Sue?o premonitorio de la Super Bowl LI: Patriots campe¨®n

New England Patriots - Atlanta Falcons en directo

Esta noche he tenido un sue?o extra?o. Quiz¨¢ se debi¨® al exceso de picante en la cena, o tal vez al exceso de cerveza para contrarrestarlo. El caso es que so?¨¦ que viajaba al futuro y me encontraba viendo la pr¨®xima Super Bowl. Esto es lo que recuerdo. Sue?o premonitorio o pesadilla imposible, juzguen ustedes mismos.

Amanece una ma?ana fr¨ªa en Houston. Intensas nevadas y g¨¦lidas rachas de viento han provocado capas de nieve de m¨¢s de medio metro. Los dirigentes de la NFL est¨¢n estudiando retrasar la hora de comienzo del encuentro como consecuencia de las inclemencias climatol¨®gicas, pero contrariamente a lo que se pod¨ªa esperar, en vez de preguntar a reputados meteor¨®logos, consultan a expertos en audiencias televisivas. A las puertas del estadio, se congrega un grupo de personajes ataviados con pieles y banderas de lobos huargos que proclaman que ellos ya llevaban a?os anunciando que se acercaba el invierno. Los buenos aficionados al football se frotan las manos ante el espect¨¢culo de un encuentro nevado, tan escaso durante esta temporada. Sin embargo, todo esto dar¨¢ igual, ya que el partido se disputa en un dome.

Saltan al campo los protagonistas del evento, en el que la noticia m¨¢s destacada en las horas previas ha sido que en una fulminante orden ejecutiva del presidente Donald Trump, ha cesado al coordinador defensivo de los Patriots para tomar ¨¦l mismo las riendas de la defensa patriota. Seg¨²n parece, la causa se debe a una incalificable actuaci¨®n mis¨®gina por la cual considera que el sitio de las mujeres est¨¢ en la cocina, pensando err¨®neamente que Patricia, el ya excoordinador, con ese nombre, era una chica.

Rumores bien fundamentados apuntan a que ¨¦ste puede ser el ¨²ltimo partido de Patriots y Falcons como representantes de New England y Atlanta respectivamente, ya que ambas franquicias han solicitado su traslado a Los Angeles. De hecho, todos los equipos han solicitado su traslado a Los Angeles con el fin de abaratar costes en los desplazamientos.

El himno nacional es interpretado por el cantante country Luke Bryan, primer solista masculino en hacerlo en 10 a?os. En plena actuaci¨®n, una r¨¢faga de viento (alguien ha debido dejar abierta alguna ventana del domo) le hace volar su sempiterna gorra. Al agacharse a recogerla, apoya su rodilla en el suelo, lo que es interpretado por la audiencia como un gesto de protesta contra la violencia racial de la polic¨ªa, y fuertemente abucheado en un estado tan conservador como el tejano. El cantante debe abandonar el estadio entre fuertes medidas de seguridad.

El tradicional vuelo de una escuadra de cazas de combate sobre el estadio ha sido sustituido por un interminable desfile militar sobre el c¨¦sped. Camiones, carros, plataformas, lanzaderas, y un sinf¨ªn de cuerpos del ej¨¦rcito marchan en perfecta formaci¨®n en una idea sugerida a Trump por su ¨ªntimo amigo Putin. La representaci¨®n espa?ola en la parada, la Legi¨®n, se ha negado a desfilar como protesta por la intoxicaci¨®n sufrida por su mascota, la cabra, al ingerir el turf artificial del NRG Stadium pensando que era hierba normal.

