Fin de toda discusi車n: Tom Brady es el mejor de la historia*
La exhibici車n del domingo pasado coloc車 al quarterback de los Patriots en un lugar en el que ning迆n otro jugador ha estado.
Hay algunas frases que son incre赤blemente dif赤ciles de decir: ※me gustas§, ※no me gust車 como me cort車 el cabello§, ※jefe, creo que est芍 equivocado§, ※oye, te huele la boca§ y ※Tom Brady es el mejor quarterback de la historia§.
Si me preguntan, preferir赤a estarle diciendo en este momento a mi jefe que me gusta, pero se equivoc車 al cortarme el cabello y adem芍s le ※ruge la buchaca§, pero no. No tengo opci車n.
Aqu赤 estoy despu谷s de tantos a?os de negaci車n, de tantos a?os de una relaci車n conflictiva con los New England Patriots, con Tom Brady y sus aficionados, sobre todo con sus aficionados, para admitir lo que para todos es evidente. Para poner la rodilla en el suelo. Para reconocerlo de una vez por todas: Tom Brady es el mejor. Punto.
El domingo en Houston vimos historia, fuimos testigo del material con el que se construyen las leyendas. El juego de gripe de Michael Jordan, Federer contra Nadal en la final de Wimbledon de 2007, el gol de Zidane contra el Leverkusen en la final de la Champions en 2002, el juego de tres jonrones en la Serie Mundial de 1977 de Reggie Jackson. Creo que el punto queda claro.
Pudimos ver la mayor remontada en la historia del Super Bowl. Un d谷ficit borrado casi exclusivamente por la gracia del brazo derecho de Thomas Edward Patrick Brady. Pero tambi谷n por sus ojos, por su cerebro, su juicio y su toma de decisiones. Principalmente por su liderazgo, por su comunicaci車n con compa?eros y entrenadores. Por su precisi車n.
M芍s importante, el domingo fue el juego que puso fin al debate. Con toda su grandeza, Peyton Manning, Dan Marino, Joe Montana, Johnny Unitas, Terry Bradshaw o Shane Falco est芍n un escal車n por debajo, algunos hasta escal車n y medio. Lo que ha hecho Brady en su carrera no se puede replicar. Se podr芍n buscar muchos argumentos para defender el caso de tal o cual jugador, pero ninguno de ellos ser芍 v芍lido en comparaci車n con las credenciales de Brady. Nos guste o no.
Me recuerda tanto a Barry Bonds. Un tipo que est芍 por encima de cualquier debate. Pero que de igual forma jam芍s podr芍 sacudirse sombras y estigmas. Cuyo asterisco lo acompa?ar芍 siempre. Porque Brady, al igual que Bonds, no necesitaba de ning迆n agente externo para impulsar su carrera, pero la tentaci車n fue simplemente demasiado grande.
Ese 迆ltimo cuarto y tiempo extra del Super Bowl, en donde Brady simplemente no parec赤a fallar un solo pase, en el que estaba en pleno dominio, pr芍cticamente en una zona, pese a que fue golpeado y se sobrepuso a un a?ejo historial de falta de concentraci車n ante el contacto f赤sico, me record車 ese lapso entre 1992 y 2004 en el que Bonds aprendi車 a batear errores del pitcher, exclusivamente. No pod赤a fallar.
Y no se necesitaban c芍maras de video, balones desinflados o las espinacas de Popeye para hacer lo que hac赤an esos dos en ese momento. No hay esteroide que de la coordinaci車n mano-ojo de Bonds, como tampoco habr芍 se?al defensiva que detenga esa ejecuci車n de Brady.
Pero tampoco hay suficiente cloro en el mundo para borrarles la mala reputaci車n. Para ocultar el enorme e innecesario asterisco. Porque, damas y caballeros, Bonds y Brady, ambos, hicieron trampa. Ambos pagaron el precio por hacer trampa, a menor o menor grado, y la historia tendr芍 un lugar para ellos, tanto por sus logros como por sus trampas.
No hay argumento que valga. ?Todos hacen trampa? Bien, entonces eres doblemente culpable, de ser tramposo y de ser lo suficientemente est迆pido para ser agarrado. As赤 de f芍cil. ?Qu谷 no fue tan grave? ?Entonces por qu谷 hacerlo?
No tiene sentido, es inexplicable, pero ambos lo hicieron. Y en el caso de Brady y los Patriots, no importa cu芍nto lo intenten, no pueden sacudirse la pol谷mica. El mejor de los ejemplos est芍 en su jersey robado.
Pero fue &Patriot on Patriot crime*. Las l赤neas de tiempo apuntan a que al momento del robo el vestidor estaba ocupado exclusivamente por jugadores de los Patriots, empleados de los Patriots, familiares de los Patriots y altos mandos de los Patriots. No hace falta tener maestr赤a en c芍lculo avanzado para encontrar el com迆n denominador.
El responsable, con toda certeza un Patriot, es lo suficientemente incauto para robarse a la Mona Lisa. Un jersey de medio mill車n de d車lares que no podr芍 vender jam芍s a precio real porque todo el mundo sabe que fue robado. Ah, pero ten赤a que hacerlo. Parece inscrito en el ADN. Otro ardid innecesario.
Por fortuna, no hay nada que ensucie el juego de Brady del domingo pasado. Hubiera sido criminal que tal logro resultara manchado como lo est芍 parte de su legado. No, el Super Bowl LI fue una exhibici車n pulcra y limpia. Historia pura. La obra de una leyenda al que todos nosotros debemos considerarnos afortunados de ver.
Lo voy a decir una sola vez, y lo voy a decir fuerte y claro. Tom Brady es el mejor de la historia. Punto.
Ah, se me olvidaba: *
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