¨ªa otra de las grandes vocaciones de su vida. Un sacerdote le coment¨® en una reuni¨®n informal los grandes beneficios de correr (dicho encuentro sucedi¨® en la d¨¦cada de los 70, cuando comenzaba en Estados Unidos el boom del running) pero a ella no le terminaban de convencer. Necesitaba una raz¨®n de peso para encontrar sentido para calzarse las zapatillas todos los d¨ªas y salir a trotar nada m¨¢s levantarse. Solo hubo un argumento que marcar¨ªa el porvenir de su vida. Modanna Buder qued¨® absolutamente convencida de que deb¨ªa darle una oportunidad al atletismo cuando le mostraron que a trav¨¦s de ello podr¨ªa estar en contacto con la naturaleza, con lo que Dios hab¨ªa creado.
SU NUEVO ESTILO DE VIDA
Y poco a poco iba implantando su nueva forma de vida, aceptando el consejo que le hab¨ªan dado, a pesar de estar cerca de cumplir el medio siglo. Salir a correr se fue imponiendo en su d¨ªa a d¨ªa hasta que decidi¨® atreverse a competir. Su primer escenario ser¨ªa en algo ben¨¦fico, una carrera para recaudar dinero para la esclerosis m¨²ltiple. Pero ante el temor de crear alg¨²n tipo de controversia o conflicto por que una monja corriese, pidi¨® permiso al obispo. La sorpresa fue rotunda, no solo ve¨ªa con buenos ojos su participaci¨®n, sino que deseaba que el resto de sus sacerdotes, que hab¨ªan dedicado su vida a Dios y a ayudar a los dem¨¢s, participasen en actividades como est¨¢.
Finalmente, corri¨® y disfrut¨®. No logr¨® una gran marca, pero sinti¨® lo mismo que los millones de personas que han participado alguna vez en una carrera. El bichito del running ya le hab¨ªa picado, le gust¨® y quer¨ªa m¨¢s. Tanto es as¨ª que se apunt¨® a un grupo con el que salir a entrenar. Las carreras se suced¨ªan y mejoraba. No se cre¨ªa que despu¨¦s de haber estado m¨¢s de cuarenta a?os sin hacer ejercicio se enganchase a esa edad. Ante la mirada estupefacta de todos comenz¨® a quemar las suelas de sus zapatillas con tantos kil¨®metros.
Madonna Buder tiene varios lemas de vida, pero destaca uno de ellos: ¡°Si la vida no tiene desaf¨ªos no vale la pena vivirla¡±. Esa fue una de las contestaciones que ofreci¨® cuando las hermanas de su comunidad cre¨ªan que hab¨ªa perdido el juicio, se hab¨ªa planteado correr el Ironman de Hawaii. Solo con saber que exist¨ªa tal carrera y que ser¨ªa una gran prueba en su vida decidi¨® marcarse el reto de lograr terminarla alg¨²n d¨ªa.
Pasaron los a?os, aunque pareciese que tal cosa no suced¨ªa por aquella monja. Su aspecto, como es l¨®gico, envejec¨ªa, la media melena se pon¨ªa canosa, pero su sonrisa y mirada de ojos azul claro transmit¨ªan m¨¢s vida que nunca.
Se levantaba de la cama y corr¨ªa hasta la iglesia, luego montaba en bicicleta hasta un lago cercano a su casa (a 64 kil¨®metros) para nadar. Se estaba preparando para su gran objetivo. Sorprendidos estaban los presos cuando desde sus celdas ve¨ªan llegar a la c¨¢rcel a una monja corriendo. No se desentend¨ªa de sus obligaciones con los suyos, sab¨ªa que la necesitaban y que por ello se hab¨ªa hecho monja.
En 2005 cumpli¨® su reto, ten¨ªa 75 a?os. Sufri¨® para terminar el Ironman de Hawaii por su dureza, pero cuando m¨¢s flaqueaba m¨¢s recurr¨ªa a la fe. Su truco para aguantar casi 17 horas de competici¨®n fue pensar en que la meta eran las puertas del cielo. Pensaba que el camino hacia esas puertas deb¨ªa disfrutarlo, se encontraba rodeada de naturaleza. Para ella, la naturaleza era la catedral de Dios.
Y en esa catedral ha seguido desde entonces, rodeada de naturaleza y convirti¨¦ndose en una leyenda. De r¨¦cord en r¨¦cord y corriendo porque le toca. Lleg¨® a tal punto que las organizaciones se ve¨ªan en la necesidad de crear nuevas categor¨ªas porque no exist¨ªan para su edad (ha dejado la marca en cinco categor¨ªas nuevas). Sus logros fueron llegando a la sociedad, que no dud¨® en calificarla como la Monja de Hierro. La edad no importa para ser feliz y poder competir, tanto que Nike decidi¨® hacerla protagonista de uno de sus famosos anuncios.
A la hermana Madonna le queda todav¨ªa mucha gasolina a sus 86 a?os, es m¨¢s, solo viendo sus n¨²meros da v¨¦rtigo. Ha disputado m¨¢s de 340 triatlones en 35 a?os, de los cuales 45 corresponden a la modalidad Ironman. De media asegura correr 12 carreras al a?o, aunque reconoce que la cifra ha disminuido un poco.
Ante tal haza?a no le ha quedado otra al mundo del triatl¨®n que meterla en el USA Triathlon Hall of Fame. Consigui¨® entrar en 2014, sus 12 victorias por edad en Ironman no pasaron desapercibidas. La hermana Madonna Buder, inconformista como siempre, amenaza con seguir ampliando su palmar¨¦s.