Si yo fuera a participar en una pelea campal, tengo a una lista de atletas que quisiera de mi lado. Steve Smith Sr., definitivamente est¨¢ en esa lista.
Esa lista bien podr¨ªa incluir a Mike Mitchell, el safety de los Steelers, pero la posibilidad ser¨ªa que me quedara con un elemento menos incluso antes de que comenzara el combate la gresca.
S¨ª, Mitchell tiene una reputaci¨®n de ser uno de los safeties m¨¢s golpeadores de la liga. Un depredador en el ¡°jard¨ªn central¡± y cuyo estilo transita esa delgada l¨ªnea entre lo que es y no es legal.
Pero Mitchell no tiene ese par... de ingredientes que vuelve al receptor de los Ravens tan peligroso: algo que probar y que no conoce el miedo.
Eso ha sido el combustible durante 16 a?os en la NFL. Fue rechazado inicialmente porque, dec¨ªan, no ten¨ªa la estatura requerida ni era lo suficientemente r¨¢pido o fuerte para jugar en una liga llena de espec¨ªmenes atl¨¦ticos. Smith demostr¨® lo contrario, porque nadie que haya crecido en la secci¨®n de Los ?ngeles en la que ¨¦l se crio sale de ah¨ª siendo d¨¦bil.
Smith se ha ganado su reputaci¨®n tanto por su productividad (dos veces All-Pro), como por no dejarse intimidar por nadie. Lo hemos visto en altercados con Aqib Talib, Kenny Vaccaro y Richard Sherman, que convierten el duelo entre Josh Norman y Odell Bechkam en un video de gatitos tiernos en YouTube. Incluso le ha roto huesos de la cara a dos compa?eros de equipo. ?Ven por qu¨¦ lo quiero de mi lado en una batalla campal?
Y ahora, tras haber anunciado que es su ¨²ltima campa?a como profesional, tiene un nuevo objetivo en mente: Mike Mitchell.
Alguna vez compa?eros en los Panthers, y con estilos similares, Smith y Mitchell se distanciaron m¨¢s r¨¢pido que Axl Rose y Slash. El motivo es que, seg¨²n Smith, Mitchell celebr¨® cuando Lawrence Timmons le fractur¨® cuatro costillas en el duelo entre Ravens y Steelers de la semana 4 de 2015.
¡°Se puso ¨¦l solo en esa lista por est¨²pido¡±, dijo en enero Smith a ESPN al referirse a Mitchell.
Francamente, yo preferir¨ªa estar en casi cualquier otra lista que en la de Smith, especialmente ahora que no tiene nada que perder. Mitchell aut¨¦nticamente se ech¨® un alacr¨¢n al hombro.
Todo aquel que ha visto tres minutos de un Ravens-Steelers sabe que son duelos f¨ªsicos, en los que si no hay sangre es porque el juego a¨²n no ha empezado. Ahora, gracias a Smith, se tiene un ingrediente adicional que ni siquiera era necesario en una rivalidad de este calibre.
En aquella misma entrevista, el veterano receptor dijo sin tapujos que ir¨¢ a buscar a Mitchell y que tiene suficiente dinero para pagar cualquiera que sea la multa que le impongan. El dinero no le preocupa, su ¨²nico inter¨¦s est¨¢ en Mitchell pague sangre con sangre.
No s¨¦ c¨®mo pretenda hacerlo, pero no ser¨¦ yo quien le diga a Smith que no puede. Smith va a buscar la forma de cobrar venganza.
Mitchell, de acuerdo a sus declaraciones, no parece muy preocupado. Francamente no s¨¦ si eso es ser muy valiente o muy est¨²pido.