Irribarria y Rezusta se llevan el Parejas tras 4 meses de paseo
Larunbe (15 errores) se vio superado por la final en el Bizkaia y no pudo arropar atr¨¢s al genial Oinatz . La pelota guipuzcoana est¨¢ en un momento dulce
Irribarria ya tiene la doble corona: Manomanista y Parejas. Con Rezusta guard¨¢ndole las espaldas, se impuso con comodidad (22-14) en el torneo de duetos a Oinatz y un Larunbe al que le pes¨® mucho la pelea final por la txapela, en el Bizkaia bilba¨ªno. Son los mejores claramente de una competici¨®n largu¨ªsima desarrollada en cuatro meses, con 14 victorias sobre 16 compromisos. Y la amistad de ambos es profunda, hay que estar muy unido a alguien con el que compites durante 19 semanas. Rezusta fue elegido el mejor del torneo. Empez¨® con tembleque el partido definitivo pero luego se creci¨®, y m¨¢s viendo la flojera de su rival atr¨¢s. Su pegada y la forma de puentear a Bengoetxea VI decantaron la balanza.
El partido discurri¨® nivelado en los compases iniciales, hasta el empate a cinco (bien sabe Be?at lo duro que es pisar por primera vez una cita de estas, que le toc¨® en 2016). El debate sobre las pelotas no sobrevol¨® porque ninguna daba sensaci¨®n de exagerada. Pero el choque cambi¨® a partir de ah¨ª: el cuarto error de Larunbe llev¨® al 10-6 y un resto abajo de Oinatz ampli¨® la renta a 11-6. Empezaron a cargar al zaguero de Galdakao y ¨¦ste se encontr¨® muy lejos del frontis, viendo la espalda de colorados. En una cita con tanto pedigr¨ª, lo importante son las sensaciones: eso es lo que buscaron azules con la bola m¨¢s viva, la que m¨¢s andaba. tras un error de Irri. El quinto error del vizca¨ªno, muy nervioso, abri¨® la puerta al 12-7. La txapela tomaba forma sobre la testa del dueto guipuzcoano.
Con 12-8, Bengoetxea VI intent¨® romper el ritmo, que les llevaba al precipicio. Sac¨® a pared arrimada y aunque seas zurdo, es complicado llevar a buena ese primer disparo. La estrategia era clara: trataba de quitar el aire al portento de Arama, el posible da?o de este con el sotamano y la volea. Hizo un tanto. Sab¨ªa que o arriesgaba o se acab¨®. En la segunda ocasi¨®n apur¨® tanto que hizo pasa; es lo que tiene jugar al l¨ªmite. La falta de saque no descompuso a azules. Al contrario, estos estaban de vuelta: se pusieron a un tanto: 13-12 (tras tacadita de 0-3). Oinatz empez¨® con su arte en los cuadros alegres: una cortada, un gancho... era la magia ante la pegada de Irribarria. A veces esas pelotas tocadas son puro veneno.
Los colorados volvieron a tomar las riendas despu¨¦s de esa reacci¨®n de Oinatz y Larunbe. Dos pelotas abajo de este ¨²ltimo provocaron el tir¨®n: 16-13. Le sobrepasaba la final. Oinatz a¨²n tuvo toques de genio: una tercera cortada al txoko, espectacular. Lo tiene tan mecanizado que parece f¨¢cil: perfila el cuerpo como los toreros en el arte de la estocada, se distancia lo necesario y roza la pelota. Aunque Irribarria estaba cerca del frontis, no hay bote, te la deja muerta en el uno, es imposible cazarla.