Los Chargers cometer¨ªan el error de mudarse a Los ?ngeles
Dean Spanos ya habr¨ªa tomado la decisi¨®n de trasladar al equipo luego de m¨¢s de 55 a?os en San Diego.
De acuerdo a m¨²ltiples reportes, Dean Spanos ya tom¨® la decisi¨®n de mudar a los Chargers a Los ?ngeles a partir de la pr¨®xima temporada, a lo que solo le har¨ªa falta el anuncio oficial y el papeleo correspondiente.
Luego de una batalla de 16 a?os con la ciudad de San Diego para recibir mayor financiamiento p¨²blico para la construcci¨®n de un estadio, el due?o del equipo se qued¨® sin paciencia, sin estadio y sin respaldo de los contribuyentes, por lo que comenzar¨¢ a hacer maletas para trasladar al equipo un par de cientos de kil¨®metros al norte.
Hacia su perdici¨®n.
Spanos dejar¨¢ una ciudad en la que los Chargers son religi¨®n y donde tienen un lugar al que llaman casa. S¨ª, el Qualcomm es feo, poco funcional y obsoleto, pero es m¨¢s de lo que tendr¨ªan en Los ?ngeles al menos en el futuro cercano. Siempre es mejor tener un estadio viejo y feo a no tener nada, creo yo.
Van a llegar a mendigar un estadio de f¨²tbol con el Galaxy de la MLS, con un aforo muy por debajo de lo que ten¨ªan en San Diego, obviamente no tienen fondos propios para financiar un proyecto y su otra opci¨®n ser¨ªa la de jugar de comparsa de Stan Kroenke y pedirle refugio a los Rams.
M¨¢s importante a¨²n, los Chargers tienen una base fiel en San Diego. No muy grande, un tanto conflictiva y no la mejor ventaja de local de la liga. Pero nuevamente, es m¨¢s de lo que tendr¨ªan en Los Angeles. En Hollywood no tienen ning¨²n arraigo ni relaci¨®n m¨¢s all¨¢ de ser su ciudad de nacimiento y sede durante un a?o en 1961.
Su ¨²nica posibilidad de sumar para su causa ser¨ªa un impacto deportivo inmediato en un mercado que siempre los vio como un equipo de segunda clase, incluso como ac¨¦rrimo rival. Ofrecerle a la ciudad lo que los Rams no han hecho. Sin embargo, los Bolts acaban de finalizar su tercera temporada consecutiva sin playoffs y no parece que la situaci¨®n vaya a dar un giro considerable a corto plazo.
Spanos a¨²n no ha hecho m¨¢s que informarle a Roger Goodell de su decisi¨®n. No ha anunciado sus intenciones a ninguna de las dos ciudades o a su personal, y mucho menos ha presentado el papeleo requerido por la NFL. A¨²n existe la posibilidad de que cambie de opini¨®n, aunque m¨ªnima.
Todav¨ªa cabe la posibilidad de que Spanos se d¨¦ cuenta de lo que pasaron los Clippers de la NBA abandonaron San Diego luego de seis temporadas para mudarse en 1984 a Los ?ngeles. Ah¨ª no encontraron las luminarias de Hollywood, sino una oscura y fr¨ªa sombra proyectada por los Lakers, que permanece hasta hoy.
Llegaron a Los ?ngeles con aspiraciones de convertirse en estrellas pero terminaron sin casa propia ni identidad, una vitrina vac¨ªa y cuatro series de playoffs ganadas en m¨¢s de 30 a?os.
A San Diego solo le queda esperar a que el fantasma de las Navidades futuras, de Dickens, visite a Spanos por la noche y le haga cambiar de decisi¨®n. Solo tiene que presentarle a Donald Sterling, quien sufri¨® un calvario como due?o de los Clippers.