Oinatz gana el Cuatro y Medio y se hace con la triple corona
Gan¨® por la m¨ªnima a un Altuna III artista en Vitoria, calcando la semifinal ante Urrutikoetxea. Fue un partido muy duro f¨ªsicamente. Suma el triunfo al Manomanista y Parejas
Oinatz Bengoetxea ya tiene la triple corona. Entra en el Olimpo de pelotaris que han ganado Manomanista, Parejas y Cuatro y Medio. Se suma al cuadro de honor que conforman Retegi e Irujo (lo lograron en una misma temporada y el iberoarra en dos ocasione), Aimar, Arretxe, Barriola y Urrutikoetxea. El leitzarra se resiste a que la vieja generaci¨®n de cracks ceda el testigo a estos chavales que, como Irribarria, vienen pegando fuerte. En un partido muy emocionante con varios tantos memorables, Bengoetxea VI supo mantener el temple y hacer valer su experiencia. Lo vio ganado, perdido y de nuevo ganado con esa impronta felina que tiene de agarrarse al front¨®n. Que se lo digan a Urruti. Acab¨® emocionado, dedicando el triunfo a la afici¨®n, sollozando. En la entrevista televisiva final tuvo que hacer una pausa porque no pod¨ªa hablar. Asegarce le apart¨® de los festivales veraniegos y se le vino encima toda la rabia del mundo. No tir¨® una sonrisa hasta que minutos despu¨¦s del cart¨®n 22 se desat¨® su familia hasta donde estaba. Boqueaba, estaba muerto f¨ªsica y mentalmente. Le lleg¨® el vuelco tras el tope de adrenalina. Se rompi¨® el idilio de Jokin con el Ogueta, donde gan¨® en la octava jornada de cuartos del Parejas y los tres de la Feria de la Blanca. Tendr¨¢ m¨¢s oportunidades, eso es seguro.
El ritmo fue endiablado, inalcanzable para muchos pelotaris del cuadro del acotado, dando enorme velocidad a la pelota. La diferencia entre Irujo y Aimar, los genios de la era moderna de la pelota, con Oinatz no ha sido grande, pero ¨¦ste siempre ha viajado en segunda clase con respecto a ambos. As¨ª que es normal su rostro emocionado. Juan est¨¢ fuera por una anomal¨ªa card¨ªaca y Aimar va bajando sus prestaciones; por tanto, estaba ante el ¨²ltimo tren para agarrar txapelas. Igual llegan ahora, en el oto?o de su carrera. Lleva seis finales en sus 14 a?os como profesional. Empez¨® como un cicl¨®n, con su saque, su pelota m¨¢s viva y un remate furibundo: 4-0 y 6-2. Jokin estaba inc¨®modo, restando a bote (se comi¨® siete tantos de saque y fue clave), hasta que pudo recuperar la iniciativa con un dos paredes de billarista. Una tacada de 0-5 (9-12) cre¨® incertidumbre en el colorado. Oinatz corr¨ªa centrado y cuando quer¨ªa decidir si iba a pared o al ancho ya era tarde. El partido fue un tobog¨¢n hacia un lado y otro.
Con 17-12 todo parec¨ªa de color colorado. Pues luego el chaval se puso con 20-18 y acariciaba su primera txapela. Al final encaj¨® ocho tantos que le hicieron mucho da?o. Hubo empate a 21 despu¨¦s de que ambos se enredaran en el txoko, huyendo del ancho para no fallar. Oinatz lanz¨® una escapada que su rival no dupo levantar. Ya par¨® aquel a Urruti en semifinales con saque de ¨¦ste en el Labrit y pelota abajo. Su capacidad de sufrimiento empuj¨® el trofeo de lana hacia Leitza. Esta vez estuvo con la cabeza m¨¢s fr¨ªa que Altuna III. Siempre te tiene que sonre¨ªr la suerte y en Vitoria le ofreci¨® una carcajada. Al final se lo dedic¨® a un amigo fallecido y a su hijo.