Con m¨¢s de una hora de retraso, parece que por fin capitanes y cuerpo arbitral se dirigen al centro del campo para el sorteo inicial. El colegiado encargado de dirigir la SuperBowl LI es el veterano de 17 campa?as en la NFL Carl Cheffers. Su designaci¨®n ha estado envuelta en pol¨¦mica, y Blandino, jefe de los ¨¢rbitros, ha tenido que salir al paso de las cr¨ªticas declarando que su decisi¨®n ha sido ampliamente estudiada, y no se le ha asignado a la ligera simplemente porque Cheffers lleve el n¨²mero ¡°51¡±. Brady pide cara y Ryan cruz. Se lanza la moneda al aire y cae de canto, como consecuencia del mal estado en que ha quedado el terreno de juego debido al desfile. Tras un largo estudio, se determina cara y los Patriots eligen recibir el bal¨®n para marcar la iniciativa. La decisi¨®n no es aceptada por los Falcons y Dan Quinn arroja el pa?uelo rojo solicitando ¡°challenge¡±. Tras otro largo debate en la central de Nueva York, las im¨¢genes no muestran una toma concluyentemente clara y se mantiene la decisi¨®n tomada en el campo por falta de evidencias ante el enojo de los de Georgia. Los Falcons pierden un tiempo muerto.

Inicio de la Super Bowl LI

Despu¨¦s de una nueva larga espera (lo que ha originado un importante descenso de las audiencias seg¨²n la Fox), por fin se produce el kickoff inicial, entre los habituales flashes de los espectadores y fuegos artificiales. Ah no, nos comunican que no eran fuegos artificiales, sino explosiones de tel¨¦fonos Samsung al tomar la fotograf¨ªa. Dion Lewis inicia el retorno, pero pierde el oval. FUMBLE recuperado por Atlanta en la yarda 18 de New England. Lewis llega apesadumbrado a la banda donde recibe una severa reprimenda por parte de Belichick. Acto seguido, el RB rompe a llorar. Un grupo de psic¨®logos independientes de la NFL declara al jugador OUT para el resto del partido.

La aclamada ofensiva de los Falcons es incapaz de conseguir un TD pese a partir de tan privilegiada posici¨®n de campo y debe conformarse con chutar un c¨®modo field-goal, que incomprensiblemente, falla Matt Bryant, en lo que se ha convertido en otra constante de la temporada: los fallos de los pateadores.

De nuevo con el ataque de New England en el campo, Brady sufre un duro castigo por parte de la defensa de Atlanta. Golpes retardados, golpes en la cabeza, golpes por varios jugadores¡­ ante la indiferencia arbitral que no pita nada de nada. Tras la paliza recibida, Brady debe ser atendido en la banda, lo que provoca de inmediato un nuevo desplome de las audiencias. Est¨¢ muy dolorido y su retorno es cuestionable. Ya en el banquillo, los asistentes descubren que alguien hab¨ªa colocado el logo de los Panthers sobre el ¡°Flying Elvis¡± del casco del QB patriota y cubierto su nombre en la camiseta con la leyenda ¡°Newton¡±. Ahora se explica todo. Los ¨¢rbitros le hab¨ªan confundido con el quarterback de Carolina y por eso le estaban dejando recibir tan desproporcionado apaleamiento.

Con Brady fuera del partido, el ataque patriota se atasca, incapaz de avanzar con Garoppolo. No obstante, al ataque Falcons no le va mucho mejor. Matt Ryan est¨¢ teniendo el peor partido de la temporada. Las im¨¢genes le muestran sudoroso y demacrado. Los comentaristas lo achacan al desmedido calor que hace dentro del dome, donde la elevada temperatura est¨¢ derritiendo a ¡°Matty Ice¡±. Se hace viral un video tomado por un aficionado en el que se ve a un individuo manipulando el termostato del estadio. Por desgracia, es imposible identificar al causante de tal felon¨ªa porque lleva tapado el rostro con la capucha de una sudadera con las mangas cortadas.

