De Chattie Cooper a Mireia, las mujeres ganan sitio en el Olimpo

"All¨ª abajo corr¨ªan once desgraciadas mujeres, cinco abandonaron antes del final y otras cinco tan pronto como cruzaron la meta". Aquella exageraci¨®n y manipulaci¨®n del periodista John Tunis prendi¨® la mecha de la suspensi¨®n por parte del COI de la prueba de los 800 femeninos hasta Roma 1960. Un caro peaje para las amantes del atletismo, que se hab¨ªan asomado por primera vez en los Juegos Ol¨ªmpicos de 1928 en Amsterdam. La germana Lina Radke logr¨® un oro en los pol¨¦micos 800 y s¨®lo 12,2 segundos le bastaron a Elizabeth Robinson para coronarse en los cien metros, ataviada con su falda y su chaleco. De los 2.883 participantes, s¨®lo 277 eran f¨¦minas para las que se hab¨ªa levantado el coto al atletismo, uni¨¦ndose as¨ª los 100 metros, 800, relevos 4x100, salto de altura y lanzamiento de disco a otras disciplinas ya aceptadas como la nataci¨®n y los saltos de trampol¨ªn. Por entonces, las mujeres tambi¨¦n se estrenaron en esgrima y en gimnasia art¨ªstica, donde la italiana Luigina Giavotti conquist¨® una plata junto a su equipo a sus 11 a?os y 302 d¨ªas, algo por lo que contin¨²a siendo la medallista m¨¢s joven de la historia.

Poco a poco, cayeron en la cuenta de que 'ellas' (as¨ª, con comilla fina, como un elemento extra?o) ya no ocupaban un mero papel testimonial sino que hab¨ªan llegado para quedarse. El germen de esa revoluci¨®n se halla en Par¨ªs 1900. S¨®lo 22 mujeres (seg¨²n la versi¨®n oficial del COI, aunque otras fuentes apuntan a 19 e incluso 11) encontraron cabida en el golf y el tenis. Esta ¨²ltima disciplina se?al¨® de rojo un 11 de julio de 1900 en el calendario de la emancipaci¨®n femenina en el deporte, dado que ese d¨ªa la brit¨¢nica Charlotte Cooper, a la que tachaban despectivamente de solterona, se convert¨ªa en la primera campeona ol¨ªmpica a nivel individual y en dobles mixtos con Reginald Dohert. No obstante, el caso m¨¢s llamativo fue el de la golfista estadounidense de origen hind¨² Margaret Ives Abbott, quien muri¨® en 1955 sin saber que hab¨ªa quedado primera en los Juegos. Y eso debido a la anarqu¨ªa que se vivi¨® por la coincidencia en la capital francesa de esta cita deportiva y de la Exposici¨®n Universal. Un caos que provoc¨® que muchos de los participantes ni tan siquiera supieran si estaban compitiendo. Ambas pioneras, Cooper y Abbott, fueron campeonas, s¨ª; pero no medallistas y es que no ser¨ªa hasta cuatro a?os despu¨¦s cuando se empezaron a dar las preseas.

Gracias a ¨¦stas y a tantas otras se logr¨® que en Londres 2012 todos los pa¨ªses tuvieran a alguna mujer compitiendo bajo su bandera y que ya supusieran m¨¢s del 50% de los participantes en triatl¨®n, tenis de mesa y b¨¢dminton. Lejos queda el nacimiento de los Juegos en Atenas 1896, cuando todos los atletas eran hombres. Poco a poco, las f¨¦minas han ido ganando terreno y del 2,2% que representaban en Par¨ªs 1900 se ha llegado hasta el 45% en R¨ªo 2016.

