Stafford, el QB con m¨¢s yardas en sus 100 primeros partidos
Los Lions llevan tres victorias seguidas y su gran estrella es culpable en gran medida de ello. Su juego le est¨¢ elevando a conversaci¨®n de MVP.
Matthew Stafford ha conseguido algo que ning¨²n otro quarterback de la NFL hab¨ªa hecho: llegar a 27890 yardas en sus 100 primeros partidos como profesional. ?Sab¨¦is cuantas yardas son por partido? Tranquilos, no os esforc¨¦is, no hag¨¢is la cuenta no sea que os herni¨¦is: son 278,9.
Se trata de un r¨¦cord y, como tal, ha de ser celebrado. Pero, seamos justos, en esta ¨¦poca de la Happy Pass League y la obsesi¨®n por la Fantasy es normal que los guarismos hist¨®ricos de pase vayan cayendo a?o a a?o. No se trata de quitar m¨¦rito a Stafford sino de ponerle en su contexto, ese que hace que la NFL de hoy no se parezca en mucho, pero menos a¨²n en lo que a estad¨ªsticas se refiere, a la de hace d¨¦cadas.
Para lo que si sirve este hecho es para fijarnos un poco m¨¢s en el trabajo que est¨¢ haciendo Stafford este a?o que, quiz¨¢s por primera vez en su carrera, es mucho m¨¢s profundo e interesante que el de un mero pasador con unas condiciones f¨ªsicas descomunales para su puesto de trabajo.
Los Detroit Lions llevan tres victorias seguidas y un r¨¦cord de 4-3. Todo lo que sea estar por encima del 50% es algo positivo en esta liga, al menos para los equipos que no parten con la idea de ser favoritos claros para pelear por la Super Bowl. Y los Lions no lo son.
En estos tres partidos ha lanzado para 11 touch downs y cero intercepciones, con un quarterback rating por encima de 100 en cada uno de ellos, y dos por encima de 130, lo cual es fabuloso.
Da la sensaci¨®n de que, al fin, se ha dejado alcanzar por la madurez. Y le est¨¢ sentando de f¨¢bula.
No es casualidad que le haya llegado este momento dulce justo el a?o despu¨¦s de la retirada de Calvin Johnson. El receptor fue su compa?ero de baile en sus primeros siete a?os en la liga. Megatr¨®n era tan polarizante que 'obligaba' al QB a buscarle de forma constante. Por su mera presencia, la mirada se iba hacia ¨¦l. Era lo m¨¢s f¨¢cil, lo m¨¢s seguro, buscarle a¨²n estando muy bien defendido ya que era capaz de bajar melones y convertirlos en pases completos.
Ante su ausencia, Stafford ha tenido que reinventarse y ampliar su mirada. A la vez, eso le ha hecho acortar el campo, no abusando de ese ca?¨®n que tiene por brazo para buscar completos en campo profundo. El resultado es un juego global m¨¢s sensato, alejado de riesgos y que es capaz de hacer avanzar a su equipo.
Todo lo anterior le ha llevado, hoy mismo, a aparecer como posible candidato a MVP en alguna lista. Calificarlas de optimistas y exageradas es quedarse corto pues, desde luego, no cumple con los requisitos b¨¢sicos para ese premio. No de momento, al menos, pero s¨ª que da buena cuenta del paso adelante que ha dado Stafford este a?o y, con ¨¦l, unos Lions mejores de lo sospechado.
El r¨¦cord tiene su importancia, pero es lo de menos. Eso es algo que seguro que sabe Stafford, que ha debido cansarse de aparecer en todas las listas estad¨ªsticas relevantes salvo la realmente importante: la de las victorias. Con un QB m¨¢s asentado, en Detroit pueden pensar que su equipo est¨¢ cogiendo un aire diferente al de las ¨²ltimas temporadas. Y les sienta bien.