?Los Pittsburgh Steelers podr¨¢n rescatar su temporada?
Cuatro derrotas en fila tienen en una profunda crisis a uno de los equipos que inici¨® el a?o como serio candidato al Super Bowl
Mike Tomlin tiene una capacidad nunca antes vista para resaltar lo evidente: ¡°Nuestra defensiva simplemente se dobl¨® al final del juego contra Dallas¡±, declar¨® en su conferencia del martes.
?En serio, Mike? Hay cr¨ªmenes sin resolver en las calles, a¨²n no se sabe qu¨¦ le sucedi¨® a Amelia Earhart y el mundo tiene todo ese talento desperdiciado con un tipo que entrena a un equipo de football.
Y por cierto, Mike, no se dobl¨® al final del juego contra Dallas. F¨ªjate bien. La defensiva de tu equipo no ha estado enderezada en lo que va de la temporada. Y la cosa solo se va a poner peor con el anuncio del martes de que Cam Heyward, uno de dos defensivos (Ryan Shazier siendo el otro), que m¨¢s o menos hac¨ªa su trabajo.
El equipo de negro y oro dej¨® el oro en el pasado y el negro para el futuro.
Pero, tal vez y solo tal vez si Tomlin es capaz de sacar el orgullo de sus jugadores, de recordarles que juegan en una franquicia hist¨®rica y no en, digamos los Jaguars, la temporada tenga salvaci¨®n, siempre y cuando tengan a Ben Roethlisberger, Antonio Brown y Le¡¯Veon Bell saludables.
Claro que por salvaci¨®n me refiero a alcanzar los playoffs. Punto. Intentar trascender en enero con ese intento de defensiva y un equipo con m¨¢s lastimados que pel¨ªcula de Rambo es simplemente impensable.
El domingo pasado, por primera vez desde hace m¨¢s de un mes, cuando Hillary Clinton y no Donald Trump se enfilaba a la presidencia de Estados Unidos, la ofensiva dio se?ales de vida. Es ah¨ª, y no en una defensiva que desde el principio se sab¨ªa que solo ten¨ªa que doblarse y no romperse, donde radican las aspiraciones de que los Steelers jueguen en enero.
Ah¨ª estuvieron siempre.
En eso y en un calendario que est¨¢ m¨¢s accesible que buscar pornograf¨ªa en internet (se me ha dicho).
Por principio de cuentas, los Steelers visitan el pr¨®ximo domingo a las aspirinas de Cleveland, capaces de curar cualquier mal del rival y el escal¨®n perfecto para salir de la racha de cuatro derrotas.
De sus siete pr¨®ximos rivales, solo Ravens y Giants tienen marca ganadora y ambos juegos son en casa. El resto: Buffalo, Cincinnati, dos triunfos ante Browns, y Colts son equipos con los que, en el papel, se tendr¨ªan buenas posibilidades si el ataque mantiene su ritmo.
Pero con estos Steelers nada es sencillo. Su ofensiva supuestamente explosiva est¨¢ m¨¢s tocada que Kim Kardashian. Tres de sus cuatro principales receptores, Martavis Bryant (suspendido todo el a?o), Markus Wheaton (hombro) y las manos de front¨®n de Derrius Heyward Bey, se han ausentado solo Dios sabe cu¨¢ntos partidos, y otro m¨¢s, Sammie Coates, ha estado jugando con dos dedos fracturados. Y como dir¨ªa Galileo: ¡°Y sin embargo, se mueven¡±.
Si usted, amable lector, le va a Pittsburgh, tiene motivos para ser optimista¡ todav¨ªa. De igual forma, tiene tambi¨¦n la misma cantidad de razones para ir tirando esta temporada a la basura. Y aqu¨ª le dejo uno m¨¢s. Los Steelers han tenido una racha de cuatro derrotas 24 veces en su historia, y solo en una de ellas han logrado marca ganadora (2009).
Lo que no se vale es poner las lesiones como excusa, s¨ª en el caso de Pittsburgh son muchas, pero son parte del juego.
Mejor apunten el dedo hacia la indisciplina y a un coach que adem¨¢s de brillar en resaltar lo evidente, rompe con una de las reglas b¨¢sicas: No inventes football, y por ello me refiero a buscar cuatro conversiones en un partido en el que se sab¨ªa desde septiembre que cada punto ser¨ªa valioso.