Alex Rodr¨ªguez y el cuento de Navidad
La trayectoria del antiguo jugador de los New York Yankees parece escrita por el mism¨ªsimo Charles Dickens.

En su cuento de Navidad, Charles Dickens hizo que al avaro Ebenezer Scrooge, que hab¨ªa rechazado la invitaci¨®n de su sobrino para ir a cenar a su casa y que le daba el d¨ªa de Navidad libre a rega?adientes a su empleado, Bob Cratchit, le visitaran los fantasmas de las navidades pasadas, presentes y futuras. No tenemos constancia de que a Alex Rodr¨ªguez le hayan visitado fantasmas, pero su imagen p¨²blica ha cambiado como de la noche al d¨ªa.
Y es que Alex Rodr¨ªguez pertenece a esa clase de atletas que no deja indiferente a nadie.
Para unos es, sin lugar a dudas, uno de los quince mejores jugadores de la historia. Los argumentos que ponen encima de la mesa los defensores de esta tesis es que fue seleccionado por los Seattle Mariners en el n¨²mero 1 del Draft, sus 3 galardones como jugador m¨¢s valioso desde 2003 a 2007, su anillo de 2009 y sus 3114 hits y 696 home runs, algo que s¨®lo ha superado Hank Aaron.
Adem¨¢s de ser un gran compa?ero que aconsejaba a los j¨®venes, les compraba trajes o les ofrec¨ªa alojamiento en su apartamento.
Para otros es el enemigo p¨²blico n¨²mero uno, la imagen que representa todos los males de este deporte. Le achacan su pobre rendimiento en octubre, la derrota en el s¨¦ptimo partido contra los Red Sox en 2004 y, sobre todo, le tachan de tramposo por sus dos positivos por el uso de esteroides, el segundo de los cuales le supuso un a?o de suspensi¨®n en 2014.
En pocos lugares se le ha odiado tanto como en Fenway Park, donde ha sido golpeado m¨¢s de una vez. En el 2004 tuvo una pelea con Jason Varitek, que termin¨® en una tangana monumental.
En el a?o 2013, Ryan Dempster le salud¨® desde el mont¨ªculo con cuatro lanzamientos, dos de los cuales impactaron en el cuerpo de A-Rod. El altercado le cost¨® cinco partidos de sanci¨®n al pitcher y a Joe Girardi, manager de los bombarderos del Bronx, la expulsi¨®n del partido.
Despu¨¦s de m¨¢s de veinte a?os de carrera, el 12 de agosto de este a?o anunci¨®, o los Yankees anunciaron, que esta temporada no jugar¨ªa m¨¢s. Tras proclamar que para ¨¦l vestir las rayas era suficiente, los Yankees le organizaron una ceremonia. Como todo lo que tiene que ver con Alex Rodr¨ªguez trasciende m¨¢s all¨¢ de lo deportivo, el viento hizo acto de presencia agitando las banderas con violencia y, sin estar previsto, el cielo se encapot¨® de negras nubes que descargaron agua con una furia semejante a la vert¨ªan sobre ¨¦l los fans de los Red Sox.
La pasi¨®n que siente A-Rod por el b¨¦isbol es mundialmente conocida y celeb¨¦rrima es la sorpresa que se llev¨®, cuando descubri¨® que en casa de Derek Jeter no ten¨ªan contratado el canal por el que se emit¨ªan los partidos del pasatiempo nacional. Sin embargo, en los playoffs de esta temporada se ha destapado como un fabuloso analista de televisi¨®n, muy instructivo y perspicaz, ya que ha mostrado ser un estudioso, incluso un empoll¨®n, del deporte del bate.
Al igual que lo que le mostraron los fantasmas cambiaron por completo a Ebenezer Scrooge convirti¨¦ndole en un hombre generoso y encantador, con su participaci¨®n en la televisi¨®n Alex Rodr¨ªguez ha logrado la aclamaci¨®n popular que jam¨¢s encontr¨® en el diamante.
Los milagros de Navidad no s¨®lo ocurren en diciembre.