Todos contra Crosby: piden que se le sancione para los playoffs
La megaestrella de los Penguins le asest¨® un 'hachazo' a Methot que le supuso casi perder un trozo de dedo... El due?o de los Senators: "Tendr¨ªa que ser castigado por un tiempo".
El mundo al rev¨¦s. Sidney Crosby, la estrella m¨¢s grande de la actual NHL y objetivo habitual de los golpes y marruller¨ªas de los equipos rivales, ahora es el acusado. Al center canadiense se la fue la mano esta semana con dos acciones violentas que le han puesto en la picota. Especialmente, el 'hachazo' a la mano derecha de Marc Methot (Senators) que acab¨® con el defensa de Ottawa emitiendo un grito terrible (captado por los micr¨®fonos de ambiente) y un dedo a medio rebanar. Las im¨¢genes son gr¨¢ficas, con un trozo de carne colgando y la sangre manando profusamente. Ha tenido que ser operado y se perder¨¢ lo que queda de temporada.
Un acci¨®n controvertida que provoc¨® una tormenta de quejas de los aficionados de los Senators, secundados por el due?o de la franquicia,?Eugene Melnyk. "Deber¨ªa ser sancionado por un tiempo largo", dijo este fin de semana. El cabreo fue may¨²sculo: "Me da igual que seas el n¨²mero uno, si haces este tipo de acciones de mierda, tienen que sentarte... y no hablo de uno o dos partidos". En otras palabras, la suspensi¨®n por lo que queda de temporada justo con los playoffs a la vuelta de la esquina.
Pese a la presi¨®n popular, la NHL es remisa a mandar al jugador m¨¢s medi¨¢tico a las mazmorras. Bill Daly, el ayudante del comisionado, avanz¨® que Crosby no ser¨¢ sancionado. Y eso que la liga suele aplicar un sistema muy duro: sanciones en funci¨®n de la lesi¨®n causada. Pero la mejor defensa para Crosby le ha llegado, precisamente, de un enemigo sobre el hielo. El propio capit¨¢n de los Senators, Erik Karlsson: "No vi que fuera un golpe sucio o intencionado".?
El problema para Crosby es que la acci¨®n del l¨ªo lleg¨® pocas horas despu¨¦s de otra acci¨®n antideportiva contra Ryan O'Reilly (Sabres). M¨¢s madera para las voces que claman por un supuesto proteccionismo de la liga para con el dorsal 87 de los Penguins.