Los Pittsburgh Steelers avanzan...retrocediendo al pasado

Tanto tiempo anunci¨¢ndolo que al final lleg¨® el invierno. ?poca de tradiciones y reencuentros, donde la cocina minimalista tan de moda deja paso a esos platos de cuchara, sabrosos y calientes, que nos recuerdan a nuestras abuelas. Las recetas de toda la vida. Los Steelers saben que ahora, con el fr¨ªo impregnando la NFL, cuando se decide qui¨¦n contin¨²a y qui¨¦n se queda en el camino, es momento de aparcar modernismos y recuperar lo que siempre ha funcionado.

En esta NFL ultratecnol¨®gica y microcospianalizada, es reconfortante comprobar que siga vigente una t¨¢ctica tan ¡°simple¡± como darle el oval a un tipo, que cinco gordos abran paso, y cuatro fajadores bloqueen a los rivales. El cl¨¢sico juego de carrera que durante a?os ha sido la se?a de identidad de este deporte, y que tanta gloria ha dado a franquicias como los Steelers. Este arte a punto de extinguirse por los cambios en el reglamento que favorec¨ªan a su antagonista el juego de pase, que ha hecho de los Cowboys el equipo m¨¢s en forma de la liga, permitido recuperar el rumbo a los Dolphins, el orgullo a los Bills, minimizar la p¨¦rdida de Gronko a los Pats, o pasar de ser el peor el a?o anterior a pelear por playoffs a los Titans.

Tras caer en un disputado combate contra Dallas, los Steelers se encontraban con balance negativo despu¨¦s de dilapidar un record de 4-1 con 4 derrotas consecutivas. El tan anunciado mejor ataque de la liga no terminaba de carburar. La baja de Bryant no estaba resultando f¨¢cil de subsanar, bien por el hombro maltrecho de Wheaton, los dedos de Coates y Heyward-Bay (fracturados el primero, in¨²tiles el segundo) o porque Rogers lo est¨¢ haciendo bien para ser rookie, pero en el fondo, es un rookie. As¨ª las cosas, imagino una conversaci¨®n entre el entrenador Mike Tomlin y el coordinador ofensivo Todd Haley:

- Oye Mike, se me ha ocurrido una idea loca, ?y si nos ponemos a correr?

- ?Correr? ?No seas antiguo, Todd!

- Pues los Cowboys lo est¨¢n haciendo y no les est¨¢ yendo nada mal.

Desde ese momento, en que decidieron volcar su ofensiva sobre Bell, quien es probablemente el corredor m¨¢s completo de la liga (una estrategia que por absurdo resulta rid¨ªculo que no lo hubieran hecho antes), los Steelers han encadenado 3 victorias consecutivas. Contra Browns se pudiera pensar que fuera la ley del m¨ªnimo esfuerzo; contra los Colts sin Luck, reservar fuerzas para m¨¢s adelante; pero ante los Giants, con una defensa de las mejores de la liga, y que ven¨ªan de una racha de 6 triunfos seguidos, siguieron esta m¨¢xima con enormes beneficios.

Desde ese momento, LeVeon se ha convertido en el jugador m¨¢s prol¨ªfico de la competici¨®n, promediando 146,6 yardas por partido entre carreras y recepciones. Alguien pudiera decir que su rendimiento terrestre ha deca¨ªdo (del ¡°estratosf¨¦rico¡± 4,9 yardas por carrera de la campa?a pasada al ¡°fant¨¢stico¡± 4,5 de este a?o), pero gran parte de sus yardas de recepci¨®n son pr¨¢cticamente ¡°de carrera¡±, fruto de jugadas de pase corto, screens, o rutas wheel.

Desde ese momento, Roethlisberger realiza menos lanzamientos y, gracias tambi¨¦n a una l¨ªnea ofensiva consolidada una vez sanos todos sus miembros, s¨®lo ha sufrido 2 sacks en 3 partidos cuando promediaba 1,5. Y ya sabemos la importancia de la salud de Big Ben para este equipo.

Desde ese momento, la ofensiva ha controlado mejor el tiempo de posesi¨®n, y una defensa m¨¢s descansada y por tanto m¨¢s agresiva ha dejado a sus rivales en 10 puntos por encuentro.

Sin embargo, esto no parec¨ªa suficiente para Tomlin, a quien vuelvo a imaginar dirigi¨¦ndose a su coordinador ofensivo:

- Todd, ya s¨¦ que Antonio Brown sigue haciendo atrapadas milagrosas, pero debemos preparar alternativas para cuando est¨¦ tan cubierto que sea imposible pasarle.

- Pues precisamente Mike, haciendo limpieza en casa, he encontrado junto a la chimenea unas viejas cuartillas donde ven¨ªan dibujadas unas jugadas para el tight-end. ?Qu¨¦ te parece si¡­?

Dicho y hecho, ya recuperado Ladarius Green, se ha convertido en el nuevo mejor amigo de Roethlisberger. El domingo fue objetivo de 11 pases, de los que atrap¨® 6 para 110 yardas y 1 TD. De hecho, Ben lanz¨® m¨¢s a sus TEs (16) que a sus WRs (13). El juego de pase de Pittsburgh se ha convertido en una sucesi¨®n de pases cortos, cerca o por detr¨¢s de la l¨ªnea de scrimmage con los que Roethlisberger se quita r¨¢pidamente la presi¨®n, y m¨²ltiples jugadas de screen.

De una de ellas nace el maravilloso TD de Green. En la imagen 1, vemos una formaci¨®n con dos WRs y el TE en el lado izquierdo de Roethlisberger. En ¡°2¡±, Hamilton (amarillo) retrocede para recibir el pase hacia el que se ha perfilado el QB (rojo), mientras Rogers y Green se preparan para formar una pantalla en lo que parece una m¨¢s de las muchas WR-screen ejecutadas por Pittsburgh, y que el FS y el LB (azul) de Nueva York pretenden romper. Sin embargo, es un fake. En ¡°3¡± vemos que Green (naranja) no se frena, sino que sigue hacia la end-zone para recibir el pase hacia el que ya se ha girado Roethlisberger (rojo). Landon Collins (azul) se ha tragado el anzuelo hasta el galillo, y no puede evitar el f¨¢cil touchdown que se produce en ¡°4¡±. Brillante.

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La revolucionaria ofensiva acerera se ha reencontrado con su tradici¨®n: carrera y tight-ends. Willie Parker y Heath Miller, la pareja que les dio su ¨²ltimo anillo, vuelven a casa por Navidad disfrazados de LeVeon Bell y Ladarius Green. En la vida y en la NFL para llegar hay que recordar de d¨®nde se viene; y para dar un paso adelante, a veces es necesario ir dos hacia atr¨¢s.