Mike McCarthy dice que el a?o de los Packers fue un ¨¦xito
El entrenador de Green Bay parece conformarse con, de nuevo, quedarse a las puertas de la Super Bowl y anuncia que no habr¨¢ grandes cambios.
![Jan 22, 2017; Atlanta, GA, USA; Green Bay Packers quarterback Aaron Rodgers (12) and head coach Mike McCarthy react during the second quarter in the 2017 NFC Championship Game at the Georgia Dome. Mandatory Credit: John David Mercer-USA TODAY Sports](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/4IIJVQQIEBIVRO2PJQEHTDPMOY.jpg?auth=1c010dcb56eaee999f83f80a6eace083d6d58e031ded4fa71a9123e052c8812c&width=360&height=203&smart=true)
Mike McCarthy, entrenador de los Green Bay Packers, sali¨® a rueda de prensa y, tal y como cualquiera que conozca su trayectoria podr¨ªa sospechar, declar¨® que la temporada del equipo hab¨ªa sido exitosa.
Se une esto a esa extra?a, sorprendente y bastante sin venir a cuento declaraci¨®n de mitad de temporada, en plena remontada tras un inicio de campa?a muy decepcionante, en la que aseguraba que ¨¦l era un entrenador muy exitoso.
Parece que la palabra en s¨ª, el concepto, es algo que le pone.
Y, n¨²meros en la mano, es muy dif¨ªcil llevarle la contraria.
En este 2016 los Packers han jugado la final de la NFC. Nadie en su sano juicio podr¨ªa calificar tama?o recorrido como algo lejano al ¨¦xito. Empezaron jugando de manera muy irregular, acumulando derrotas, pero se repusieron con ocho victorias consecutivas, siempre entre la espada y la pared, para acabar metiendose en playoffs y, como he dicho, en la final de su conferencia donde fueron arrasados, s¨ª, arrasados por los Atlanta Falcons.
De manera an¨¢loga, McCarthy lleva once a?os al frente de la franquicia quesera y ha alcanzado la postemporada en nueve ocasiones, con cuatro presencias en la final de la NFC y una en la Super Bowl, que gan¨®. Nadie le puede discutir el ¨¦xito como tal.
El problema viene cuando se analiza lo que significa esta complacencia con uno mismo. No habr¨ªa demasiado que achacar a un rapto de orgullo por uno mismo y el trabajo realizado hasta ahora si no sirviese, como es abundantemente claro en este caso, que sirve para conformarse con lo que hay y no trabajar lo suficiente para mejorar.
Porque la norma en los ¨²ltimos a?os de los Packers es la misma: temporada regular llevada con poca brillantez, m¨¢s a tirones y rachas que otra cosa, eliminaci¨®n dolorosa en playoff ante un equipo que, por hache o por be, domina la batalla t¨¢ctica; Aaron Rodgers erigido en h¨¦roe salvador que, tarde o temprano, acaba sucumbiendo a pesar de sus milagrosas actuaciones.
No ayuda a Green Bay que Mike McCarthy considere que eso es un ¨¦xito. No ayuda porque eso suele llevar aparejado un inmovilismo en la agencia libre y un inmovilismo en la confecci¨®n del cuadro t¨¦cnico. Eso est¨¢ desquiciando a la afici¨®n y al propio Rodgers, que ve pasar sus mejores a?os sin volver a pelear en el gran partido. De ah¨ª a los roces, que sabemos que existen, entre el entrenador y el QB no hay ning¨²n paso.
McCarthy ha contado como QBs titulares en sus once a?os en Green Bay con Brett Favre y Aaron Rodgers, ambos en el Olimpo de este deporte y de esta liga. ?Es un ¨¦xito conseguir lo que ha conseguido, a nivel de resultados, con estos equipos y estos l¨ªderes? Es subjetivo y debatible, que duda cabe, pero el empe?o por hacer ver que todo esto est¨¢ bien lleva a que, temporada tras temporada, los cambios que necesita este grupo se aplacen en una sensaci¨®n de que as¨ª ya est¨¢ bien.
Y, no, no lo est¨¢. Tarde o temprano faltar¨¢ Aaron Rodgers y, entonces, se echar¨¢ la vista atr¨¢s y se juzgar¨¢ esta era con otros ojos. Temo que la palabra ¨¦xito no aparezca con frecuencia entonces para definirla.