As¨ª las cosas, la final avanza aburrida de punt en punt. Por primera vez en la historia del Super Bowl, el partido llega al descanso con empate a cero, y las audiencias cayendo en picado para desesperaci¨®n de la Fox. La cadena de televisi¨®n ordena un r¨¢pido estudio de las razones de tan bajo seguimiento y se llega a la conclusi¨®n de que la causa no se debe a la baja calidad del encuentro, ni al mal juego de sus estrellas, sino a las elecciones por la presidencia¡­ de las comunidades de vecinos que han decidido programarlas precisamente para esta noche.

Espect¨¢culo de la Super Bowl LI

Mientras se prepara el escenario para el espect¨¢culo del intermedio, la retransmisi¨®n emite im¨¢genes del calentamiento previo en las que podemos ver a los runningbacks de los Falcons entrenando sin camiseta en los alrededores nevados del estadio. La raz¨®n, seg¨²n se ha sabido despu¨¦s, no era una demostraci¨®n de hombr¨ªa para intimidar al rival, sino que hasta el ¨²ltimo momento no ten¨ªan claro si vestir de rojo o de blanco, dado que las estad¨ªsticas son claramente favorables a quienes han usado su segunda equipaci¨®n en la Super Bowl (11 de los ¨²ltimos 12 campeones). Im¨¢genes posteriores nos los muestran en el banquillo cubiertos de mantas y tomando un caldo calentito, lo que podr¨ªa explicar el pobre rendimiento del juego de carrera de Atlanta.

Erin Andrews aprovecha este impasse para entrevistar a Gronkowski, como todos saben inactivo para este encuentro, quien tilda de simples aficionados a los jugadores de Giants que montaron una fiesta en ese yate tan peque?o. Desde el campo, Chris Myers informa que Johnny Manziel ha bajado al vestuario patriota para saludar en persona a su admirado presidente Trump, quien de inmediato le nombra Secretario de Estado de Comunicaciones Twitter, una cartera de reciente creaci¨®n. Ambos brindan con champagne por el nombramiento, con el que de paso pretenden intimidar al coordinador ofensivo de Falcons Kyle Shanahan, quien todav¨ªa tiene pesadillas con ¡°Johnny Football¡±.

De repente, un enorme estruendo inunda el estadio, dando comienzo a la actuaci¨®n de Lady Gaga. De sus estilismos imposibles est¨¢ tomando buena nota la NFL Network para los uniformes de los pr¨®ximos Thursday Night Football. La interpretaci¨®n de temas tan populares y sensuales como ¡°Poker Face¡± o ¡°Alejandro¡± levanta¡­ al p¨²blico de sus asientos, y hace remontar los ratings de audiencia al punto de que su actuaci¨®n est¨¢ siendo lo m¨¢s visto de la noche, y los responsables de la Fox le piden un bis tras otro, para desesperaci¨®n de los aficionados al football.

Sin embargo, la actuaci¨®n termina de improviso cuando los jugadores de Falcons saltan alarmados al campo. Algunos, como Alex Mack, mojados y a medio enjabonar, cubriendo sus partes pudendas con una toalla. Por lo visto, alg¨²n gracioso ha activado la alarma de incendios del vestuario de Atlanta.

Tras este lamentable suceso, se procede al desmontaje del escenario, mientras se anuncian cambios para la segunda mitad. Expertos en demoscopia de la Fox han detectado un alejamiento del sector m¨¢s joven de la audiencia, y para recuperarlo, a partir de ahora las penalizaciones no las anunciar¨¢ el referee por megafon¨ªa, sino v¨ªa redes sociales con el hastag #laSuperBowlmolamogollon.

Como medida adicional para aumentar la audiencia, viendo la cantidad de nominaciones obtenidas por el musical ¡°La La Land¡± para los premios Oscar, la Fox pide a los coordinadores ofensivos que canten las jugadas¡­ literalmente. Como resultado de tan inveros¨ªmil medida, McDaniels nos sorprende con un insospechado talento para interpretar g¨®spel, mientras que Shanahan, al estar sentado en la cabina de televisi¨®n, se arranca derrochando duende por Camar¨®n.

