El me?ique de Carr lastra a los Raiders
Aunque Derek Carr lo niegue, su dedo ha marcado y seguir¨¢ marcando el juego de los Raiders hasta que se recupere del todo.
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Al finalizar el partido del pasado Thursday Night en Arrowhead que signific¨® una derrota m¨¢s en el casillero de los de Oakland y la p¨¦rdida del liderato de la AFC Oeste, Derek Carr, preguntado por los periodistas acerca de su lastimado dedo me?ique, asegur¨® que estaba bien y que nada ten¨ªa que ver su dedo con el mal juego que desempe?¨® el equipo a nivel ofensivo -en el juego a¨¦reo para ser precisos-. Pues, y espero que me perdone, procedo a discrepar de su opini¨®n.
Primero, a nivel t¨¦cnico. Carr llevaba toda la temporada paseando un gran accuracy all¨ª por donde iba. Sus pases sal¨ªan tensos cuando hac¨ªa falta y rara vez fallaba en las rutas slants. Sus pases llevaban el touch necesario en las rutas fade y rara vez los receptores no ten¨ªan opci¨®n de completar el catch. No es una casualidad que cuando retorn¨® al campo ese d¨ªa ante Panthers para salvar la noche, con ese guante salido del lado oscuro de la fuerza, su regularidad en el acierto qued¨® trastocada. Cierto es que consigui¨® tres pases de mucho m¨¦rito en un maravilloso drive que di¨® la victoria a su equipo, pero tambi¨¦n se le vieron momentos err¨¢ticos que llevaron a cierto bloqueo del ataque en alg¨²n momento. Esa sensaci¨®n se acrecent¨® mucho ante Bills la siguiente semana donde el ataque fue poco menos que inoperante la primera mitad del encuentro. Y ante Chiefs, la debacle. Con el fr¨ªo atenazando sus desnudas manos -le debe molestar mucho jugar con guantes, supongo- perpetr¨® el peor partido de la temporada, y casi de su carrera como profesional. Cierto es que los drops que ya vienen siendo habituales en su cuerpo de receptores se acrecentaron y cortaron varios drives que no parec¨ªan mal planteados, pero eso tambi¨¦n puede ser debido, perfectamente, al menor spin dado al bal¨®n a causa de las molestias en su dedo. Aunque ¨¦l lo niegue, s¨®lo hace falta ver algunos de sus pases tensos para darse cuenta que no viajan igual que antes de la lesi¨®n. Jugar con el me?ique separado del bal¨®n, condiciona.
En segundo lugar, y puede que m¨¢s importante todav¨ªa que el anterior aspecto, est¨¢ la implicaci¨®n de dicha lesi¨®n en el planteamiento t¨¢ctico de los partidos. Estaremos de acuerdo que el partido ante Broncos fue donde Oakland jug¨® mejor en toda la temporada. En dicho partido los Raiders salieron bajo el center un total de 46 snaps, mientras que alejado del trasero del center Hudson, un total de 41 snaps. Esa cantidad de jugadas desde la misma line of scrimmage les permiti¨® correr muy agresivamente ante una defensa que adolece de ese mal. Adem¨¢s, jugaron inteligentemente bastantes playactions y usaron al fullback muy a menudo. Eso sin contar en que el 95% de las jugadas que se iniciaron dentro de las 10 yardas del campo de Denver fueron under the center. Pues bien. Nada de eso pudieron usar el pasado Thursday Night en Arrowhead. El juego saliendo perpetuamente en shotgun o pistol se convierte en algo muy plano donde no existe atisbo de playaction ni capacidad de correr mediante jugadas de power run. Adem¨¢s, con el rival sabiendo con muchos d¨ªas de antelaci¨®n que as¨ª iba a ser el ataque de Raiders. Eso son demasiados obst¨¢culos que saltar y m¨¢s contra un equipo tan s¨®lido que dispone de uno de los mejores entrenadores en lo que a preparaci¨®n del game plan se refiere.
As¨ª que cuando Derek Carr dice que su dedo est¨¢ bien y que no est¨¢ influyendo en su juego imagino que debe ser lo que el relaciones p¨²blicas del equipo le ha mandado decir. Esperemos que los 10 d¨ªas de descanso hayan servido para quitar la piedra en el ri?¨®n de Osemele, curar lo que sea que tenga Mario Edwards, arreglar el tobillo de Karl Joseph, y levantar unos metros los cables de las spider cams. Pero sobretodo, que hayan servido para sanar el dedo de Derek Carr. Un dedo que est¨¢ lastrando a los Raiders. Que los est¨¢ corrompiendo. Un dedo para gobernarlos a todos.