Eli Manning se ha convertido en un lastre para los Giants
Los Steelers resolvieron el partido sin grandes sobresaltos mientras el quarterback de Nueva York era incapaz de mover el ataque de su equipo con criterio.
![Dec 4, 2016; Pittsburgh, PA, USA; New York Giants quarterback Eli Manning (10) looks to pass against the Pittsburgh Steelers during the first quarter at Heinz Field. Mandatory Credit: Jason Bridge-USA TODAY Sports](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/37PHNPNMPBN4DE52YAZGDKUDDM.jpg?auth=c8082e1b26eadd0f4358aad7b127bd424006384e1e12b75ff3d114e5e6f0a955&width=360&height=203&smart=true)
Definitivamente, Eli Manning se ha convertido en un lastre para sus Giants. Como si no se supiera el libro de jugadas y siempre estuviera improvisando. Como si hubiera perdido la coordinaci¨®n con sus receptores y siempre soltara el bal¨®n medio segundo tarde. Como si no fuera capaz de interpretar los movimientos de la defensa. Como si sufriera hipermetrop¨ªa, astigmatismo, vista cansada o inicio de cataratas¡
Con tanto desprop¨®sito en la mochila, los Giants se ven obligados a jugar siempre encomendados a su defensa. Con velitas y novenas. Y claro, contra otros equipos se puede intentar, pero si tienes delante a los Steelers, as¨ª no hay manera.
No es que Pittsburgh empezara demasiado bien. Sus primeras series no fueron a ninguna parte. Pero tampoco hab¨ªa prisa. La inoperancia de Eli les daba margen de error. Ten¨ªan que caer. Y solo era cuesti¨®n de tiempo. Primero fue un safety por un holding dentro de la end zone de Nueva York, m¨¢s tarde un field goal, el inevitable touchdown de Antonio Brown y, como quien no quiere la cosa, los ¡®Se?ores del Acero¡¯ estaban 11 puntos arriba, que lo de fallar la conversi¨®n de dos ya se ha convertido en chuler¨ªa de millonario.
Al mismo tiempo, Eli estaba lanzando intercepciones en la end zone rival, mirando al infinito con gesto de incomprensi¨®n y pregunt¨¢ndose qu¨¦ hace todav¨ªa jugando a eso a sus 35 a?os y con su hermano vi¨¦ndole hacer el rid¨ªculo por la tele. Sus rivales, a otro rollo, met¨ªan un field goal m¨¢s antes del descanso y se iban 14-0 con la tranquilidad de que aunque la defensa rival no perd¨ªa la cara al partido, el ataque parec¨ªa incapaz de mover las cadenas.
Para que los Giants volvieran a la vida hizo falta que LeVeon Bell, que se estaba pegando un aut¨¦ntico fest¨ªn (118 yardas de carrera y 64 de pase al final del partido), sufriera un fumble en su propia yarda 17. En la serie anterior Eli Maning no hab¨ªa sabido c¨®mo completar un cuarta y una en la yarda 3 rival, pero esta vez s¨ª encontr¨® a Rashad Jennings para acercar a su equipo en el luminoso 14-7.
Los Steelers, sin inmutarse, apretaron lo justo el acelerador para atravesarse el campo y que terminara anotando Ladarius Green (21-7), que por fin empieza a parecerse al tight end con el que so?aban (110 yardas en 6 recepciones).
Quedaba m¨¢s de un cuarto por delante, pero ya era imposible que pasara nada importante. El ataque de los Giants segu¨ªa sin mover las cadenas con algo de criterio. Todo eran pases de Eli sin ton ni son, que a veces llegaban a su destino y otras muchas se perd¨ªan. Y eso que Paul Perkins, su corredor novato, dejaba buenas sensaciones en algunas carreras meritorias. Pero en Nueva York este a?o lo de correr ni se plantea.
Adem¨¢s, McAdoo se desesperaba y comenzaba a jugarse cuartos downs en cada serie, que acababan con pases interceptados o sacks inevitables. Quiz¨¢ con algo m¨¢s de paciencia, los Giants podr¨ªan haber puesto algo m¨¢s de tensi¨®n a un partido en el que sobr¨® la segunda parte.
En los ¨²ltimos minutos a¨²n anot¨® Pittsburgh un field goal y Eli condujo un ataque existoso en cuanto la secundaria dio un poco de aire a los receptores, pero el touchdown de Shepard solo sirvi¨® para hinchar las estad¨ªsticas del quarterback, y maquillar la realidad de que se est¨¦ convirtiendo en un lastre para los Giants.