El ¨¦xito de un tipo (nada) normal en la MLB
Michael Fulmer es uno de los pilares en los que se sustentan las aspiraciones de los Detroit Tigers de cara a la temporada 2017 en las Grandes Ligas.
La primera vez que Michael Fulmer se puso un esmoquin fue para acudir a la cena de la Asociaci¨®n de escritores de B¨¦isbol en Nueva York. Embarcado como estaba en el TigerFest, tuvo que abandonar a sus compa?eros para recibir, en la ciudad de los rascacielos, el galard¨®n como ¡°Novato del A?o¡± de la Liga Americana. Fulmer es el quinto jugador de los Tigers que lo logra y el primero desde Justin Verlander en 2006, por eso el General Manager, Al Avila, no dud¨® en acompa?arle, cosa que el jugador agradeci¨®.
Fulmer fue elegido por los New York Mets en la posici¨®n n¨²mero 44 del Draft de 2011 y recibi¨® la llamada de David Wright para felicitarle. En 2015, se vio envuelto en el traspaso que llev¨® a Yoenis C¨¦spedes a los Mets, lo que hizo que se tuviera que trasladar a la Motown.
En los entrenamientos de primavera llam¨® la atenci¨®n de Verlander, que no dud¨® en presentarse y darle consejos sobre c¨®mo se ten¨ªa que ejercitar acorde a su puesto de pitcher y su edad. La estrella de los Tigers ten¨ªa claro que ese jugador ten¨ªa que estar en el primer equipo para ayudarles, pero habr¨ªan de ser pacientes. El entrenador de pitcher le dijo que ten¨ªa que a?adir recursos a sus fenomenales lanzamientos para no ser previsible.
Una ampolla en la mano de Shane Greene hizo que fuese baja y los Tigers le reclamaron para ocupar su hueco. Fulmer pens¨® que ser¨ªa algo puntual, as¨ª que alquil¨® una habitaci¨®n en un hotel de Detroit con la idea de que r¨¢pidamente volver¨ªa a Toledo, Ohio, con su equipo de la Triple A. Sin embargo, lo que parec¨ªa una estrella fugaz se convirti¨® en uno de los astros m¨¢s relucientes de Comerica Park.
Tal fue su desempe?o, que no s¨®lo logr¨® reducir el estr¨¦s que sufr¨ªa su brazo en cada lanzamiento y adquirir fondo f¨ªsico para soportar m¨¢s entradas, sino que los Tigers se agarraron a sus actuaciones para aspirar hasta el ¨²ltimo partido por una plaza en la pasada postemporada. Tan soberbias fueron dichas actuaciones, que de las 30 primeras opciones para novato del a?o en la Liga Americana, 26 llevaban su nombre.
Pero lo que hace singular a Fulmer ocurre fuera del diamante. Mientras estaba en las Ligas Menores, en oto?o de 2014, acept¨® el ofrecimiento de un amigo y se incorpor¨® a su empresa para trabajar como fontanero y mantenerse ocupado, adem¨¢s de incrementar su magro sueldo. Al igual que en el mont¨ªculo, su habilidad ha ido en aumento y, a pesar de que su salario ha mejorado, ha seguido arreglando sumideros y cavando zanjas con su amigo. Fulmer cuenta que habr¨¢ realizado unos 300 trabajos y nadie le ha reconocido.
Por otra parte, Fulmer ha sido seleccionado por Joe Torre para representar a Estados Unidos en el World Baseball Classic. Cada equipo cuenta con 10 pitchers designados y s¨®lo puede tener activos a dos al mismo tiempo. Parece que Fulmer lo estar¨¢ en la segunda ronda.
El modo de pasar las vacaciones de Fulmer contrasta con el de sus compa?eros. As¨ª, mientras Verlander pasa los d¨ªas en Italia y las Bahamas acompa?ado de Kate Upton, Fulmer recorre lugares de su Oklahoma natal con una furgoneta negra llena de herramientas, preparado para arreglar cualquier contratiempo dom¨¦stico.
El ¨¦xito de Fulmer es el ¨¦xito de un tipo corriente. O pens¨¢ndolo mejor, nada corriente.