Seattle rinde pleites¨ªa al ataque sobrenatural de los Falcons
Los Seahawks empezaron anotando, pero desde ah¨ª, y hasta el final, el ataque de los Falcons impuso su dictadura con un festival de juego deslumbrante e imaginativo.
data:image/s3,"s3://crabby-images/91067/910673bef01d212e5a49514aeaf3f91cd9b156a2" alt="ATLANTA, GA - JANUARY 14: Matt Ryan #2 of the Atlanta Falcons reacts against the Seattle Seahawks at the Georgia Dome on January 14, 2017 in Atlanta, Georgia. Kevin C. Cox/Getty Images/AFP
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New England Patriots - Atlanta Falcons en directo
???Football es pasi¨®n!!!
No poder ver un partido sentado. Taparse los ojos para no mirar. Aullar al cielo sin motivo. Asomarse a la ventana y saludar entusiasmado a todos los que pasan. Dar gracias a Dios por haber vivido en este momento preciso de la historia, y porque no se fuera la luz. Por haber descubierto este deporte que se llama football americano y que nos vuelve locos¡ Y llorar. De emoci¨®n, incomprensi¨®n, milagro, agradecimiento. Como el que ha tenido una visi¨®n. Con los sentimientos a flor de piel y la seguridad de estar viendo algo ¨²nico, irrepetible, maravilloso. ??MAGIA!!!
Todo eso es el ataque de Atlanta. ?Gracias, Dios m¨ªo! Un sue?o sin final, un puzzle que se construye solo ante la mirada at¨®nita del universo. Bloqueos de jugadores que no estaban all¨ª, recepciones de alguien que aparece de la nada. Veinte jugadores en el campo cuando solo se permiten once. O treinta, o cuarenta... Miles de tipos de negro y sangre recibiendo balones m¨¢gicos del mago por excelencia en la NFL 2016. Matt Ryan vestido de perfecci¨®n, abriendo de par en par el oc¨¦ano en una danza maldita.
??Qu¨¦ m¨¢s da que ganen el anillo?! ??Qu¨¦ importa si no van m¨¢s all¨¢?! Por favor, que no se acabe el mundo esta semana. Yo quiero verles una vez m¨¢s. La esencia del football americano ofensivo. La simplicidad de lo imposible haci¨¦ndose realidad. Aqu¨ª y ahora para mis ojos. Para los tuyos. El fin ¨²ltimo maravilloso que explica la invenci¨®n de este deporte.
???Pero c¨®mo me puede gustar tanto esto!!! ????DIOSSSSSS!!!!
Y eso que los Seahawks lo intentaron. Salieron al campo sin postrarse ni adorar. Ni mucho menos. Ni siquiera deslumbrados. Ten¨ªan muy claro que para evitar las diez plagas solo se pod¨ªa hacer una cosa: mantener a los dioses fuera del Olimpo. Sacar del campo el ataque perfecto de Atlanta. Ocho minutos y medio para touchdown de Jimmy Graham. 0-7 en el marcador. Seattle marcando el gui¨®n y la defensa de Atlanta mostrando todas sus verg¨¹enzas. Incluso con Devin Hester renaciendo, y regalando retornos imposibles que nos devolvieron a un pasado lejano. Pero ah¨ª se acabaron sus opciones. Justo lo que tard¨® Matt Ryan en saltar al campo y ponernos los pelos como escarpias.
Y que quer¨¦is que os cuente. Entonces empez¨® el mon¨®logo y se termin¨® la historia. Touchdown de Julio Jones, safety a Wilson, field goal de Bryant, touchdown de Coleman, touchdown de Freeman, otro field goal de Bryant, Sanu poniendo la guinda¡ ?Qui¨¦n digo que atacar era complicado? Fuegos artificiales sin parar, mientras ¡®Matty Ice¡¯ encontraba receptores que no son nadie y solo miraba a Julio Jones cuando no quedaba m¨¢s remedio. Como un SOS infalible que regalaba primeros downs como los Reyes Magos de Oriente. Incluso el touchdown del receptor m¨¢gico fue un mensaje de superioridad infinita: ¡°?os acord¨¢is de la jugada que os cost¨® una Super Bowl ante los Patriots? Pues os vamos a explicar c¨®mo se ejecuta¡±.
Jugadas con doble tight end y fullback que eran como una explosi¨®n pirot¨¦cnica, con todos corriendo por cualquier lado en rutas imprevisibles, imposibles. Ensanchando el campo hasta que dejaba de verse en el horizonte. Receptores escalonados en la misma l¨ªnea de pase para convertir el trabajo de Matt Ryan en un buffet libre. Freeman reencarnado en trueno. Coleman en rel¨¢mpago. Y Kyle Shanahan, en el palco, viendo su obra de pie, con los brazos extendidos. ¡°?Todo esto es m¨ªo! ?Contempladlo!¡± El milagro de la multiplicaci¨®n de los pases y las carreras.
A esas alturas a los Seahawks todo les sal¨ªa mal. Primero fue Ifedi el que se lesion¨®, para que Odhiambo le sustituyera solo para hacerle a Wilson la zancadilla que le cost¨® a su equipo un safety que doli¨® casi como un touchdown. Pero despu¨¦s fue Shead el que se hizo da?o, para desmantelar a¨²n m¨¢s una ¡®Legion of Boom¡¯ que fue solo una sombra sin la presencia de Earl Thomas, sustituido por un Steven Terrell que tendr¨¢ pesadillas de halcones durante a?os sin t¨¦rmino. Incluso Michael Bennett termin¨® cojeando, y avergonzado por el roto que las carreras de Atlanta hicieron al orgulloso front seven de Seattle.
El partido se acab¨® antes y despu¨¦s del descanso. Como un ¡®uno dos¡¯ de peso pesado en velada estelar en Las Vegas. Touchdown en el drive final del segundo cuarto, touchdown en el primer drive del tercero. 28-10 sin respuesta. Y desde ah¨ª hasta el final, minutos de triste agon¨ªa de unos Seahawks cuya l¨ªnea ofensiva, derrumbada, firm¨® un ep¨ªlogo de incompetencia tras una temporada de inexistencia.
???Football es pasi¨®n!!! Y el ataque de Atlanta es un milagro cada domingo. Oro de 24 kilates que hay que ver de rodillas, agradecido, o de pie, gritando cosas incoherentes que tienen todo el sentido del mundo en un segundo enajenado. Saludos euf¨®ricos a los que pasan por la calle. L¨¢grimas que corren sin saber por qu¨¦, mientras no puedes apartar la vista de una pantalla que refleja cosas imposibles.
Y los Atlanta Falcons est¨¢n en la final de conferencia. 36-20 y un ¨²nico punto negro. ?Podr¨¢ jugar Julio Jones la final de conferencia al ciento por ciento?
ESTAD?STICAS COMPLETAS DEL PARTIDO