La Norte, camino de convertirse en la peor divisi¨®n de la AFC
En la tradicionalmente potente divisi¨®n norte?a de la AFC, sus equipos est¨¢n este a?o desarrollando un juego por debajo de los est¨¢ndares que demandan sus aficionados.
data:image/s3,"s3://crabby-images/349bb/349bb08fb50d8777ab09ff54a0a7fc91fa5ddbb5" alt="BALTIMORE, MD - NOVEMBER 6: Quarterback Ben Roethlisberger #7 of the Pittsburgh Steelers is sacked by cornerback Jerraud Powers in the fourth quarter at M&T Bank Stadium on November 6, 2016 in Baltimore, Maryland. Rob Carr/Getty Images/AFP
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Durante mi viaje a Londres de la semana pasada, visit¨¦ la National Gallery con dos amigos. Contemplando el c¨¦lebre cuadro de ¡°Los girasoles¡± de Van Gogh, mientras para uno era obra maestra, al otro le parec¨ªa una casta?a. Es lo que pasa con el arte. Cada cual lo ve a su manera y genera sensaciones encontradas. El kickoff de rabona intentado por los Steelers el pasado domingo es puro arte. Mientras para la mayor¨ªa constituye quiz¨¢ el mayor fiasco en la historia de los kickoffs, para m¨ª, Boswell est¨¢ encumbrado en el olimpo de los genios, justo al lado de Pagano y su inolvidable fake-punt. Cuando todo parec¨ªa inventado, nos encontramos con este alarde de talento, tan inesperado como rid¨ªculo, de una NFL que nunca termina de sorprender.
Independientemente de que en college le funcionara, este esperp¨¦ntico lance pone el colof¨®n a una divisi¨®n que se deval¨²a a marchas forzadas cual libra esterlina. Siempre he defendido la AFC Norte como la mejor divisi¨®n de la NFL, pero este a?o me lo est¨¢n poniendo realmente dif¨ªcil. No s¨®lo es la que menos victorias totales acumula, sino que tiene en sus filas al ¨²nico equipo que no conoce el triunfo, y cuyo l¨ªder no tiene r¨¦cord positivo. La excusa de la igualdad entre sus componentes no se sostiene, o al menos, no por las circunstancias deseadas. Por diversas razones, los equipos que la conforman est¨¢n rindiendo por debajo de lo esperado.
Los campeones, los Bengals, menospreciaron el impacto de las bajas. En ataque, no resolvieron adecuadamente la marcha de los receptores que escoltaban a Green, ni se esforzaron por retener a su RT. Otorgar la titularidad a un offensive tackle novel como Ogbuehi ha debilitado la l¨ªnea ofensiva, al punto de que los runningbacks no encuentran huecos por donde correr y el peso de la ofensiva recae sobre Dalton, que est¨¢ sufriendo el mayor castigo de toda su carrera. Esta presi¨®n le impide avanzar en sus progresiones (la aportaci¨®n de Boyd y LaFell est¨¢ siendo anecd¨®tica) y le limita a centrarse en su primer objetivo, Green. Por tanto, en espera de Eifert, y pese a que Dalton y Green est¨¢n a nivel estelar, el ataque global atigrado est¨¢ bajo m¨ªnimos. En defensa consideraron adecuada una rotaci¨®n de linieros que se ha demostrado insuficiente, y sobrevaloraron el talento de los j¨®venes en la secundaria, dejando marchar a veteranos. El resultado es que el rendimiento general del equipo est¨¢ varios grados por debajo del de a?os anteriores, y la probabilidad de repetir presencia en playoffs, cada vez es m¨¢s escasa.