La reanudaci¨®n nos trae una sustituci¨®n en la direcci¨®n del ataque Falcons. El bajo nivel de Ryan provoca que salga en su lugar Matt Schaub, quien se siente como en casa (no en vano pas¨® en Houston 7 a?os) y encadena una ofensiva fulgurante e imparable, utilizando sus m¨²ltiples armas a¨¦reas, y que culmina con una acrob¨¢tica recepci¨®n en la end-zone de Tylor Gabriel por encima de los defensores, en lo que ya se denomina como ¡°salto del arc¨¢ngel¡±. Atlanta se adelanta 7-0.

La respuesta de los Patriots se produce de inmediato. Ante la incapacidad de Garoppolo, un drive pleno de potencia de Blount por tierra, apoyado en mel¨¦ por sus compa?eros, empata el encuentro a 7.

El partido se anima, pero las audiencias siguen sin repuntar. La tensi¨®n entre ambas escuadras crece y los continuos roces derivan en un rifirrafe entre el TE patriota Martellus Bennet y el CB falcon Robert Alford. Con el fin de recuperar espectadores, la Fox nomina a ambos jugadores para que decida el p¨²blico qui¨¦n debe ser expulsado, como si se tratase de un ¡°reality-show¡±. Finalmente, la audiencia decide que debe abandonar la Super Bowl Alford, seguramente lastrado por su pat¨¦tico piscinazo en el encontronazo con Rodgers en la final de conferencia.

Llegamos al ¨²ltimo cuarto con el partido empatado y los Falcons en field-goal range. Ante la perspectiva m¨¢s que evidente de que van a anotar, Donald Trump, en su doble faceta de coordinador defensivo patriota y presidente de la naci¨®n, emite la inaudita orden del expulsar del pa¨ªs a los receptores Falcons Jones y Sanu, ya que por sus nombres de pila, Julio y Mohamed, sin duda debe tratarse de peligrosos emigrantes ilegales latino y musulm¨¢n respectivamente. Privados de sus principales atacantes, Atlanta debe conformarse con 3 puntos.

Los Falcons lideran 10-7 y queda poco tiempo. Los Patriots deciden ir a por todas y un renqueante Brady vuelve al campo. La defensa de Atlanta aprieta y Edelman salva un 3? y largo en una milagrosa recepci¨®n pegado a la banda. Es tan dudoso si ha pisado dentro o fuera del campo que los Falcons solicitan revisi¨®n de video. Sin embargo, Belichick, fino estratega, ha obligado a sus jugadores a calzar zapatillas completamente blancas, pese a la permisividad de la NFL para que puedan ser estampadas en rid¨ªculos colorines. En la repetici¨®n es imposible apreciar con claridad d¨®nde termina la bota del jugador y empieza la l¨ªnea de cal, por lo que se acepta la decisi¨®n tomada en el campo y Atlanta se quedan sin challenges para el resto del partido.

De nuevo en una situaci¨®n apurada en tercer down, Brady sometido a intensa presi¨®n, suelta el oval en largo hacia la posici¨®n de Hogan, quien hace una recepci¨®n absolutamente imposible. En la repetici¨®n a c¨¢mara lenta, se puede ver que el receptor, antiguo jugador de lacrosse, no ha atrapado el bal¨®n con sus manos, sino con un stick de este deporte. Como los ¨¢rbitros no se han percatado, y Atlanta no puede pedir challenges, los Patriots se quedan a una yarda de la goal-line. Aprovechando que la defensa rojiblanca a¨²n est¨¢ discutiendo la legalidad de la acci¨®n anterior, Brady hace gala de su hurry-up offense, y con un QB-sneak anota TOUCHDOWN. New England se pone por delante 14-10.

