Condenados a 34 a?os los asesinos de Visser y Severein
La Audiencia Provincial de Murcia adem¨¢s les condena a indemnizar a la familia de las v¨ªctimas con 200.000 euros. La sentencia es recurrible.
La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado hoy al rumano Valent¨ªn Ion y a Juan Cuenca a 34 a?os de prisi¨®n cada uno como autores de dos delitos de asesinato de la jugadora de holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severein el 13 de mayo de 2013 en una casa rural de Molina de Segura.
Seg¨²n informa el TSJ de Murcia, Enrique Dom¨ªnguez, el magistrado presidente del Jurado encargado del enjuiciamiento de los acusados de la muerte de la pareja de nacionalidad holandesa cuyos cad¨¢veres fueron hallados descuartizados en una finca rural de Murcia, establece en la sentencia adem¨¢s que ambos condenados deber¨¢n indemnizar a la familia de las v¨ªctimas con un total 200.000 euros.
Por otra parte, el otro ciudadano rumano Constantin S., respecto a quien el Tribunal Jurado s¨®lo consider¨® probada su participaci¨®n en el descuartizamiento y enterramiento de los cad¨¢veres, es condenado a la pena de prisi¨®n de 5 meses como responsable de un delito de encubrimiento.
?ste tambi¨¦n est¨¢ obligado a indemnizar una suma de 16.000 euros, que deber¨¢n recibir la madre y hermano de la mujer y a las dos hijas del hombre asesinados.
La resoluci¨®n acoge las penas solicitadas por el Ministerio Fiscal y la acusaci¨®n particular despu¨¦s de que el Tribunal Jurado considerara el pasado 27 de octubre que concurre en este caso la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas.
La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso de apelaci¨®n ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Regi¨®n de Murcia.
El veredicto declaraba probado que tanto Cuenca, exgerente del club murciano de voleibol donde jug¨® Visser, como Ion, de nacionalidad rumana, participaron en la muerte violenta de la pareja.
El jurado consider¨® tambi¨¦n que Cuenca e Ion acabaron con la vida de Visser y Severein sin que ninguno de ellos tuviera la menor posibilidad de defensa.