Los Cardinals dejan muy tocada su temporada en Carolina
La inoperancia del ataque de Arizona, con un Palmer que solo rindi¨® a su nivel cuando el partido estaba decidido, dio alas a unos Panthers sin brillantez.
Carson Palmer tiene 36 a?os y parece acabado. No por su actuaci¨®n contra Carolina, que fue inexistente mientras import¨® en la primera mitad, y hasta brillante cuando no serv¨ªa para nada en la segunda, sino porque simplemente sigui¨® la t¨®nica de algo que llevamos viendo desde que empez¨® la temporada. Est¨¢ lento de pies, de reflejos y de cabeza. Y adem¨¢s parece que se le han terminado las ganas. Quiz¨¢ debi¨® imitar a Kurt Warner, y haberse retirado despu¨¦s de sus ¨²ltimos playoffs. Lo que en septiembre era una sospecha, en octubre se est¨¢ convirtiendo en certeza. Mucho tienen que cambiar las cosas en noviembre y diciembre para que los Cardinals puedan aspirar a jugar los playoffs si Palmer sigue pareciendo un se?or mayor que no juega al m¨¢ximo nivel salvo que lo tenga todo de cara.
Los Panthers ni siquiera tuvieron que hacer demasiado para coger una ventaja inalcanzable. Su secundaria no resucit¨® ante Arizona, de hecho volvi¨® a estar horrible durante la segunda mitad. Simplemente no tuvo problemas para frenar a Fitzgerald, John Brown J.J. Nelson y compa?¨ªa cuando estaba toda la carne en el asador. Qui¨¦n lo iba a decir. Aunque el punto de destino pueda ser genial, no sirve para nada si el tren no sale de la estaci¨®n. Aunque para ser justos, La l¨ªnea ofensiva de Arizona fue durante toda la primera mitad un coladero y su juego de carrera inexistente. David Johnson corri¨® en seis ocasiones para seis yardas en los dos primeros cuartos. Hay d¨ªas que nada funciona a derechas.
El partido empez¨® con un fumble de Palmer en la primera serie recuperado por Thomas Davis y retornado para touchdown. Hasta tres minutos antes del descanso no hay m¨¢s que contar del ataque de Arizona. Cuando ya perd¨ªan 24-0, y el choque parec¨ªa decidido, comenz¨® un larg¨ªsimo tiempo de la basura en el que Palmer s¨ª fue por fin capaz de atravesarse el campo y darle un pase de touchdown a Nelson. Pero aunque quedaran todav¨ªa dos cuartos, ya fue poco m¨¢s que una anotaci¨®n en el tiempo que solo sirve para hinchar estad¨ªsticas (24-7).
Los Panthers lamieron sus heridas con esta victoria, m¨¢s f¨¢cil de lo esperado si recordamos que ambos rivales se vieron por ¨²ltima vez en la final de conferencia Nacional de la temporada pasada. Lo cierto es que se vio una clara mejor¨ªa. Primero porque Jonathan Stewart da una nueva dimensi¨®n a ese ataque, y sumaba dos touchdowns en la primera mitad; segundo porque la l¨ªnea ofensiva vivi¨® mucho m¨¢s c¨®moda ante un front seven de Arizona que intent¨® presionar siempre, pero no consigui¨® hacerlo hasta muy tarde; tercero porque su propio front seven volvi¨® a parecerse al de hace unos meses, asfixiando a Palmer en todo momento y cerrando con facilidad todas las rutas terrestres. Cam Newton recuperaba la sonrisa, jugaba m¨¢s tranquilo que en todo el a?o, y casi sin despeinarse conduc¨ªa un ataque que durante algunos minutos pareci¨® recuperar las viejas sensaciones, aunque no est¨¦ muy claro que lo haya hecho a tiempo.
La segunda mitad simplemente sobr¨®. Incluso fue contraproducente para los Cardinals, que perdieron a Tyrann Mathieu por una lesi¨®n de hombro. Los Panthers, al trantran, anotaron dos fieldgoals y se echaron a dormir tanto en defensa como en ataque. Pero cuando los minutos de la basura duran m¨¢s de medio partido, cualquiera puede maquillar sus estad¨ªsticas para incluso hacer creer que es posible una remontadaza irrealizable.
Palmer, con bastante m¨¢s de tiempo para pasar que en los dos primeros cuartos, camufl¨® su actuaci¨®n con pases tensos y precisos marca de la casa, aunque no pudo evitar otro fumble por su lentitud en el pocket y una intercepci¨®n final que se convirti¨® en el ep¨ªlogo del partido. Al menos consigui¨® que su equipo sumara dos touchdowns m¨¢s con sendos pases a J.J. Nelson, que incluso terminaron por poner nerviososos a unos Panthers que se hab¨ªan echado a dormir antes de tiempo. Pero fue poco consuelo para unos Cardinals que juegan con la ansiedad de quien ve c¨®mo la temporada se escapa entre los dedos, y no encuentra la tecla para conseguir que tantas piezas tan buenas terminen por encajar.
Palmer termin¨® el partido con 35 completos de 46 intentados,363 yardas, tres touchdowns y una intercepci¨®n. Y aunque los n¨²meros digan lo contrario, ahora mismo es un problema para los Cardinals.