A punto de entrar en los dos ¨²ltimos minutos, Atlanta se prepara para retornar el kickoff cuando en una audaz e inesperada jugada, Gostkowski ejecuta un perfecto onside-kick de rabona que har¨ªa sonrojar a Boswell, el kicker de Pittsburgh que tan estrepitosamente fall¨® id¨¦ntica acci¨®n, y los Patriots recuperan la posesi¨®n. Como Atlanta no tiene tiempos muertos, supone en la pr¨¢ctica la victoria patriota. Nos vamos al two-minutes-warning con todo el planeta football felicitando a Belichick por su genialidad y osad¨ªa.

Se vuelve a la acci¨®n con los Patriots en formaci¨®n de victoria y los Falcons resignados a su destino. Sin embargo, tantos parabienes hacia Belichick ponen envidioso a Trump, quien ordena en la ¨²ltima jugada que en vez de arrodillarse, se auto-anoten un safety para devolver el bal¨®n a Atlanta y que sea la defensa de New England (y ¨¦l como comandante en jefe de la misma) la que gane el partido. Es una locura, pero nadie se atreve a contradecirle. Tal como hicieron los Ravens, los Patriots encajan un safety y devuelven el oval a Atlanta con todav¨ªa unos pocos segundos para una ¨²ltima jugada desesperada perdiendo s¨®lo de 2 puntos.

Ryan regresa al campo para un hail-Mary mientras la defensa patriota coloca una curiosa formaci¨®n con todos los jugadores alineados a lo largo de la l¨ªnea de scrimmage, formando una especie de muro, construcci¨®n a la que es muy aficionado Trump. Ryan recie el snap mientras su TE Toilolo grita ¡°?Toi solo!¡±. Le lanza a su posici¨®n y atrapa el oval, avanzando en solitario hacia la zona de marca, pero de la risa que le provoca su propio chiste pierde la posesi¨®n en la yarda 4 de Nueva Inglaterra. Por suerte para los de Georgia, a¨²n queda 1 segundo en el reloj y podr¨¢n chutar un f¨¢cil field-goal para llevarse el triunfo. Sin embargo, Bryant no puede practicar porque la red de entrenamiento es precisamente a la que Odell Beckham hab¨ªa propuesto matrimonio, y actualmente se encuentra en viaje de novios.

Se preparan para el field-goal cuando el jugador patriota McClellin salta sobre la formaci¨®n y se abalanza sobre el kicker Bryant antes de que chute, quedando dolorido y debiendo ser atendido por las asistencias. Se sanciona con falta personal esta jugada tan sucia y fea, pero es lo que buscaba, ya que por reglamento, Bryant no podr¨¢ estar en el campo la siguiente jugada. Privados de su kicker, los Falcons tienen una ¨²ltima acci¨®n desde la yarda 2 de New England. Parece obvio que intentar¨¢n entrar a la zona de marca con una carrera de Freeman o Coleman, pero Dan Quinn, en claro homenaje a su maestro Pete Carroll, ordena un pase por el centro a Robinson, que es INTERCEPTADO en la end-zone por, no pod¨ªa ser otro, Malcolm Butler, demostrando una vez m¨¢s, por si hac¨ªa falta hacerlo, la estupidez de dicha jugada.

Los Patriots ganan la Super Bowl LI por un apretado 14-12. Es una pena que este angustioso y emocionante final no haya sido disfrutado por los espectadores de televisi¨®n, ya que la Fox, en vista de las bajas audiencias que estaba teniendo, hab¨ªa sustituido la retransmisi¨®n del partido por un episodio repetido de ¡°Los Simpson¡±. Finalmente, la imagen que todos est¨¢bamos esperando de Roger Goodell haciendo entrega del trofeo Lombardi a Tom Brady no llega a producirse. En su lugar, ha dejado un post-it sobre el plateado galard¨®n en que se excusaba alegando que de pronto hab¨ªa recordado haberse dejado encendida la luz del cuarto de ba?o