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Espa?a tard¨® en ver una medalla colgando del cuello de una mujer, para ser m¨¢s exactos, un bronce. Blanca Fern¨¢ndez Ochoa consigui¨® el ansiado metal s¨®lo unos meses antes de la eclosi¨®n de los Juegos de Barcelona 92, despu¨¦s de quedar tercera en el eslalon de esqu¨ª alpino de los Juegos de Invierno de Albertville (Francia). Aquella gesta de Blanca Nieves (as¨ª se llama en realidad) fue el preludio de lo que en verano conseguir¨ªa la judoca Miriam Blasco. Otro nombre a recordar, especialmente para los amantes del Trivial. La pregunta dice as¨ª: "?Qui¨¦n fue la primera deportista espa?ola con una medalla de oro en unos Juegos Ol¨ªmpicos?". Son tres las respuestas m¨¢s frecuentes en el com¨²n de los mortales: Arantxa S¨¢nchez Vicario, Blanca Fern¨¢ndez Ochoa y Miriam Blasco. "?sta me la s¨¦", bromea siempre la vallisoletana. Como para olvidarlo...

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M¨¢s batallas que preguntas de Trivial y m¨¢s escollos que esas posibles respuestas han tenido que librar nuestras deportistas. El protagonismo de la mujer en los Juegos ha ido in crescendo y en R¨ªo 2016, ELLAS (ahora s¨ª, ya en may¨²sculas) se trajeron en la maleta nueve de las 17 medallas de Espa?a (52,94%): Mireia Belmonte (hizo doblete), Maialen Chourraut, Carolina Mar¨ªn, Ruth Beitia, Eva Calvo, la Selecci¨®n de Baloncesto, la R¨ªtmica y Lydia Valent¨ªn. A la espera de que la haltera berciana recoja el oro de Pek¨ªn y la plata de Londres, la evoluci¨®n es significativa: en Barcelona 92 (8 de 22; 36,36%), en Atlanta 96 (6 de 17; 35,29%), en Sydney 2000 (4 de 11; 36,36%), en Atenas 2004 (6 de 20; 30%), en Pek¨ªn 2008 (4 de 18; 22,22%) y el punto ¨¢lgido lleg¨® en Londres 2012 (11 de 17; 64,70%). Y si en Norteam¨¦rica tienen como emblema a Michael Phelps, con un total de 28 medallas entre brazada y brazada, Espa?a cuenta con Teresa Perales. La nadadora ha recogido una medalla paral¨ªmpica hasta en 26 ocasiones y mira a Tokio como una buena oportunidad para dar un zarpazo a la marca del estadounidense ya retirado. Antes de ellos, Larisa Latynina ostentaba el r¨¦cord con 18 metales, alguno de ellos lleg¨® despu¨¦s de ocultar su embarazo de¡­ ?cinco meses! a los m¨¦dicos sovi¨¦ticos e incluso a su entrenador.

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Muchos son los kil¨®metros recorridos y las cotas alcanzadas, pero a¨²n m¨¢s son las cimas por conquistar. Seg¨²n la encuesta de h¨¢bitos deportivos de 2015, el 53,5% de la poblaci¨®n practic¨® deporte durante ese a?o, un 47,5% fueron mujeres. Unos datos sonrojantes de compararse con los de nuestros vecinos europeos. Tampoco son halag¨¹e?as las cifras que arrojan las memorias anuales de licencias federativas de 2015 elaboradas por el CSD. De 3.501.757 personas federadas, s¨®lo 753.760 fueron chicas, concentr¨¢ndose mayoritariamente en Andaluc¨ªa, Catalu?a, la Comunidad Valenciana y la de Madrid y predominando el baloncesto (130.549). Y aunque en los ¨²ltimos a?os se ha producido un incremento de aproximadamente un 25%, las de mujeres a¨²n se sit¨²an en el 21,5% del total de las licencias. S¨®lo predominan las femeninas respecto a las masculinas en gimnasia (90,40%), voleibol (73,52%), h¨ªpica (69,15%), patinaje (58,58%) y baile deportivo (69,73%), siendo el f¨²tbol el que mayor progresi¨®n ha tenido durante los ¨²ltimos quince a?os.

Los ¨®rganos de poder contin¨²an siendo la asignatura pendiente, algo que demuestra una vez m¨¢s que el deporte es un fiel reflejo de una sociedad (s¨®lo un 12% de los directivos espa?oles son mujeres) a la que a¨²n le cuesta sacudirse determinados clich¨¦s. Un siglo despu¨¦s muchos quieren ver fatiga en esta carrera por la igualdad, como ya lo hicieran con aquella carrera de 800 metros, pero olvidan que no hay obst¨¢culo insalvable.