Los Lions remontan en el ¨²ltimo minuto y condenan a Vikings
Una intercepci¨®n a Bradford en el ¨²ltimo minuto sentenci¨® a unos Vikings que hasta esa jugada no se hab¨ªan arriesgado ni una sola vez en todo el partido.
Estos Lions son indestructibles. En vez de leones parecen gatos con siete vidas, y ya veremos si con m¨¢s. Por sexta vez en esta temporada, consiguieron remontar en el ¨²ltimo cuarto un resultado adverso. A falta de 1:50 para el final del partido perd¨ªan 10-13 contra unos Vikings que hasta entonces no hab¨ªan corrido riesgos en una sola jugada ofensiva. Un segundo despu¨¦s, lleg¨® el empate con un field goal de 48 yardas de Prater, y poco m¨¢s de un minuto despu¨¦s, Bradford se atrev¨ªa a arriesgar por primera vez un pase¡ que result¨® interceptado.
La patada posterior de Prater no solo signific¨® la victoria de los Lions, tambi¨¦n le convert¨ªa en el equipo a batir en la NFC Norte. El equipo de Detriot empezaba la temporada como presunta v¨ªctima de Vikings y Packers en una divisi¨®n que deber¨ªa ser una batalla cara a cara entre morados y amarillos. Sin embargo, a falta de cinco partidos, y pendientes de lo que Rodgers y los suyos sean capaces de hacer el lunes en Filadelfia, los de Minnesota est¨¢n ahora a dos partidos reales despu¨¦s de perder in extremis dos veces con Detroit. Y los Packers, como poco, tambi¨¦n est¨¢n a dos partidos de diferencia con cinco por jugar. Detroit, a la chita callando, puede convertirse en una de las grandes sorpresas de la temporada.
El partido comenz¨® explosivo, con una serie perfecta de los Lions, que termin¨® con un touchdown de Boldin despu¨¦s de 7:46 minutos en los que bailaron a la defensa de Minnesota. Stafford completaba todos los pases, y Riddick aparec¨ªa lo justo para hacer da?o y dale un respiro. Los Vikings no movieron el bal¨®n con tanta facilidad en la primera serie. Y desde el primer minuto fue evidente que eran incapaces de correr, como ya ha sucedido en el resto de sus partidos esta temporada. Sin embargo, entre las penalizaciones, algunas excesivamente rigurosas, y los pases cortos infalibles de Bradford, terminaron por conseguir que Asiata entrara por fuerza en la end zone y el partido quedara empatado 7-7.
Ah¨ª se acabaron los fuegos artificiales. A partir de ese momento la defensa de los Vikings se fue ajustando poco a poco, y aunque Stafford mov¨ªa el bal¨®n con cierta facilidad, terminaba por estrellarse contra un muro en cuanto entraba en la zona roja rival. El quarterback de los Lions rehu¨ªa en sus pases a Xavier Rhodes, pero Trae Waynes?ten¨ªa una actuaci¨®n sobresaliente e incluso imped¨ªa milagrosamente que Marvin Jones controlara el bal¨®n en la end zone.
Sin embargo, el ataque de los Vikings era completamente inoperante. Sin juego de carrera, con una l¨ªnea ofensiva que no le daba ni un segundo de respiro y sin Diggs para crear peligro en el pase profundo, Bradford se limitaba a buscar pases cortos a los laterales. Rudolph y Thielen se multiplicaban en la labor, pero un plan de juego tan plano facilitaba mucho el trabajo a la defensa de los Lions, que pod¨ªa limitarse a meter presi¨®n a la porosa l¨ªnea rival y poblar la zona intermedia. En cuanto los Vikings necesitaban m¨¢s de5 yardaspara conseguir un primer down, era absolutamente imposible que pudieran conseguirlo.
Con ese panorama transcurri¨® la primera mitad, en la que los Lions consiguieron anotar un field goal m¨¢s (10-7) pero merecieron ir al descanso con una ventaja superior.
Sin embargo, el panorama cambi¨® completamente en la segunda parte. Los Vikings segu¨ªan igual de inoperantes en ataque, pero una pase a McKinnon de 41 yardas, y una sucesi¨®n de jugadas de fantas¨ªa a la desesperada, les dieron dos posiciones de campo ideales para que Kai Forbath, mucho m¨¢s seguro que Blair Walsh en el pasado, anotara dos field goals que le dieron la vuelta al marcador (10-13).
A la vez que el ataque de los Vikings consegu¨ªa anotar a duras penas, la defensa de los Vikings consigui¨® colapsar a Stafford, que de campar a sus anchas en la primera mitad pas¨® a estar acogotado por la presi¨®n. El front seven de los Vikings no paraba de entrar en blitz, mientras Rhodes y Waynes no daban un metro de margen a los receptores con coberturas perfectas. El partido era tenso, casi de postemporada, pero los Vikings intentaban dormirlo y parec¨ªan estar consigui¨¦ndolo con la ley del m¨ªnimo esfuerzo y el m¨ªnimo riesgo ofensivo.
A falta de 5 minutos los Lions recuperaron el bal¨®n en su propia yarda 2, y visto lo visto hasta entonces en el segundo tiempo, parec¨ªa que no ser¨ªan capaces de llegar a distancia de field goal. Sin embargo, en el peor momento volvi¨® a aparecer Anquan Boldin, el h¨¦roe de la primera serie del partido, para conseguir una recepci¨®n de 29 yardas que empez¨® a enterrar a Minnesota, y otra de nueve yardas que meti¨® a su equipo en distancia de field goal. El viejo rockero fue el h¨¦roe de Thanksgiving.
Tras eso, llegaron los 109 segundos fat¨ªdicos para los Vikings. Dos fieldgoals que enterraron a un equipo que todo el a?o se ha visto lastrado por las patadas les dejaron con un pie fuera de postemporada. Y Bradford, un quarterback cuyo secreto este a?o ha sido arriesgar lo menos posible, termin¨® sufriendo una intercepci¨®n que mat¨® a los suyos en la ¨²nica jugada en que se atrevi¨® a soltar el brazo.
Los Lions est¨¢n de vuelta cuando menos se les esperaba. Y presentaron su candidatura para jugar los playoffs en su partido favorito: el d¨ªa de Acci¨®n de Gracias.