La triste historia de la tarta de cumplea?os de Wilkerson
El jugador de los Jets, junto a su compa?ero Sheldon Richardson, se ha saltado numerosas reuniones del equipo, inclu¨ªa la fiesta de su propio cumplea?os.
data:image/s3,"s3://crabby-images/4eeaa/4eeaaff1cbc977df55f57ea7f944cbb1c724d903" alt="CLEVELAND, OH - OCTOBER 30: Isaiah Crowell #34 of the Cleveland Browns carries the ball in front of a diving Muhammad Wilkerson #96 of the New York Jets during the second quarter at FirstEnergy Stadium on October 30, 2016 in Cleveland, Ohio. Jason Miller/Getty Images/AFP
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?Hay algo m¨¢s triste que una fiesta sorpresa en la que el invitado no acude? ?Y si el invitado, adem¨¢s, ten¨ªa que presentarse en el lugar de la celebraci¨®n no arrastrado con viles artima?as sino porque es su puesto de trabajo y all¨ª se les espera? ?Y si, encima, se trata de uno de los l¨ªderes naturales y, ahora, econ¨®micos del grupo? No se me ocurren cosas mucho m¨¢s embarazosas, la verdad.
Y lo digo yo, que detesto los cumplea?os, las sorpresas y, en general, las fiestas en las que tengo que ser protagonista. Por ese orden.
El caso es que estoy hablando de Muhammad Wilkerson, jugador de la l¨ªnea defensiva de los New York Jets y uno de los hombres mejor pagados de toda la NFL. Es una de las piedras angulares de esa defensa y alguien sobre el que fundamentar el ¨¦xito del equipo. De hecho, as¨ª lo hab¨ªa hecho hasta ahora y por eso se gan¨® su gran contrato.
Pero est¨¢ descuidando sus obligaciones. Se duerme, o se entretiene con otras cosas, y llega tarde a reuniones de equipo as¨ª como se salta charlas del grupo. Eso es algo que casa muy mal con la palabra l¨ªder. Tambi¨¦n con el concepto ¨¦tica de trabajo. Y lleva a plantearnos que los problemas de los Jets este a?o tienen mucho que ver con asuntos de disciplina interna y compromiso de los mejores atletas del grupo.
La gota que colm¨® el vaso de esta actitud pas¨® el 22 de octubre, un d¨ªa antes de jugar contra los Ravens y fecha de su 27 cumplea?os. Ten¨ªan una reuni¨®n para planificar el partido. Sus compa?eros le hab¨ªan preparado una sorpresa y una tarta para echar unas risas. Imagino que tambi¨¦n unos sugus, claro. Pero Mo no apareci¨®.
Se me encoge el alma imaginando la escena. Los matasuegras. Las serpentinas. Los sollozos contenidos de los m¨¢s sensibles. Y esa tarta. Sola. Incomestible por ser la met¨¢fora de todos los males del equipo. La qu¨ªmica es muy importante y esa ausencia, esa escenificaci¨®n de la nada, fue el detonante de la desintegraci¨®n de esta banda de hermanos que deb¨ªan luchar hombro con hombro. As¨ª es imposible ganar.
Bueno, ganar ganaron a los Ravens, pero ese no es el tema. Que est¨¢is en todo tambi¨¦n vosotros ?eh?
Todd Bowles, entrenador de los Jets, se ha hartado de esta forma de actuar y tanto Wilkerson como su compa?ero Sheldon Richardson, aficionado a fumarse las reuniones de equipo de la misma manera, fueron suspendidos sin jugar en el primer cuarto del ¨²ltimo encuentro frente a los Dolphins. Que tambi¨¦n me parece una medida absurda: m¨²ltales, pero no perjudiques al equipo prescindiendo de ellos.