Los Steelers aparec¨ªan como la gran esperanza de la divisi¨®n a representar a la conferencia en la Super Bowl, pero tambi¨¦n cometieron el error de creer en la inmortalidad de Roethlisberger. Sobre el imprudente QB descansa el engranaje del equipo, pero rara es la temporada que no debe perderse alg¨²n partido por lesi¨®n. La defensa, pese a los denodados esfuerzos del front-seven, no est¨¢ dise?ada para ganar los partidos, sino para reducir da?os y dejar los encuentros al alcance de la productiva ofensiva. Pero si el ataque se atasca, y esto ocurre cada vez que no est¨¢ Big Ben a los mandos (o lo hace mermado por lesi¨®n), esta estrategia se derrumba. Basta con sobrecargar el box para contener a Bell y redoblar la vigilancia sobre Brown para convertir a los ¡°Se?ores del Acero¡± en ¡°Villanos de Lat¨®n¡±. Si sumamos la prolongada ausencia del TE Green, una segunda unidad de receptores que se deja caer excesivos balones y una l¨ªnea ofensiva que cada d¨ªa pierde una pieza, el proyecto de Pittsburgh puede verse comprometido.
Los Ravens tambi¨¦n cometieron un exceso de confianza al considerar la p¨¦sima temporada 2015 como producto de la plaga de lesionados sufrida. Sin embargo, este hecho s¨®lo hizo ocultar males mayores. El ataque sigui¨® sin jugar a nada. Sin amenaza profunda (s¨®lo Steve Smith destaca entre los WRs), las defensas se cerraron sobre la carrera asfixiando a Flacco, que dicho sea de paso, tampoco est¨¢ teniendo su mejor temporada. Al menos, han reaccionado despidiendo al coordinador ofensivo, y aunque la mano de Mornhinweg empieza a notarse en un playcall m¨¢s balanceado, lo cierto es que la ofensiva sigue sin arrancar del todo. En defensa, la llegada de un l¨ªder como el SF Weddle no es suficiente para arrastrar a una secundaria que no termina de aprovechar el extraordinario trabajo de la l¨ªnea defensiva. Baltimore vive de la presi¨®n de su front-seven, y cuando ¨¦sta decae, bien por cansancio (lo que es comprensible), o bien por decisi¨®n del coordinador Pees (esto ya no lo es), se ponen de manifiesto las carencias.
Probablemente, quienes menos est¨¦n decepcionando sean los Browns. Se esperaba que acumulasen un ingente n¨²mero de derrotas y est¨¢n cumpliendo el pron¨®stico con quir¨²rgica precisi¨®n. Estaba aceptado que este a?o no era valorable en funci¨®n de resultados, sino de rendimiento. Tirar la temporada quedaba amortizado si a cambio se consolidaba la propuesta de Jackson, pero por desgracia tampoco est¨¢ siendo as¨ª. Kessler, un proyecto de futuro a quien la escabechina de QBs est¨¢ convirtiendo en presente, y el renacer de Pryor como receptor, est¨¢n siendo probablemente las ¨²nicas alegr¨ªas. Las lesiones est¨¢n ralentizando la progresi¨®n de los novatos m¨¢s prometedores e impidiendo conformar un bloque que genere un juego consistente. Tras nueve derrotas consecutivas, el ¨¢nimo de una plantilla en exceso joven (m¨¢s de la mitad apenas est¨¢n en su 2? a?o o son rookies) est¨¢ empezando a decaer. A falta de veteranos de referencia, parecen perdidos y, en cierto modo, resignados a su destino. En su af¨¢n por la necesaria limpieza, los Browns se excedieron en el uso de la lej¨ªa, y dejaron la franquicia carente de l¨ªderes, a excepci¨®n de Joe Thomas. El fichaje de Collins viene a cubrir esta falta en defensa, puesto que Haden no est¨¢ dando el perfil. Espero que la energ¨ªa con que naci¨® este proyecto no decaiga, y sigan competitivos hasta conseguir la ansiada victoria.
Todo esto aderezado, en com¨²n para los cuatro equipos, con placajes fallidos, problemas de protecci¨®n al QB, errores de equipos especiales y penalizaciones innecesarias. Como siempre, la emoci¨®n acompa?ar¨¢ la divisi¨®n hasta el final. Me gustar¨ªa pensar que la calidad tambi¨¦n.