As¨ª encontr¨® el FBI las camisetas de Tom Brady en M¨¦xico
Dylan Wagner, un joven de 19 a?os de Seattle, aficionado de los Patriots y coleccionista de recuerdos deportivos, puso a las autoridades en la pista de Mauricio Ortega.Estados Unidos-Espa?a en directo
Las historias policiacas siempre nos han fascinado. Y sobre todo las que acaban bien. Nunca le hemos hecho ascos a una buena pel¨ªcula de ¡®polis¡¯ y en los ¨²ltimos a?os hemos subido un escal¨®n m¨¢s con la moda de las series. Los ¡®CSI¡¯, ¡®Bones¡¯ y dem¨¢s, nos han mantenido con la cara pegada al monitor. ?Qu¨¦ listos son los detectives! ?Qu¨¦ habilidad para descubrir ese peque?o detalle que a cualquiera se le escapar¨ªa para encontrar al ladr¨®n o al asesino!
Pero si las historias de ficci¨®n son apasionantes, las historias reales son m¨¢s excitantes todav¨ªa. Muchas veces parece incre¨ªble c¨®mo es capaz la polic¨ªa de llegar hasta el culpable. Y eso es exactamente lo que ha sucedido con las camisetas de la Super Bowl robadas a Tom Brady.
Un joven coleccionista de Seattle
Seg¨²n cuenta la web de la CBS de Boston, el origen de la investigaci¨®n est¨¢ en Dylan Wagner, un coleccionista de 19 a?os residente en Seattle y seguidor de los Patriots. Poco despu¨¦s de la Super Bowl, cuando salt¨® la noticia de que alguien hab¨ªa robado la camiseta de Tom Brady, Dylan, como ¨¢vido coleccionista de recuerdos deportivos, sigui¨® con especial inter¨¦s el desarrollo de la investigaci¨®n. Cuando supo que tambi¨¦n hab¨ªa desaparecido antes la camiseta de la Super Bowl XLIX de dio cuenta de que ¡°sab¨ªa exactamente qui¨¦n la ten¨ªa¡±.
En diciembre pasado, Dylan Wagner hab¨ªa vendido una camiseta por eBay a Mauricio Ortega, el periodista que a la postre ten¨ªa ambas equipaciones. Despu¨¦s de la transacci¨®n, ambos se intercambiaron fotograf¨ªas de sus respectivas colecciones. ¡°Me envi¨® treinta fotograf¨ªas de su colecci¨®n. Presidiendo esta, se encontraba el jersey de Tom Brady en la Super Bowl XLIX con manchas de hierba. Le pregunt¨¦ sin rodeos ¡®?c¨®mo lo conseguiste?¡¯ y me respondi¨® ¡®te lo contar¨¦ m¨¢s adelante¡¯.
Un agente de la ATF de Boston entra en escena
En ese momento, Dylan no sab¨ªa que el jersey de la Super Bowl XLIX hab¨ªa sido robado. Sin embargo, comparti¨® esas fotograf¨ªas con su amigo Christopher Arone, otro coleccionista, que adem¨¢s es agente especial de la ATF de Boston (Agencia del gobierno de EEUU de alcohol, tabaco, armas de fuego y explosivos).
Cuando Tom Brady inform¨® de que le hab¨ªan robado la camiseta de la Super Bowl LI contra Atlanta en el vestuario, Arone se puso en contacto con Dylan y le cont¨® que ¡°no era la primera vez que le roban un jersey a Brady. Tambi¨¦n sucedi¨® tras la Super Bowl contra Seattle¡±. Entonces, Dylan pudo proporcionar a las autoridades dos direcciones en las que encontrar a Mauricio Ortega, el periodista mexicano acreditado en la final que le hab¨ªa mandado una fotograf¨ªa del jersey usado por Brady dos a?os antes con manchas de hierba.
M¨¢s importante que el v¨ªdeo
Esa informaci¨®n fue decisiva para que el FBI pudiera tener la seguridad de que Mauricio Ortega era el culpable, porque aunque las autoridades ya estaban trabajando con el v¨ªdeo en que se ve al periodista salir del vestuario de los Patriots con un bulto escondido, eso no prueba nada: ¡°Christopher Arone me dijo que el v¨ªdeo no probaba nada. Sin las fotos que le envi¨¦ no habr¨ªan podido conseguir una orden de registro para entrar en el s¨®tano de Ortega, en el que aparecieron las camisetas¡±.
¡°Me encantar¨ªa tener la suerte de conocer a Brady alg¨²n d¨ªa. Ser¨ªa un sue?o hecho realidad. Estoy muy contento de que le hayan devuelto sus camisetas¡± termina explicando Dylan Wagner.
Sin duda, una historia apasionante, digna de un cap¨ªtulo de CSI, que nos ayuda a conocer las casualidades y los descuidos del ¡®malo¡¯ que pueden llevar a las autoridades a resolver un caso.